Nos metemos en la máquina del tiempo y viajamos al pasado para rescatar aquellos discos valencianos que no merecen caer en el olvido. El trayecto lo haremos con los propios protagonistas. Invitaremos siempre a un miembro del grupo elegido a que sea él quién rememore la grabación del álbum y todo lo que envolvía a la banda en aquellos años. Para empezar, hemos escogido el debut largo de Las Máquinas, de título homónimo, y es Joan F. Toledo (cantante, bajo) quien toma la voz:
«Las Máquinas», Las Máquinas (1992, Epic-Sony).
Entre curas y putas crecimos. Y a la salida de clase de Escolapios, en Velluters, antiguo barrio chino de Valencia, la tienda Discos Harmony, completaba nuestra formación con Lou Reed y The Clash. Montamos la banda y comenzamos a ensayar en una alquería en la huerta de Orriols, propiedad de Bartual (La Morgue), que compartíamos con las pinturas del artista David Dúplex. Bebíamos, fumábamos y todo lo demás…. Éramos hedonistas y libertarios…Y ensayábamos. Ensayábamos mucho, diariamente. Leíamos a Castaneda y a Escohotado.
Eran tiempos pre-olímpicos. De pintadas “Espanya 92-València 0”. La brutalidad y estupidez del terrorismo sólo reforzaba una entonces indiscutida monarquía campechana. Mientras, el gobierno de Felipe (“de entrada no”) encarcelaba sin piedad a centenares de pacifistas insumisos. Ensayábamos y salíamos. Por la tarde al Cafetín en el Carme. De noche a La Marxa, Gasolinera, Babia y acabar a Continental…. Y seguir en las discotecas Spook, Puzzle o ACTV.
Un locutor de radio vasco, Fermín Larrondo, nos conectó con Radical Records. El mundo POP miraba hacia Manchester (The Stone Roses, Happy Mondays…) así que nos fuimos al norte de Inglaterra, a Doncaster, a grabar en Axis Studio, de Matt Ellis, nuestro primer y homónimo LP. Durante nuestra estancia británica conocimos de primera mano el desabastecimiento en cantidad, precio y calidad del hachís y las fabulosas cualidades del MDMA.
El disco era un poco raro. Increíblemente, la Epic-Sony nos pagó un adelanto de 1.500.000 pesetas por publicarlo. Firmamos el contrato rodeados de discos de oro de Julio Iglesias. Ni que decir tiene que gastamos el dinero alegremente en fiestas e instrumentos. Nos robaron los instrumentos de la alquería. Teníamos 20 años. Dicen que nuestros conciertos eran memorables. Yo casi no los recuerdo. Íbamos ensayados. El disco no fue a ningún lado. Pasó totalmente desapercibido. La compañía estaba más dedicada a promocionar el primer LP de la mediocre Rosario Flores. Han pasado 25 años.
El periodista musical y amigo Dani Grau dijo hace unas semanas en las redes sociales que Las Máquinas era el mejor grupo valenciano de la historia. Yo no le creo, exageraba… Amor Sucio eran bastante más buenos.