Que el adjetivo «moderno» se haya convertido en algo peyorativo, en una manera de descalificar a alguien, es el mejor termómetro del mundo en que vivimos. Entenderlo todo como un enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo es infantil. Porque lo nuevo necesita de lo viejo y al revés. Que el apelativo «clásico» sea algo loable y «moderno» cada vez menos, debería ser motivo de reflexión. «Hay que ser absolutamente moderno», dijo Rimbaud. ¿Quién se atreve a llevarle la contraria?
Lola Cordón y Soleá Morente podrían ser abuela y nieta. Seguramente, ni se conozcan. Puede que ni tan siquiera hayan oído hablar de la otra en su vida. El próximo viernes, 28 de octubre, las dos estarán en Valencia por separado. Lola Cordón es actriz. Soleá Morente, cantante. Lola Cordón tiene 80 años. Soleá Morente casi cincuenta menos. Por las dos fluye la modernidad. La necesidad de buscar respuestas en el futuro sin por ello renunciar a las enseñanzas del pasado.
«Modërna» es el título de la obra que trae a Cordón a nuestra ciudad. Presentada en ese vivero de nuevos talentos y montajes valientes que es el Frinje y pescada por Guillermo Arazo para el Espai Mutant de Las Naves, es algo más que un homenaje a la veterana actriz. Esta, asume el protagonismo, sin paracaídas, de esta pieza de teatro contemporáneo, en el que no solo repasa su vida profesional, sin pelos en la lengua, sino también la suya personal, con sus cigarros y sus vinos. Lola ha trabajado en París, Londres, Buenos Aires; ha llevado a escena textos de Tennessee Williams, Samuel Beckett o Lorca; siempre se movió por ambientes intelectuales; tuvo carrera prolífica en televisión; y, ahora, sigue aceptando proyectos nada acomodaticios e innovadores. En este caso, La Belloch Teatro, concretamente Carolina África y Julio Provencio, son los culpables.
«Tendrá que haber un camino» es el disco que presenta Soleá Morente en La Rambleta. Una enorme colección de canciones que revisa la tradición flamenca a partir de coordenadas cercanas al rock y la música indie. Hay fandangos, sevillanas, granaínas, pero también pop electrónico. Están sus hermanos Estrella y José Enrique, su madre Aurora, Montoyita, pero también La Bien Querida, Los Planetas, Manu Ferrón o los Lagartija Nick de «Omega». Están Leonard Cohen y Antonio Machado. Sobrevuelan Triana y Gonzalo García Pelayo. Pero por encima de todo, está la sombra, el perfil de su padre, Enrique Morente, asintiendo con la cabeza, orgulloso. Suenan las campanas, Soleá se arranca a cantar «Yo escucho los cantos / de viejas cadencias / que cantan los niños / cuando en corro juegan…» y es imposible parar.
«Modërna». Las Naves. Viernes, 28 de octubre, 20:00h.
Soleá Morente. La Rambleta. Viernes, 28 de octubre, 22:30h.