Benjamin Palmer es Be Brave Benjamin, un músico galés ligado a nuestro país musical y presencialmente. En 2011 editó su primer disco, «A fine dance«, una colección de canciones de fuerte raigambre folk, con apuntes psicodélicos y una pátina de oscuridad. El año pasado entregó su segundo capítulo, «Mr. Precarious» (Discos de Kirlian), una obra que sorprendía por la calidez de sus composiciones. Más pop, más indie, más luminoso, más acústico y más melancólico, sin embargo se negaba a renunciar al lado más experimental de su debut y a mitad de álbum viraba hacia terrenos más complejos. Pero mejor que sea él el que nos comente uno a uno los temas que componen este adictivo trabajo.
1.- Beard and Belly
«Beard and Belly» era mi intento de hacer una canción de amor conmovedora, pero evitando los típicos clichés románticos con toques de humor y surrealismo. Es muy común en las canciones de amor contar todas las cosas fabulosas que harías para tu amada: escalar montañas, nadar océanos,… «Beard and Belly» es más modesto. El hombre ofrece dejar crecer su barba y barriga porque sabe que a su chica le gusta acurrucarse en ellas. Esta es una de las pocas canciones en las cuales me atreví a tocar un solo de guitarra, cosa que no es mi punto fuerte, ya que me considero más compositor que músico y muy lejos de ser un virtuoso con la guitarra. Sin embargo, creo que me salió bastante bien esta vez. Me gusta por su sencillez y sinceridad.
2.- Man or Mouse
Cada vez que intento explicar esta canción en los conciertos acabo pareciendo un idiota. A ver si no me pasa lo mismo ahora. Lo que quería explorar con la letra era la idea de que el ser humano es el animal que más duda de su propia naturaleza. Hasta el pequeño ratón es más seguro de sí mismo que nosotros, ya que no está debilitado por preguntas existenciales. En cambio, nosotros estamos constantemente preguntándonos… «¿Qué soy? ¿Quién soy? ¿Quién me hizo así?». La primera estrofa dice: «Am I a man or am I a mouse? / I’m a man I’m sorry to say / That’s what makes me weak / That’s what makes me doubt what I speak / Makes me doubt who I am / Am I a man?».
Todas nuestras dudas y preguntas hacen que dediquemos menos energía a vivir nuestra vida. Los animales viven 100% lo que son, ya que nunca dudan de ello.
Musicalmente, lo que destaca en esta canción, para mí, es el piano tocado por Ferran Resines y la guitarra eléctrica de Vasco Batista. Me parecen muy elegantes.
3.- Mr. Precarious
Veo que estoy hablando mucho de las letras y poquito de la música, seguramente porque pienso bastante en las letras, mientras que para mí, la música es algo más instintivo. A ver si puedo rectificar eso. «Mr Precarious» ha acabado siendo el «hit» del disco. Sin duda es la canción más accesible y pop. En gran parte esto es gracias a la guitarra eléctrica de Cristian Pallejà, que me parece increíble, y a la batería de Vasco que le pega perfectamente. La voz de Mar Márquez en los estribillos es la cereza del pastel.
Lo único que diría de la letra aquí es que estoy contento porque mucha gente ha dicho que se siente muy identificada con el sentimiento. ¡Parece que vivimos en tiempos precarios! Por cierto, si alguien tiene ganas de leer mis letras están en mi bandcamp y en la contraportada del disco, en inglés y español.
4.- Push Me Out to Sea
Estoy muy feliz de que Mía Salazar (Big Head Troubled Boy) se animara a cantar esta canción conmigo. Su voz me parece ideal: hermosa y cálida, pero melancólica también. Justo lo que la canción pedía, ya que cuenta una historia de amor agridulce. La armónica de Salva Chiva es un arreglo minimalista que solo aparece cuatro veces, pero es muy importante y levanta la canción en momentos claves. Daniel Gutiérrez contribuyó el bajo, creando este agradable ritmo desenfadado. Margarita Leonore Göbel hizo un vídeo precioso inspirándose en la letra de la canción. Lo podéis ver aquí.
5.- No Answer
El tema más country del disco. Inspirado en Johnny Cash, Will Oldham y también en las canciones de Matt Jackson, guitarrista tejano de Be Brave Benjamin y compositor increíble. Musicalmente, lo que destaca para mí, es el solo del órgano tocado por Cristian en el minuto 02:43: un momento maravilloso.
