Mr. Perfumme hacen post-cabaret, tango, folk, música balcánica, rock medieval, pero sobre todo música ligera del siglo XXI. Sea en acústico o en eléctrico sus conciertos son una experiencia única. El que prueba, repite.
¿El grupo se sigue llamando Mr. Perfumme et le Sieur Poules o sólo Mr. Perfumme? ¿Por qué os gusta cambiar de nombre?
El disco es de Mr.Perfumme et le Sieur Poules, en directo, cuando vamos con toda la banda, ya lo anunciamos sólo como Mr.Perfumme, si tocamos sólo Paul y yo, otra vez Mr.Perfumme et le Sieur Poules, pero si toco yo solo, toco como Mr.Perfumme, que, casualmente, es como cuando tocamos con toda la banda, que es lo menos parecido a cuando toco solo. Es como lo contrario en número de gente (dentro de nuestra escala numérica), pero se llama igual. Y todo eso porque pensábamos que era un poco lioso lo de cambiar todo el rato de nombre. Pero ahora está mejor, ¿verdad? Ahora lo vamos teniendo claro.
Visto con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo veis el álbum «Amoramoramor»?
Estamos muy contentos con el disco. Quizás nos hubiera gustado que tuviera algo más de repercusión, pero siempre hemos sido conscientes de que hacemos algo que se sale de muchos parámetros, y que, por lo tanto, no va a gustar a todo el mundo. Nosotros no aspiramos a gustarle a todo el mundo, la verdad. Lo que si que es verdad es que con la banda el disco se ha transformado, se ha convertido en otra cosa más poderosa y más intensa, bastante diferente del disco, que tenía más matices pero menos potencia. estamos muy contentos con esa transformación. Ahora es He-Man y antes era el príncipe ese del chalequito y el flequillo.
Se cumple más de un año de su aparición, ¿qué han hecho Mr. Perfumme durante este tiempo? ¿Hay nuevas canciones preparadas para formar parte de otro disco?
Pues la banda se formó directamente para el concierto de presentación del disco, así que, conocernos más como banda, ensayar, dar bastantes conciertos, Héctor pierde bastante tiempo y dinero en los rayos uva, y poner todo un poco en marcha. Y, si, ahora estamos preparando el siguiente disco, que va a molar más que la maldita muerte y que nos va a arruinar definitivamente pero también nos va a convertir en clásicos contemporáneos. En héroes. ¡Y yo en febrero saco libro!
¿Creéis que vuestra puesta en escena, esa tendencia al gamberrismo innata puede acabar ocultando las estupendas canciones que componéis?
Sí, por supuesto. De hecho, es un murito que nos construimos alrededor para parecer gilipollas y ocultar nuestra fragilidad y que nadie critique nuestras composiciones. Como hacía Eric Clapton. ¡Ese hijo de puta era todo un canalla! ¡TEARS IN HEAVEN! ¡CANALLAAAAA!!
Cuando se habla de vosotros se suceden etiquetas como post-cabaret, tango, folk, música balcánica, rock medieval,… ¿Os sentís cómodos con ellas?
La verdad es que nosotros mismos lo pasamos mal cuando tenemos que definir lo que tocamos. Es un rollo. Yo acabo diciendo metal.
Nosotros, cuando reseñamos vuestro disco, dijimos que hacéis música ligera del siglo XXI.
Pues, coñas aparte, Paul y yo hablamos muchísimas veces de que era la crítica que más nos había gustado. No es ninguna tontería que en el disco hay ese rollo como a cantante ligero dramático y viejuno. A mí me encantan, ese aroma como a cosa pasada y exagerada. Y no era fácil ver ese trasfondo. Nosotros hacemos un uso de todas esas músicas populares al servicio de una atmósfera, de un personaje, con ese gusto por lo imperfecto y hasta lo cutre a veces. Nos gusta eso.
Siendo una banda tan numerosa, ¿cómo lleváis a cabo el proceso creativo?
Antes, básicamente eran canciones mías o de Paul que el resto se aprendían, ahora componemos mucho más en el local y todo el mundo compone.
¿Cómo es un concierto acústico de Mr. Perfumme? ¿es eso posible?
Sí, sí, de hecho hacemos bastantes. Solemos ser Paul y yo un poco borrachos entrando en el concierto mientras cantamos una canción de Serafín Zubiri y acabamos con un blues sobre Kafka. Y Paul siempre me molesta mientras toco. Pero al vuestro vamos con banda. Para que veáis.
¿Cómo veis la escena musical valenciana?
Fenomenal, como siempre. Miles de trillones de grupos y casi ningún sitio para tocar que no tenga un tío con un parche y un loro en el hombro llevando el tema del alquiler.