Los noventa dejaron en Valencia un buen puñado de bandas que, con mejor o peor suerte, nos regalaron los oídos con canciones llenas de efervescencia juvenil. Fuera en formato más eléctrico, más pausado o con la enciclopedia del pop como cabecera. Big Score, Los Magnéticos, Polar, La Habitación Roja, Ciudadano López, Kindergarten, Los Vivos, Los Sostenidos, Buzzing Mouths o Furious Planet fueron algunas de ellas. Mike Grau tocaba y componía en los últimos. Su pasmosa habilidad para crear himnos inmediatos les catapultó hasta Subterfuge, pero el divorcio llegó (con duras acusaciones del grupo hacia el sello incluidas) y aunque Furious Planet aún entregó un álbum más, acabaron separándose. En el 2011, con The Funeral (que conociendo su militancia en la escuela del humor negro no sería un título casual) lo intentaron por última vez. De aquellas cenizas nació Mad Robot. Grau cambió a sus compañeros por la adherente voz de Sue (que venía de la música house) y las canciones siguieron brotando con la misma fuerza que antaño. Blacklisted es el mejor ejemplo de ello, un contundente disco en el que hay tiempo para dar un par de capones a Sr. Chinarro y Russian Red; versionear a The Jesus and Mary Chain; y sobre todo para entregarse, en cuerpo y alma, a la ecuación perfecta: melodía + estribillo + cambios de ritmo espasmódicos.
¿En qué medida te ha servido la experiencia con Furious Planet para afrontar de otra manera esta aventura?
Mike Grau- Esto es diferente, tienes que olvidar todo el trabajo de un grupo profesional y volver a la autogestión, internet ayuda, pero es mucho trabajo hacerlo todo nosotros. Lo positivo es que así hay un control absoluto sobre nuestro trabajo. Conozco bien la industria discográfica española y es precisamente la parte que odio de la música. Ahora soy capaz de hacer canciones y grabarlas sin ayuda de nadie, las puedo editar o subirlas a cualquier página. Hay que ser tremendamente humilde y darse cuenta de la realidad de la música en España: el formato físico agoniza y es difícil tocar sin palmar pasta, con lo que las bandas terminamos adaptándonos a este nuevo orden, pero seguimos luchando por esa “otra música” hecha en nuestro país.
Volver a autogestionarte y a hacerlo tú todo en casa, ¿ha sido para ti, Mike volver a aquellos años del Kasal Popular?
M- Sí, en cierto modo en aquella época todo se movía así, es fácil para alguien de trabajó con fanzines, fotocopias y cintas de cassette aprovechar los medios de hoy en día. El Kasal Popular fue un bien cultural irrepetible de esta ciudad: muchos grupos empezamos allí a hacer canciones y allí se realizaron miles de conciertos y actividades, alejados de la mirada de la prensa musical de la ciudad. Los 90 en España fueron gloriosos no en cuanto a calidad, pero si en cuanto a cantidad de actividad relacionada con la música alternativa. Fueron un hervidero de bandas, discos, salas, y aunque pecábamos todos de falta de profesionalidad, se hicieron muchas cosas. Para mí uno de los grandes fracasos culturales de este país es que apenas tres o cuatro bandas de esa época se ganan la vida con la música hoy en día.
Vuestra hiperactividad creativa es desbordante.
M- Es cuestión de trabajo y que las cosas salen, también está relacionado con tener la posibilidad de grabar en casa. Hacía años que no componía temas nuevos y de repente me he visto desbordado de ideas y todo ello he podido ir plasmándolo en canciones. Blacklisted se empezó a gestar con alguna canción y cuando me di cuenta tenía 15 temas, decidí parar y terminarlos bien porque el disco estaba hecho.
De hecho para este disco no habéis recuperado ninguna del ep anterior.
M- No, había 14 canciones nuevas, hicimos una versión de The Jesus & Mary Chain y el disco quedó cerrado. Queríamos hacer algo diferente, más rock y olvidar ese formato folk que tanto abunda. Queríamos hacer un disco sólido de rock alternativo, que tuviese como emblema el que las canciones estuviesen por encima de todo. No es un disco de un single, es un disco para cantar.
Aunque hay alguna canción más oscura, casi todas responden a la brillante ecuación melodía + estribillo que tanto pueden valer para Pixies, Lemonheads, Nirvana o incluso los Ramones, ¿es una marca de la casa?
