Josh Rouse. Foto: York Wilson.

Josh Rouse nació en Nebraska, pero es uno de los nuestros. No solo por sus conexiones familiares y personales con València, sino porque su folk revestido de melodías pop está, intencionadamente, impregnando de sonoridades y aromas mediterráneos.

Rouse publicó Going Places en 2022, un disco donde conjugaba con acierto su lado más alegre con aquel otro más melancólico, fórmula que le acompaña desde su debut Dressed Up Like Nebraska (¿Cómo olvidar aquella «The White Trash Period of My Life» que, literalmente, rasgaba, o la angelical «Reminiscent» con la que se cerraba el álbum?). En el horizonte siguen reluciendo esa obra maestra que continua siendo 1972 o el refrigerante Nashville, sin menoscabo (pero sí varios pasos por detrás) de trabajos posteriores como The Happines Waltz (algo así como su resurreción creativa), el pasaje más dylanita de su carrera, el vitalizante The Embers of Time o los nuevos horizontes adictivos que buscó (y encontró) en Love in The Modern Age.

Tú última publicación hasta la fecha es una versión de “The Model”, de Kraftwerk. 

Siempre me ha gustado la canción y creo que hacer una versión más folk, más íntima, de una canción electrónica es interesante. La hice en enero, ahí en València, con Xema (Fuertes) y Cayo (Bellveser).

Si hablamos de LP’s, el último hasta ahora es Going Places (2022), cuya gestación está vinculada con el local Centro Excursionista de València.

Sí, el disco, la idea del mismo, nació ahí, en el Centro Excursionista, tocando en el verano de 2020, bueno tocando no, ensayando porque el bar estaba cerrado por la pandemia. Quería hacer canciones, un disco, con tiempos medios …  quiero decir … con alegría, pero a la vez algo que sonara bien en una sala pequeña, porque tocamos en salas pequeñas (ríe).

Es un disco que recupera al Josh Rouse más clásico. 

El disco anterior, Love in the Modern Age, lo hice con un portátil, hay muchos sintes, muchas cosas grabadas, sin una banda. Y con Going Places quería hacer algo en directo y con instrumentos más clásicos. No sé si eso el sonido más clásico de Josh Rouse, es orgánico.

Es un disco realizado durante la pandemia y con un halo optimista, alegre, puede que fruto de aislarse de lo que estábamos viviendo durante el confinamiento, pero en realidad son constantes reconocibles en canciones o discos anteriores tuyos, ¿no?

Sí, así es, no hice nada distinto (ríe).

Gary Louris canta en «City Dog» y no es la primera vez que colabora en una canción tuya. ¿Qué crees que le aporta a tus composiciones?

Gary tiene una voz muy bonita y para mí es una referencia. Además es mi amigo desde hace mucho tiempo, nuestra amistad se remonta a hace ya 25 años. Conocí su música antes de conocerle a él. Su voz tiene un sonido que me recuerda a tener 20 años y estar en la universidad. Que Gary cante una canción mía siempre es un regalo.

¿Escuchas música mientras preparas un disco como referencia de lo que quieres componer? 

Depende. Por ejemplo, en Love in the Modern Age había influencias de The Blue Nile y Prefab Sprout, pero para Going Places no me acuerdo de lo que estaba escuchando, no fue nada en particular.

El disco se cerraba con «Stick Around», la más «nashville» del álbum. ¿Hay que interpretar su título como un mensaje sobre tu futuro o es, simplemente, un título de canción?

La canción tenía otro título, “Let Me Down”, pero no me convencía porque ya hay muchas canciones que se titulan así. Sobre su significado, no sé, puede ir referido a seguir haciendo música, a seguir publicando discos, o no.

Haber grabado discos como 1972 o Nashville debe de ser motivo de satisfacción. Pero, ¿hay algo de presión en que siempre comparemos las nuevas canciones con ellos?

(Ríe) Creo que tengo suerte de tener por lo menos dos o tres discos conocidos, mejor que no tener ninguno. Y si hay comparación, bueno, me daba igual hace 15 años, pero ahora no, no tanto, sigo adelante. Tengo que mirar a gente como Dylan o gente que ha sacado mucha música, no puedo prestar mucha atención a lo que digan los demás, tengo que seguir mi propio camino.

¿Crees que proyectos paralelos tuyos como Isla o Kitten Floss puede influir musicalmente en las canciones que grabas como Josh Rouse ?

Como Josh Rouse nunca sacaré un disco completamente instrumental. Me interesa más poner otros nombres y que la gente sepa que se trata de otros proyectos diferentes. Ahora estoy trabajando en un disco nuevo para The Long Vacations, que lo grabaremos en València en verano y tengo muchas ganas. Es un disco más como Going Places, muy positivo, mucho sol, acordes mayores, unos grooves muy muy chulos, muy orgánico y muy folk también.