Fotos: Sonia Riera
Capítulo uno: El proyecto
La gente de Verlanga me ha pedido que lleve un díario de la puesta en marcha de mi nuevo proyecto: Concierto a domicilio [aunque no quieras]. Con él pretendo llevar mi música allí donde antes no había podido llegar.
Explico que este nuevo proyecto tiene un componente basado en las campañas de persuasión y coacción de las grandes marcas transnacionales, pero llevado al ámbito de lo cotidiano y dentro de radio de acción que abarca únicamente la ciudad de Valencia, más concretamente sus barrios. Es un proyecto de temporada que este año empezará en octubre y acabará en julio, agosto descanso, septiembre me lo reservo para preparar el siguiente asalto. 10 meses, 10 barrios.
También está basado en la profesión, olvidada y tan poco valorada, de la venta de enciclopedias a domicilio.
Otra de las razones que me ha llevado a hacer este tipo de conciertos a domicilio es la normativa municipal de la ciudad de valencia, que persigue sistemáticamente la música en la calle y los conciertos en directo en locales de pequeño formato (siempre y cuando no estén bajo el amparo de una institución o marca transnacional).
Por último, como estamos en la era de internet y de las redes sociales, haré uso de las casi mil quinientas amistades que tengo en facebook para poner en práctica el proyecto.
En realidad mi objetivo no es solo difundir mi música, lo que persigo ante todo es vender mis discos, es decir, ganar dinero.
Algunos pensarán que habría sido más sencillo montar un Verkami, pero a mí me gusta el contacto con la gente, sobre todo desde que saqué el disco La Disolución Doméstica, ya que con este tipo de conciertos tendré la oportunidad de conocer las casas y el entorno cotidiano en el que se mueven mis potenciales oyentes y protagonistas de las futuras historias de mis próximas canciones.
La gracia del asunto está en que cada uno de los elegidos no sabrá que el próximo sábado por la mañana iré a hacer un concierto de media horita en su casa. En cuanto me dejen entrar en su casa, cantaré cinco o seis canciones, y no me iré hasta que me hayan comprado mi disco-libro por 15 euros.
La programación será la siguiente:
Mañana
11h Concierto (Domicilio 1)
12h Concierto (Domicilio 2)
13h Concierto (Domicilio 3 + intento de quedarme a comer)
Tarde
17h Concierto (Domicilio 1)
18h Concierto (Domicilio 2)
19h Concierto (Domicilio 3 + intento de quedarme a cenar)
Condiciones
1. Un solo barrio para poder ir de un domicilio a otro (explicado antes).
2. Haré un concierto a Domicilio cada mes. Cada mes un barrio (explicado antes).
Problemas
1. Tener la dirección exacta del ganador del concierto a domicilio sin que se entere de le pido la dirección para ir a hacer un concierto.
Solución: enviar mail desde malatesta records diciendo que le ha tocado en sorteo el último CD de Emma Get Wild, Carolina Otero & The Someone Elses, Lülla, Ser Humano o Mr. Perfumme et Le Sieur Poules. Vale, lo compro, buena idea.
2. Como no saben que voy, pueden no estar.
Solución: probar aleatoriamente hasta dar con un vecino de la finca que sí esté en su casa. Opción 2: tener un par de amigos de facebook con domicilio cercano de reserva (Se pueden compaginar ambas opciones).
3. Que me paguen.
Solución: o me pagan o sigo tocando.
Si me pagan todos, saco 90 euros al día (los libros cuestan 15 euros. Todo el dinero no es para mí ya que hay un porcentaje para cada una de las ilustradoras [Paula Bonet, María Herreros, Clara Sáez, Mariana A. Miseravel, Mireia Pérez], uno para mí y otro para Malatesta)
Aún haciendo los 10 meses de conciertos que quiero hacer, no pagaría ni la mitad de lo que le ha costado a Malatesta Records publicarme el disco-libro.
Por lo tanto, otro de mis objetivos es que la gente me llame para hacer conciertos a su casa, los sábados. Abierta contratación a domicilio. Esta vertiente sería Conciertos a domicilio [porque tú lo has querido]. Contacto vía Facebook:
Hola Néstor, soy X, he visto que estás haciendo conciertos a domicilio, me gustaría que viniéses a mi casa.
Néstor: déjame que mire la agenda: los Conciertos a domicilio [aunque no quieras] para este primer trimestre son el sábado el 30 de noviembre y el 28 de diciembre, y, claro, ya están ocupados porque son para gente que no sabe, y posiblemente no quiera, que vaya a tocar a su casa. Tú eres diferente, tú quieres que vaya a tocar a tu casa, no eres el único, me han llamado un par de personas y les he ofrecido el sábado 23 de noviembre. ¿Te viene bien?
