Foto: Pau Monteagudo.

Foto: Pau Monteagudo.

Escuchar las canciones (magnífico su reciente «Run with loves») de Soledad Vélez (o asistir a un concierto suyo) es como participar en una ceremonia en la que ella ejerce de hechicera capaz de alterar la percepción de los allí presentes. Una sesión hipnótica en la que su voz nos conduce por pasajes y parajes repletos de historias de inicación, crecimiento y despedidas. Como en el blues. Y la verdad es que no es una comparación gratuita.

¿Satisfecha con «Run with wolves»?

Mucho.

Tus discos, las canciones, los conciertos tienen un «algo» de ceremonia, como si fueras un chamán dispuesta a exorcizar tus «pecados» y los de los allí presentes. ¿Sientes algo así? ¿Tiene la música un componente liberador para ti?
Sí, para mí, la música que hago es una forma de afrontar cosas, recuerdos y culpas. Por eso no cuento historias, más bien las sensaciones o sentimientos que afloraron a raíz de eso. De repente estoy en ninguna parte y en el lugar correcto, es como magia.

Por el planteamiento de las canciones, sus letras, algunos arreglos, la manera de interpretarlas y tu voz, tus composiciones se mueven en coordenadas muy cercanas al blues, un género poco cultivado por los aficionados a la música independiente (que de alguna manera es tu público potencial). ¿Te ves cercana al blues o más bien a músicos como Tom Waits, Pj Harvey, Mark Lanegan, Gallon Drunk o, incluso, Tindersticks que de alguna manera lo han incorporado a su música?
Mi principal influencia y quizás la primera de todas fue el blues, me llamó la atención, y me la sigue llamando, el hecho de cantar una palabra muchas veces, pero que a la vez cada una de ellas quiera decir algo distinto, me parece que es algo que sólo se pueda conseguir con la interpretación, no con las letras. De todas formas, tanto con los músicos que han incorporado de alguna manera el blues a su música, me veo parte de un collage, ni muy cerca de uno, ni de otro. Si no que siendo, parte y ya está.

Tu voz es precisamente uno de los aspectos de tu música que nunca pasa desapercibido (y con motivo), pero ¿no crees que en ocasiones puede ensombrecer todo el trabajo que hay detras a nivel de composición, instrumentación, arreglos, producción?
No creo que se ensombrezca, y a la par, tampoco soy muy consciente de cómo canto, procuro que la música en la que trabajo sea lo más homogénea posible para mi voz. Espero, que se considere como un todo, y no por partes separadas.

Tanto en este como en el anterior disco hay una presencia constante del mundo animal y de la Naturaleza (puede que como idea de escape), ¿es intencionado?
Cuando termino de componer, es cuando me doy cuenta que soy una pesada. Pero es que no lo puedo evitar, es como quien sueña con algo, y luego lo ve por todas partes de forma inconsciente. No es quiera escapar, es que quiero irme. Hay muchas cosas que quiero hacer, y las veo como espectros cuando estoy trabajando. No me malentiendas, el mejor trabajo del mundo para mí, es la música. Cuando sea posible, haré ese trabajo en otro lugar, en dónde alguna que otra vez fui parte.

Una  de las novedades de «Run with wolves» es la mayor presencia de teclados. Escuchando «Silver wolf» es difícil no imaginar a una Soledad Vélez más electrónica. ¿Estas abierta en el futuro a ese camino?
Creo que matas la creatividad y la imaginación cuando te cierras a nuevos caminos. Me gusta mucho la electrónica, pero no es algo que quiera hacer ahora mismo. De hecho, ya estoy trabajando en el próximo disco, y aunque quiero mantener el factor sorpresa, ya te digo que, será distinto también.

¿Hasta que punto es Soledad Vélez una democracia? ¿Qué porcentaje a la hora de colaborar en temas de composición tienen tus compañeros de banda?
Yo compongo mis canciones, a lo que nos referimos, letra-música-estructura. Luego cuando la canción existe, hablo con mis músicos, y les explico cómo quiero que suene esta canción. Jesús De Santos en la guitarra, compone los arreglos de guitarra, y por otro lado Luis Torregrosa en la batería, hace igual. Aprendo mucho con ellos, y me gusta trabajar con ellos, porque respetan mi visión musical, por decirlo de alguna forma. Lo que no me gusta no suena, e intentamos que la canción funcione, que los instrumentos suenen en la misma dirección hacia lo que quiero transmitir con la canción. Tienes que tener claro una cosa, yo no soy un grupo musical, soy cantautora, el proyecto lleva mi nombre, por tanto lo que suena, ha de ser lo que yo creo que debe llevar la canción. Luego me acompaña esta banda, y me aportan muchísimo, como te dije, aprendo constantemente de ellos.

¿Cómo ves la Valencia musical?
La veo fenomenal.

¿Qué se va a encontrar la gente que se acerque el sábado al concierto?
Voy a tocar canciones del último disco, «Run With Wolves», y algunas pocas de trabajos anteriores, me acompañará Jesús De Santos, y al parecer será un concierto muy íntimo, cercano, aún no he tenido la oportunidad de estar en el Tulsa Café, pero me han dicho que la están petando con esta idea de hacer conciertos allí. Me da mucha curiosidad!. Así que estáis invitados.