La letra habla de cómo a medida que nos vamos haciendo mayores, muchos dejamos de hacer las típicas mil preguntas al día que hacemos de niño, pero no necesariamente porque ya sabemos las respuestas, sino porque llegamos a creer que quizás no existen las respuestas.
6.- Lion and Gazelle
Con esta canción empieza la sección más rara y psicodélica del disco, donde fans del primer disco, «A Fine Dance» (sé que hay tres o cuatro por allí), se sentirán más en casa. Mi parte de guitarra aquí es tan extraña que ya ni recuerdo como la hice, y por eso nunca he vuelto a tocar esta canción en directo. Me han dicho que el tema suena hasta un poco «prog».
Cristian añadió unos arreglos maravillosos como el órgano. Mar Márquez canta unos coros geniales. Simon Williams (Sunny Graves) contribuyó lcon a batería en esta y, las siguientes dos canciones. Hizo un trabajo estupendo, especialmente teniendo en cuenta que tuvimos muy poco tiempo de ensayar juntos, y que grabamos sus baterías en una mañana.
7.- The Beaten Horse, the Buried Crow
Estoy orgulloso de cómo se entretejen las dos guitarras aquí. Creo que musicalmente es la canción más original del disco, en términos de su estructura y sonido.
La letra habla de cómo los humanos, que nos creemos reyes del planeta, fracasamos en el deber principal de un buen rey: cuidar de nuestros súbditos: los animales y aves con los que compartimos la tierra.
El caballo hace referencia a un incidente en la vida de Nietzsche. Vio un cochero golpeando con el látigo a su caballo que rehusó a moverse. El filósofo quedó impresionado por la violencia del hombre y de su voluntad de dominar el mundo y se precipitó para contener al cochero, y sollozando abrazó al caballo. Dicen que este incidente provocó su locura. El cuervo enterrado viene de la novela, «La insoportable levedad de ser», de Milan Kundera, y sirve como otro ejemplo de la crueldad inconsciente del hombre.
8.- Wooden Fingers
El sonido oscuro y medio céltico de esta canción viene de la afinación en la que la compuse: DADGAD, también utilizada por Davey Graham, Bert Jansch y Jimmy Page entre otros. Como en la canción anterior, Matt y yo hemos trabajado para entretejer las guitarras de manera orgánica, creando una red de sonido. Solo teníamos una mañana para grabar mis voces para este disco, así que la mayoría las hicimos en un par de tomas. En este caso usamos la primera si no recuerdo mal. Añadiendo al ambiente misterioso está el piano tocado por Ferrán, el mellotron (usado por The Beatles en «Lucy in the Sky with Diamonds») y las voces de Cristina Checa, Mar Márquez y Matt Jackson.
9.- My Saving Grace
Es una canción romántica, y a la vez un poco asquerosa, ya que habla de cuando tu pareja se queda dormida en tu pecho y babea sobre tu camiseta. Creo que hay pocas situaciones más íntimas que ésta. La letra dice que aunque acabas con la camiseta empapada, no la quieres lavar porque es lo que te salva: «And the smile on your face saves the whole human race / And your slobber on my shirt is my saving grace». Tiene una combinación de arreglos bastante original: una guitarra lap-steel y un acordeón. La maravillosa voz femenina es de Mía Salazar.
10.- He Only Loves You When You’re Sleeping
La canción más antigua del disco. Ya había grabado una versión lo-fi hace años para un EP sacado por Error-Lo Fi. Llevaba tiempo tocando una versión más folk en directo, acompañada por la guitarra de Matt Jackson, y decidí que esta nueva versión merecía estar en el disco, ya que bastantes personas me habían dicho que era su canción mía preferida.
11.- Real Wings
Este es el tema del disco más cambiado en comparación con su versión maqueta. Cuando la toqué para Cristian, antes de empezar a grabar, era nada más que guitarra y voz. Pero como tenía ese aire ragtime, decidimos que quedaría bien con un piano honky-tonk. Cristian se encargó de transponer la melodía de guitarra al piano. Le quedó muy divertido. Luego le pedí a Xavi Tort que contribuyera con su trompeta y lo hizo de maravilla, dándole ese ambiente fiestero a la canción.
Realmente tiene un sonido bastante original, entre una canción ragtime y música de videojuego retro. Siempre me gustan los discos que acaban con una canción graciosa, donde el artista se ríe un poco de sí mismo, como «Goodnight Ladies» en Transformer o «Her Majesty» en Abbey Road. También me gusto mucho que Cristian cante al final ya que, para mí, el disco no se pudo haber hecho sin él. Era idóneo que su voz apareciese en el último minuto, como despedida.