Rafa Skam es un apasionado de la música como pocos. Escribiendo, haciendo radio, yendo a conciertos y festivales sin importarle la distancia, pinchando, comprando discos y componiendo canciones y subiéndose al escenario a tocarlas. Formó parte de Vacaciones o Minibar y siempre de The Yellow Melodies, con los que lleva más de veinte años, ochos discos grandes (Life el más reciente) y un montón pequeños, repartiendo soleadas melodías de power pop con denominación de origen (y algún que otro experimento como el Experimental Sonic Fuzz de su primer disco). Estaba escrito que antes o después participaría en esta sección eligiendo sus discos favoritos.
Rubber soul (The Beatles, 1965)
Yo creo que todo el mundo tiene un disco favorito de The Beatles. Para muchos suele ser el White album o el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, sin embargo, aquel que nunca me canso de escuchar y tararear es Rubber soul, un disco lleno de armonías vocales y de melodías perfectas que me vuelven loco. Toda la culpa la tiene un casete original de 1977 de un grupo que se llamaban The Booklets, llamado Éxitos de los Beatles, que escuchaba sin parar cuando tenía cinco o seis años. The Beatles es el grupo al que le debo todo, aquel que hizo que la música fuera tan importante en mi vida. Ellos me impulsaron a formar un grupo.
Strangeways, here we come (The Smiths, 1987)
Cuando tienes quince años la música que escuchas la percibes de forma muy especial. Entonces salió este disco y me atrapó desde el principio. Es algo que no sabes bien cómo explicar. Es la voz de Morrissey, las guitarras de Marr,… pero sobre todo las melodías y las atmósferas que creaban, la emoción que produce escuchar su música. Es el POP en mayúsculas, qué se yo. Es un disco perfecto, y aunque la mayoría considera The queen is dead como su obra más redonda, para mí lo ha sido siempre y sigue siéndolo el Strangeways, here we come. Por cierto, The Yellow Melodies le rendimos tributo en nuestro álbum de versiones Fan #2, con una versión de Paint a vulgar picture.
Songs from Northern Britain (Teenage Fanclub, 1997)
Los escoceses son otro de mis grupos favoritos de la historia. Es de esos grupos que no he oído a nadie decir que no le gusta. Tampoco he escuchado una canción mala de ellos. Esta joya incluye una exquisita colección de melodías irresistibles llenas de celestiales guitarras y mágicas armonías vocales.
Suede (Suede, 1993)
En realidad, cualquiera de los primeros tres álbumes podría destacarlos como de mis favoritos de la historia, pero me quedo con el primero, porque incluye mi favorita, So young, y otras que ponen la piel de gallina como She’s not dead o Sleeping pills. Todas las canciones de este disco me parecen absolutamente brillantes. He de reconocer que empecé a escuchar al grupo con el tercero, el Coming up… pero a partir de ahí, y sobre todo con los discos anteriores, me hice fan. Fue también el primer año que vinieron al FIB, y yo trabajaba en verano para ir a mi primer Benicàssim. Le pedí a una compañera que me cambiara los días para poder escaparme ese fin de semana al festival y vaya si mereció la pena. Antes el FIB molaba mucho. Y Suede también.
Pleasant dreams (Ramones, 1981)
Si hablas de punk, hay gente que te dirá que es de The Clash, otros, de los Sex Pistols. Y sin embargo, yo, a pesar de que mis gustos musicales son más británicos que americanos, siempre elegiré a los Ramones. Son quizá el grupo punk más pop que existe. Y si me tengo que quedar con un disco es con Pleasant dreams, un álbum tan perfecto que hace unos meses me planteé versionarlo entero. Aún no he empezado, pero espero tener el álbum grabado y listo para su 40 aniversario.
The piper at the gates of dawn (Pink Floyd, 1967)
Syd Barrett es dios. Mi concepto de la psicodelia se acerca más al universo de Pink Floyd que a la de cualquier otro grupo, de antes o de ahora. Y sobre todo a la forma de entender la música de Syd Barrett. Desde Astronomy domine hasta Bike, el primer álbum de Pink Floyd es puro deleite caleidoscópico. Por cierto, que The Yellow Melodies hicimos una versión de Bike en nuestro álbum de versiones Fan #3.
Forever young (Alphaville, 1984)
Cuando era un adolescente escuchaba de todo. Consumía música de forma compulsiva, sin hacer demasiada distinción de estilos: pop, heavy, tecno,… Todos los LPs que me dejaban mis compañeros del cole de sus hermanos mayores los fusilaba en cintas TDK-D90, uno por cara, o en TDK-D60 si el disco era muy largo. Luego les ponía la portada que recortaba de la Discoplay. El primer álbum de los alemanes Alphaville es uno de esos discos que escuché más de cien y de doscientas veces seguro. Me sabía hasta las letras de algunas canciones. Hace siglos que no lo escuchaba, y mientras escribo esto lo tengo puesto y me emociona escucharlo, me trae recuerdos de otra época.
Un soplo en el corazón (Family, 1993)
Aunque escucho más música de fuera, también intento estar al tanto de lo que se hace aquí, y sin duda, mi álbum favorito nacional de todos los tiempos es el único que publicaron Family. Es un álbum sencillamente perfecto, que nunca ha pasado de moda, que siempre da gusto escucharlo. Es un disco rebosante de inspiración. Siguiendo con la autopromoción, también hicimos una versión de Family en nuestro álbum de versiones Fan #2, de La noche inventada. Anda, escucharos todos esos discos (y los demás) en nuestro Bandcamp.