X: Sí. Apúntame.
Néstor: a las 12h?
X: Mejor por la tarde.
Néstor: A las 17h.
X: Mejor a última hora.
Néstor: Te apunto a las 19h, pero los conciertos de a esa hora son un poco más largos y seguramente me tendré que quedar a cenar. ¿Ok?
X: De acuerdo. Oye, el disco libro estará firmado por las ilustradoras, ¿no?, yo lo quiero firmado por las ilustradoras, sino no te lo compro.
Néstor: Sí, tranquilo, han firmado las cinco.
X: Y oye, de paso que vienes, ¿me podrías traer el último disco de Senior i el Cor Brutal? También firmado.
Néstor: Bueno, sí, vale.
X: ¿Por toda la banda?
Néstor: ¿Por toda la banda? Vale, te lo preparo todo, de acuerdo. ¿Algo más?
Fin diario día 1. Me voy a trabajar.
Mañana contaré cuál será el repertorio de Concierto a Domicilio [aunque no quieras].
Capítulo dos: El repertorio
Esta mañana la he dedicado a preparar el repertorio.
Tengo algunos problemas para elaborar el repertorio, sobre todo uno fundamental de logística: solo puedo tocar, o 7 canciones con piano, o 6 canciones con guitarra.
Canciones con piano
Requiem por Valencia / Mi esplendor
Canciones con guitarra
No tengo versiones, ni posibilidad de ampliar el repertorio, de momento. Estoy priorizando aprender a tocar el piano bien ante todo. Además, necesito dejar claro que hay un antes y un después tras La Disolución Doméstica. No puedo continuar metiendo en mis conciertos temas de mi periodo francófilo (mirar anexo I: etapa francófila). Estoy en ese típico impasse en el que aun no tengo un repertorio nuevo amplio con el que poder manejarme. Aun no tengo recursos suficientes para adapatar mi repertorio a según qué sitios. Por eso, este tipo de conciertos, de formato corto, Concierto a Domicilio [aunque no quieras], me viene muy bien para seguir en marcha.
Aun estando centrado en mis clases de piano, desde antes de verano estoy dándole vueltas a 6 ideas nuevas que rondan por mi cabeza, 2 composiciones de guitarra, 4 de piano y un trozo de una letra («hoy te he visto, hoy te he visto correr, ibas por el río, ibas por el río, con tu perrito pequinés, con tu perrito pequinés, con tu perrito pequinés»), que me ayudarían a asentar un ese nuevo repertorio y esta nueva etapa post-francófila.
Pero, componer, para mí, en esta nueva etapa, se ha convertido en un ejercicio de paciencia y maceración. Componer La Disolución doméstica ya fue fruto de un proceso lento y delicado, de ver como podía, en cada momento, resolver los retos que me lanzaba cada una de las composiciones. Pura teoría antirockandroll, lo sé, pero en estos momentos, mi proceso de escritura de una canción se aproxima más al de la poda y revisión (tras el vómito) que supone cualquier tipo de escritura, que al puro vómito.
Resumiendo, me tengo que decidir entre 6 canciones con guitarra o 7 canciones con piano.
El tipo de concierto ya me condiciona. Cuando me puse a componer con el piano y pensé en comprarme uno, decidí (aún tenía paga extra (sí soy de los “privilegiados” que tenían paga extra, sí, no me digas cómo pero han conseguido que nosotros y no ellos (grandes capitales y capitalistas) seamos los “privilegiados”, chapeau al lavado de cerebro)) que invertiría en un piano que pudiesen heredar mis hijos (vamos, uno bueno). Bueno, pero poco manejable. Si moverse por la ciudad con la caja de una Gibson ya es la leche, moverse por la ciudad cargado con un piano que tus hijos puedan heredar, ya es demasiado.
La primera vez que saqué el piano de casa para ir al ensayo me entraron ganas de llorar. Y eso que había conseguido que me vendiesen, a buen precio, una especie de maleta que solo meses después descubrí que se podía llevar como un escudo y que reducía el peso del piano una barbaridad. Aún así, no me imagino corriendo de un lado para otro con ese mamotreco y llegando a tiempo a cada uno de los conciertos que tengo programados.
Creo que ni tan siquiera voy a utilizar la Gibson, por suerte tengo una Martin de caja pequeña, he hablado con Matallín para que me la electrifique, aunque, la verdad, al ser un concierto casero puedo tocar a pelo.
