Swell fue uno de esos grupos que en los noventa te partían por dentro mientras exhalabas cierta euforia de procedencia desconocida. La cabeza, de arriba a abajo, de un lado al otro, como narcortizada, dibujando un futuro al que David Freel y Sean Kirkpatrick, desde San Francisco, le ponían una preciosa y triste banda sonora.

A diferencia de otros grupos del momento (que obtuvieron más reconocimiento) miraban hacia el pasado musical para vampirizarlo y, por eso, sus canciones no tuvieron (ni tienen) ese halo generacional que marca (para bien y para mal) y resultan atemporales. Podían sonar más folk, psicodélicos, noise, grunge, incluso progresivos. Cerca de Nirvana (como por ejemplo en «Kinda Stoned»), pero también de Pink Floyd o The Velvet Underground. Con esa grandeza de proximidad y universalidad que contagia el lo-fi. Como esos amigos que siempre sientes cerca aunque les repele que les abracen.

Freel (voz y guitarra) falleció en 2022 y Kirkpatrick (batería), acompañado de Monte Vallier al bajo, Niko Wenner como guitarra solista y John Dettman-Lytle, guitarrista original, se han embarcado en una gira europea para homenajearle tocando canciones de sus primeros cuatro discos. En España, su cabalgata cósmica solo hará parada en València. Será este sábado, 22 de abril, a partir de las 22.30h en La Rambleta.