M- Sí, siempre me gustó hacer canciones redondas, tarareables con potentes guitarras y bases rítmicas demoledoras. El mundo ya está lleno de folkies aburridos y barbudos mirando al suelo cantando penas y aburriendo a la gente. Nosotros pretendemos lo contrario, retomar ese legado de aquellas bandas que había en los 90, con aquellos discos tan redondos. No sabemos hacer rock de otra manera.
Muchas de ellas no hubieran desentonado en el repertorio de Furious Planet.
M- No, perfectamente podrían haber encajado, la diferencia es el tema de las dos voces masculina/femenina, por lo demás el concepto es el mismo.
¿Cómo se consigue esa facilidad que tenéis para crear canciones tan contagiosas y tarareables, con esos cambios de ritmo tan adictivos?
M- No lo sé, quizás la felicidad y el asumir de manera humilde el que nadie hablará de nuestras canciones, porque no somos amiguitos de nadie, ni tenemos dinero para promocionarlas hace que todo sea más natural. Sólo se hablará de nuestra música en sitios donde se sepa apreciar ese bien escaso que es la canción. Somos la parte de Valencia que a ellos menos les gusta porque se sale de sus parámetros de banda indie blanda y moña, y además siempre fuimos críticos con ellos. En cierto modo molestamos porque llamamos a las cosas por su nombre y no nos dedicamos a endulzar la mala situación de la música en Valencia. Nosotros a pesar de ellos seguiremos haciendo música e intentando difundirla.
Hay una canción (instrumental) dedicada a Rodney McKay, ¿es por Stargate?
M- Jajajaja. Sí, somos muy fans de David Hewlett y de su personaje en dicha serie, nos gusta mucho todo ese universo de series y películas de ciencia ficción y horror. Actualmente seguimos Game Of Thrones, Breaking Bad, Black Mirror, Hemlock Grove y Walking Dead. Con el cine pasa igual consumimos mucho, el otro día fuimos a ver Evil Dead el remake de la peli de Sam Raimi.
El disco se cierra con una canción en castellano que no llega al minuto. ¿Un avance de lo que está por llegar?
M- Nunca se sabe, cuando no tienes ninguna barrera a la hora de crear te atreves con muchas cosas. En Blacklisted hay sintes, pianos y canciones completamente desnudas con apenas una batería, un bajo y unas voces. La idea es clara: tener canción. Cuando tienes eso, luego cada una te lleva por donde quiere y si tú no le pones trabas estilísticas, termina por ir al sitio de la mejor manera. Ya estamos grabando las primeras demos de nuestro próximo disco.
¿No sacar edición física del disco es por cuestión económica o porque pensáis que el formato está muerto?
M- Ambas cosas, el formato físico agoniza y hay gente que sigue negándolo y haciendo ediciones que se comen con patatas o venden a su familia y amigos. El presente está en internet, se ha devaluado el arte y la gente ya no paga por ello. Además, la gente no tiene dinero para gastar en cultura, ya no interesa la posesión de un archivo en el ordenador, no hay descargas, el presente es el streaming. Obviamente la crisis afecta a todo esto, yo mismo llevo casi 3 años parado y todo el concepto de Mad Robot está orientado a no gastar dinero y hacerlo todo nosotros.
Mantenéis una postura muy crítica con la modernos y los hipsters en vuestro facebook.
M- Somos muy críticos con todo lo que rodea al mundo de la música, hoy se vende más imagen que música, y la modernidad manda. La gente son como borregos y a todos les gusta lo mismo, no hay personalidad. Los hipsters son la parte ridícula de todo esto, pero aquí no se salvan ni los críticos empeñados en ser las estrellas, sin serlo, con su séquito de aspirantes a rock stars revoloteando a su alrededor. No nos damos cuenta de que todo eso no sirve para nada y que lo principal es hacer buenas canciones y dejarnos de historias, ser mucho más críticos con nuestro trabajo. Nos reímos de todo ese mundo, no tenemos apoyo de los medios en Valencia por el simple hecho de criticarlos. Somos obviados por la mayoría de prensa valenciana, lo asumimos y ya está. Son así, no informan, sino que desinforman a la gente y sólo publicitan lo que se paga y lo que se compra en las barras de pub por la noche. El resto de gente que hacemos música sin entrar en sus rollos, simplemente no existimos. Hay montones de bandas mediocres en Valencia de las cuales los cuatro medios hablan como si fuesen lo máximo, y otras con calidad, que a su parecer ni existen.
¿Entra en vuestros planes actuar en directo?
M- De momento no, la cosa no está para ir a tocar a ningún sitio, no vamos a pagar ningún alquiler de sala ni nada parecido. Para hacer algo tendrían que cambiar muchas cosas, pero nunca se sabe.