De esta manera me sumo al movimiento obrero musical de ir con la acústica a cuestas y mi voz y nada más. Esto parece una tontería, pero cuando empecé a tocar, un músico, que quería además cantar, no era músico hasta que no tenía un equipo de voces.
Vale, pues creo que ya está claro el repertorio y el instrumento que utilizaré. La Martin me permite ser rápido y llegar a cada una de las casas a tiempo sin echar el higado. El repertorio de 6 canciones se me puede quedar un poco corto pero me voy a preparar un speech para hacer tiempo entre canción y canción. Con las 6 canciones y el speech llego sin problemas a la media hora.
Fin diario día 2. Me voy a trabajar.
Mañana contaré cuál será el speech de Concierto a Domicilio [aunque no quieras]
Anexo I: etapa francófila
1. De l’amour à l’abîme (2006)
2. La Nuit Subatomique (2009)
Capítulo tres: El speech
Ya estamos a miércoles, la cosa se va acercando y además de llevar el diario tengo que empezar a ensayar, así que, antes de ponerme a ensayar, voy a trabajar sobre el “speech” que pienso dar acompañando la presentación del Concierto a domicilio [aunque no quieras] y las canciones que lo componen.
Speech 1
Normalmente cuando toco con alguien, antes del concierto, suelo preguntarles sobre cuestiones personales que les hayan pasada a lo largo de la semana. Temas de trabajo, enfados con la pareja, con el padre, con la madre, multas de tráfico, entrevistas de trabajo, problemas con las llaves de la casa, con el ascensor, desencuentros amorosos, desajustes corporales u hormonales etc. Suelo hacer estas preguntas a la hora de la cena, antes del concierto. Después, entre canción y canción cuento estas anécdotas al público junto a una visión pseudofilosófica de la existencia humana. Pero como esta vez toco solo, tendré que buscar otra fuente de inspiración.
Speech 2
También he tirado del recurso al texto más o menos cerrado. Cuando escribí “el guión” del trailer de La disolución doméstica, este me sirvió de hilo conductor para presentar canciones y conciertos.
TRAILER:
El marco filosófico sobre el que resposaba esta reflexión venía a ser el de la dicotomía entre la vida del creador y la vida del ser humano, y cómo afecta a la creación del creador la situación en que éste se convierte en un ser humano creador y deja de ser un creador ser humano.
Speech 3
Esta reflexión que puede parecer badalí, y quizás lo sea, me ha hecho pensar en una idea que me ronda desde hace tiempo: ¿dónde empieza el espacio del creador y dónde el espacio para el ser humano?, ¿cuántas horas necesita un ser humano para ser un creador de verdad?, si un ser humano solo se dedica a crear, ¿no pierde quizás el contacto con la realidad humana y por lo tanto deja de saber qué es lo que pasa en el mundo de los seres humanos? Por qué ser un ser humano es supuestamente aburrido y ser un creador es divertido. ¿No deberían los creadores aburrirse como seres humanos para ser mejores creadores?
Decía Ernesto Ché Guevara (más o menos) que él veía su dedicación a la política de la siguiente manera: 6 horas por la mañana a ser político, 6 horas por la tarde a trabajar en el campo recogiendo caña de azúcar. Como filosofía de vida me parece la más adecuada para no perder de vista qué es lo que pasa en el mundo que nos rodea.
Speech 4
Una última posibilidad de speech que estoy barajando es la de hacer algo que un autor nunca, nunca, nunca debería hacer, que es explicar qué quiere decir con sus canciones. Hoy en día todos hemos leído a Carver, y todos nos hemos sentido francamente enfadados a la vez que admirados con él porque con él nunca, nunca se sabe qué ha pasado en realidad. Siempre te quedas pensando: no por favor, no lo hagas otra vez, pero qué quieres decir con esto, Carver, por favor, dime qué pasa detrás, por favor, no me dejes pensando, imaginando, creando mi propio mundo detrás de esas palabras que has construido, no me dejes solo ante la nada, ante mi nada, sé mi papá, sé mi mamá dame las respuestas que me hagan saber, que me permitan cerrar el círculo y dormir, domir tranquilo en mi cunita. Carver, menudo cabrón, la de veces que me he quedado pensando por su culpa sin dormir.
