Francisco Nixon

Si alguien trazara un árbol genealógico de la gran familia del indie español, la casilla con el nombre de Francisco Fernández debería ocupar un lugar privilegiado. De él saldrían algunas ramas imprescindibles para entender el devenir de la música alternativa en este país. Primero con los adictivos Australian Blonde; más tarde con aquella maravillosa anomalía hedonista que significó La Costa Brava; y ahora como Francisco Nixon (solo o acompañado), artesano de canciones que emocionan desde la sencillez bien entendida, en la estela de Jack Lemmon, Gloria Fuertes, Marco Van Basten, Juan Berrio, Julián Ayesta o Los Ángeles. Para conocerle mejor, nada más efectivo que sus recuerdos musicales divididos de diez en diez años.

De 0 a 10 años:
Recuerdo estar en la cama y escuchar a mi madre cantar mientras limpiaba la casa o hacía la comida; boleros, copla, y cosas así. También las sintonías de la radio, por ejemplo la sintonía del programa Protagonistas de Luis del Olmo, o la sintonía de la carta de ajuste, o de algunos programas de la tele: Los Ángeles de Charlie, Las Calles de San Francisco… Muchas sintonías de Vangelis, Jean Michel Jarre… La música de Cosmos, de Carl Sagan… Las canciones de Azul y Negro de la vuelta ciclista… Las actuaciones de los domingos de 300 Millones, el programa de Pepe Domingo CastañoAplauso, con Silvia Tortosa, de la que estaba enamorado… Me acuerdo especialmente de una actuación de Village People, no sé por qué. Las canciones de los dibujos animados, Mazinger Z (Raphael), La Abeja Maya, Willy Fog (Mocedades)… Los grupos infantiles, claro (ya no hay): Parchís, Enrique y Ana, Regaliz, Zipi y Zape… Los programas musicales de Valerio Lazarov, muy locos, algunos grabados en cine. El Ballet Zoom, Giorgio Aresu… Valerio Lazarov era como el negativo de Gente Joven. La España imaginada frente a la real.

De 10 a 20 años:
A partir de los 10 años empecé a engancharme a la música que escuchaba en la radio. Recuerdo escuchar una emisora ya desaparecida, Radio Gijón, recomendada por unos amigos mayores, que ponía una música bastante buena. Supongo que por esa época descubrí los 40 Principales. Y sobre todo estaba la tele, claro. La Bola de Cristal, y Tocata. Tocata era el escaparate de la modernidad, pero La Bola de Cristal fue fundamental. Era como ir a la escuela, y creo que es una de las cosas más punk que se han hecho en la televisión en cualquier país. Algún programa de La Edad de Oro también pude ver, pero me aburría bastante, era demasiado denso para mí. Con 15 ó 16 años le pedí a mis padres que me compraran una guitarra eléctrica, algo muy caro en aquella época, sin saber tocar. Temiendo que fuera un capricho, me hicieron prometerles que tomaría clases, y así lo hice. A partir de ahí ya empecé a tomarme la música un poco más en serio, a intercambiar discos con amigos, intentar descubrir música nueva y esas cosas. En COU logré formar un grupo con amigos del colegio y al año siguiente empecé a descubrir la música independiente. Hasta entonces mis principales referencias eran The Beatles, Bruce Springsteen, U2, Dire Straits… Y los grupos españoles de la época: Radio Futura, Los Secretos, Loquillo, La Frontera, Los Elegantes, Golpes Bajos, etc. Roberto (el batería) empezó a aparecer con discos de Inspiral Carpets, Pastels, Jesus And Mary Chain… Pero el disco que nos voló la cabeza fue el primero de Stone Roses, lo escuchábamos a todas horas. Aunque también escuchábamos a Guns And Roses, o Poison

De 20 a 30 años:
A través de nuestro batería tomamos contacto con la incipiente escena independiente de Gijón y con todo el universo de Radio 3, los sellos, los bares, la prensa, etc. Los bares eran el centro neurálgico de todo aquello. El Metro, La Plaza, El Sótano, El Zero… Los grupo que más me influyeron en aquella época fueron los Lemonheads, Teenage Funclub, Buffalo Tom… Nunca fui mucho de Nirvana, Pixies o Sonic Youth, aunque evidentemente estábamos muy influenciados por todos ellos. A partir de ahí empecé a descubrir las influencias de mis influencias, y a llenar lagunas básicas que tenía: Beach Boys, Byrds, Flying Burrito Brothers… La Velvet Underground la escuchábamos mucho, como todo el mundo en esa época. Además las canciones eran fáciles de tocar. Grabamos un disco con Steve Wynn

De 30 a 40 años:
Con La Costa Brava conozco a Sergio, un verdadero erudito, y gracias a él descubro un montón de música nueva, al margen de mis búsquedas personales por internet, orientadas sobre todo a la música negra, de la cual desconocía prácticamente todo. Con Sergio escucho sobre todo a Serge Gainsbourg y la psicodelia. Una de las cosas que más echaba de menos a la hora de componer en castellano era la falta de referentes, y con Sergio me hago muy fan de Peret, Fania All Stars, Antonio Machín, los sesenteros españoles (Módulos, Íberos, Los Pasos, etc.), Kaleidoscope, Pascal Comelade, Cole Porter, Billie Holiday, el recopilatorio Fading Yellow, y yo qué sé cuántas cosas más. Ahora sigo mucho el blog Estudio del Sonido Esnob y, desde hace un año, me encargo de seleccionar las novedades para la web de Deezer. Mi artista favorito creo que es Jonathan Richman.