Bien pues el speech 4 cuatro sería desvelar todos los entresijos de mis canciones: que «El rey del mambo» es una alusión al nacimiento de mis hijos y su irrupción en mi vida, que «Britney spears de barrio» habla de una adolescente con problemas de comunicación con sus padres (sólo en el concierto explico quién es esta adolescente y por qué se convirtió en un personaje de esta canción). Que «Desencuentros dominicales» habla del encuentro entre un hombre y su ex-amante. Que «Veronal & Crucifixión» (antes lejía & crucifixión) habla del desazón de la vida en pareja, de la cárcel pequeño burguesa en la que muchas veces nos vemos abocados a vivir, que paradógicamente, «La Conquista del Oeste», habla de cómo nace el amor en una pareja abocada a ser la típica pareja pequeño burguesa. Que «Oficinista accidental» habla de la vida rutinaria de un ser humano que lucha por sobrevivir cuerdo en un trabajo rutinario, que «La disolución doméstica» habla de la muerte, del final, de una despedida, de una vida contada desde el final hasta el principio, de la lucha de una pareja por vivir su vida en común por encima de todo y perdonándoselo todo. De que «El viejo marilyn» habla de un hombre mayor que se ha quedado solo, que «Knock-out casero» habla de una mujer que ha encontrado la manera de romper con esa cárcel pequeño burguesa y ser un poco más libre, pero sobre todo, que por debajo de todo esto lo que verdaderamente encontraremos será el constante e implacable oradar del sentimiento de culpa pequeño burgués, esa sensación que te perfora inconscientemente porque te das cuenta de que el precipicio está justo ahí al lado, que nada te separa del precipicio, que tú mismo podrías estar cayendo por el precipicio, de que tienes que vivir mirando hacia otro lado porque no queda otra, pero que eso no hace más que oradarte el alma.
Fin diario día 23, voy a ensayar y luego ¡al curro!
Mañana contaré cuál será el vestuario de Concierto a Domicilio [aunque no quieras]
Capítulo cuatro: El vestuario
Quien diga que en el mundo de la música el vestuario no es importante, miente.
“Yo salgo del curro y directamente me voy a tocar, sin cambiarme”. Gran error.
Y mira que lo comprendo, yo durante mucho tiempo quise que los conciertos fuesen una prolongación de mi vida laboral, como si así fuese más campechano, más cercano a la gente, más humano.
Los músicos, no somos humanos, somos espectáculo, somos show, y si no, no tengas un grupo, ve a cantar a un karaoke (la de tiempo que me ha costado entender esto, madre mía, yo que creía que era un mensajero de Dios).
Como digo a mí me costó mucho tiempo darme cuenta de esto mucho, mucho, pero si no conviertes cada concierto en algo especial, un concierto no es nada.
Por eso es muy importante el vestuario. Hay que marcar una diferencia, hay que crear un espacio escénico, hay que prepararse para el concierto.
Antes, como he dicho antes, salía de currar y me iba directamente a tocar, ahora ya no, ahora, necesito prepararme para el concierto, necesito estar concentrado en el concierto, necesito tener todas mis inquietudes centradas en el concierto.
Algo que me ayuda a ponerme en esta tesitura preconcierto es la preparación del vestuario. Pensar qué me voy a poner el día del concierto (en la próxima entrada explicaré otras cosas que me ayudan a concentrarme en el concierto).
Uno de las crisis más importantes que tuve que afrontar para preparar los conciertos de presentación del disco-libro La disolución doméstica en el Cinc y en la Sala Russafa, fue encontrar el vestuario adecuado.
No quería seguir con la típica imagen de cantautor folk a lo Johnny Cash.
Foto: Escenario Gráfico.
Menos mal que tuve la suerte de contar con Las Pinettes para esta ocasión y que de alguna manera me ayudaron a dar con el vestuario justo: un traje rojo.
Foto: Escenario Gráfico.
Pero claro para esta ocasión voy sin Las Pinettes y no sé si será muy fuerte presentarme en casa de la peña un sábado por la mañana, y por la tarde, de esta guisa:
Foto: Escenario Gráfico.
Después de ese concierto de presentación en la sala Russafa, una amiga mía me dijo que debí haber salido con batín, igual que en las fotos de la fotonovela de promo del disco, en plan casero:
Foto: Rafa Monzó
Pero, también me parece un vestuario algo excesivo para un asalto al hogar de alguien que no espera que aparezcas en su casa.
Creo que definitivamente me decantaré por un híbrido. Pinceladas de Johnny Cash con chaqueta roja, seguramente esta sea la mejor opción.
Fin diario día 4. Me voy a trabajar.
Mañana es viernes, me dedicaré por entero a las labores de promo y a la selección de los hogares donde haré los Conciertos aunque no quieras. También me extenderé algo más sobre el tema de mi preparación previa al concierto.
Capítulo cinco: Promo + localización
Cualquiera diría que me dedico a tiempo completo al tema de la música, pero no. Hace tiempo que dejé de pensar en esa utopía y ahora solo pienso en términos matemáticos, 40 minutos de aquí, y cuarenta de allá, suman 80 minutos. Y luego pienso en el medio y largo plazo: ¿qué será de mi dentro de 5 años? ¿qué será de mí dentro de 10 (más allá, como que todo está realmente oscuro en mi cabeza)? ¿Habré alcanzado el nivel suficiente al piano para poder tocar los fines de semana en algún piano-bar? En cualquier caso soy de los que piensan que cuanto menos tiempo tienes, más haces.
Esta mañana me la he pasado buscando los domicilios donde voy a tocar mañana.
Me he hecho un par de itinerarios (uno para la mañana y otro para la tarde) y he conseguido que la mayoría de las casas donde voy a tocar estén cerca, también he seleccionado domicilios suplementarios por si hay gente que no está en casa (para cubrirme las espaldas he seleccionado 6 domicilios para cada pase). La opción de entrar en casa de un vecino que no me conoce ni por facebook me ha ido pareciendo cada vez más alocada conforme han ido pasando los días.
Itinerario matutino
Pases a las 11h/12h/13h
Itinerario vespertino
Pases a las 18h/19h/20h/
Después de haber hecho todo esto no me ha quedado mucho tiempo para la promo. Me gustaría haber hecho un cartel (haber llamado a alguno de mis “colaboradores” que controla el photoshop). Donde apareciera bien grande Concierto a Domicilio [aunque no quieras].
Con los horarios y el día. No hubiese indicado ni los domicilios ni el barrio.
Sólo:
Néstor Mir
en
Concierto a Domicilio
[aunque no quieras]
¿serás tú el próximo?
Estate atento, este mes te puede tocar a ti
Si hubiese tenido tiempo, hubiese grabado un video de promo para youtube.
Guión:
Néstor Mir vestido con vaqueros camisa roja, chaqueta roja, gorra de NY, gafas de sol y una funda de guitarra en la mano, dice mirando a la cámara: «Voy a tocar en tu casa, aunque no quieras».
Mientras la imagen queda fija, sale la siguiente frase: El próximo sábado 26 de octubre tú puedes ser el próximo.
Una vez elaborado el material, difusión controlada y mesurada (para no agobiar, que la peña ya está agobiada de tanto evento, concierto e información agresiva, chico, tranquiliza, tranquiliza, hazte un perfil que empatice con un sector de tus amigos de facebook y canaliza tu autobombo en las redes sociales) por el facebook, por el twiter, por el blog etc. y ya estamos de nuevo, inmersos en un nuevo proyecto, después de El Circuit Vermut, después de El día de la música, después de Directos a Escena (sin olvidarnos de Incrustados en el Escaparate), esta temporada volvemos con:
Concierto a Domicilio
[aunque no quieras]
copyright by Néstor Mir
P.D.: Como la gente de Verlanga me ha dicho que el sábado no actualizan la web, os cuelgo aquí un vídeo por si os interesa saber qué es lo que me gusta hacer antes de los conciertos para estar totalmente concentrado en el show, disfrutad (y estad atentos, puede que mañana aparezca por vuestra casa):
Epílogo: EL POEMA
Mirad, fijaos,
por ahí va el músico del siglo XXI
Mirad, fijaos,
cómo camina,
cómo lleva la guitarra
Apreciad su vestuario,
su gorra,
su chaqueta,
su pantalón
Mirad, fijaos,
por ahí va el musico del siglo XXI
llevando su música de casa en casa
de portal en portal
Buscad, buscad,
buscad al músico del siglo XXI,
por vuestros barrios,
por vuestras calles,
caminando por vuestras aceras
Abrid, abrid,
abridle la puerta de vuestra casa
al músico del siglo XXI,
dadle de comer,
dadle de beber
y escuchad su música
Saludad, saludad,
saludad al músico del siglo XXI,
Acogedlo en vuestro hogar
y cuidadlo,
cuidadlo porque convertirá
vuestra vida en una canción
Mirad, fijaos,
por ahí va el músico del siglo XXI,
ahí está, en la frutería,
en el supermercado,
en el mecánico,
en la ferretería,
en la panadería,
en la droguería,
ahí, ahí, justo al lado de ti
Saludad, saludad
al músico del siglo XXI
y pedidle que os haga una canción
que os retrate en su letra
que os cuente con gracia la cruda realidad
Y, no olvidéis de pagarle por ello.
Puedes escuchar la «Suite Brian Wilson» que aparece en el vídeo pinchando aquí.
