Biznaga encabeza la última cita del año de Serialparc, esa propuesta ambulante que recorre València parque a parque. Este próximo 21 de diciembre, Biznaga, junto a Nuevos Vicios y Ferretería Rosario, erigirán un monumento guitarrero en el Parc de Malilla. Es la segunda parada de Biznaga en València con la gira de ¡Ahora!, su tercer álbum de rock protesta y pasional que confirma que estamos ante una banda en pleno crecimiento.

Hablamos con Milky (Jorge Ballarín), batería de Biznaga. Quieren cerrar esta etapa a lo grande. Para lo que vendrá después, asegura, “hay unos buenos pepinos”, aunque todavía en formato borrador y sin pasar por el estudio. A falta de eso le hemos pedido la lista de los cinco discos que más han sonado en la furgo de Biznaga durante esta gira. ¡Nos vemos en el Parc de Malilla!

¡Ahora! ha durado un buen rato. Tanto, que volvéis a València en una segunda gira para cerrar esta historia a lo grande ¿Se superó cualquier expectativa tras el efecto Bremen?
Bremen no existe nos ha dado muchas alegrías desde el primer momento y generó un interés que se mantuvo hasta la salida de este disco. La gente estuvo muy receptiva desde el principio, pero, la verdad, no sabíamos que iba a ir tan bien. Ha sido una gira súper larga y aún hay algo de expectación con el cierre de la misma, lo que es un logro y muy de agradecer en un mundo donde la inmediatez y la viralidad exprés es el ritmo de los tiempos.

¿Habéis contado los kilómetros o aquí la cosa ya va partido a partido?
Recuerdo hablarlo con el equipo y obligarnos a tirar de frases más propias del mundo del fútbol como esta que tú dices. Jugábamos a preguntarle a Guille, nuestro tourmanager, o a Raúl, el técnico, si ya llevábamos la mitad de los conciertos hechos de todo lo que teníamos programado y casi siempre era: “¡todavía no!” Hostia, por un lado molaba mucho tener tantos bolos, pero por otro también había que sobrevivir. Cualquier detalle logístico o humano nos puede fastidiar los planes en cualquier momento. Pero aquí estamos, en la recta final y mejor que nunca.

Hace un año pasastéis por València, el barro de la dana estaba todavía fresco. Aquel bolo fue todo intensidad. ¿Cuesta mantener ese nervio u os enchufáis rápido?
Creo que ese nervio está en nuestro ADN personal y musical. No te voy a negar que los años pasan y que cada vez jugamos más con propuestas reposadas, pero esto no quita que la banda quiera seguir siendo intensa y vibrante. Nos lo sigue pidiendo el cuerpo y las circunstancias.

También pudimos comprobar entonces que tenéis un público propio, y sobre todo joven, que baja ostensiblemente la edad habitual en los conciertos de guitarras. Esa responsabilidad os afecta a vosotros y al resto de bandas de vuestra generación. ¿Será que el rock sí interesa, no?
La música de guitarras sigue viva, sigue alimentándose de espíritu y carne joven y nos gusta que, a su vez, conviva con todo tipo de estilos e identidades musicales.

Un año después, ¡Ahora! ha dejado varios himnos. En directo ¿cuál os ha sorprendido en su evolución?
Con este disco descubrimos que podíamos hacer canciones distintas, no tan frenéticas, no tan urgentes, y aún así trascender al público generando momentos muy potentes. Hablo, por ejemplo, de ‘Benzodiacepinas’ o ‘Espejos de Caos’.

¿Podemos hablar de rock protesta? ¿Es la música una vía de escape o un objeto con el que golpear a la cruda realidad?
Son las dos cosas y a la vez ninguna, eso es lo bueno, y siempre conviven. Tanto en una misma escena (el punk tuvo muchas maneras de enfocarse, desde herramienta de transformación política hasta ser la manera de pagarse la vida lumpen o evadirse de la realidad) como en una misma persona, en mi colección encuentro música que me nutre, que aviva mi conciencia de clase y que me encantaría que sonase bien alto mientras aplasto el fascismo y, a su vez, discos que me calman, que consumo de manera hedonista, o que los tengo de fondo existencialmente hablando porque simplemente suenan increíbles.

Urbanismo, vivienda, salud mental, la desilusión vs entusiasmo… ¿De dónde salen más canciones a Biznaga: de patear la calle, de ver el telediario o basta con no salir de las redes sociales?
De todos esos lugares, materiales o de la imaginación, pero, ante todo, salen de la cabeza de nuestro bajista y letrista Jorge, que combina mordacidad con ser un tipo muy leído. Consigue interpretar nuestros tiempos y nuestros anhelos, y facturar unas letras con las que nos sentimos muy identificados y muy orgullosos.

Hace un año y pico, en el concierto de Valencia, entre amigos hablábamos de vosotros y de lo mucho que nos gustaba ‘Espejos de caos’, y comentábamos que ahí se abría una nueva vía en Biznaga. Una de esas canciones que hace crecer a una banda. ¿Lo que vendrá tiene ya trazadas sus líneas maestras?
Tenemos unos borradores de canciones en el móvil que apuntan a un disco en la línea de ¡Ahora! Está mal que yo lo diga, pero ya hay unos buenos pepinos.

¿A estas alturas qué impone más, el estudio o el escenario?
Afortunadamente ya no nos impone ninguno de los dos contextos o situaciones. Cada uno tiene su aquel y los disfrutamos mucho. Les hemos perdido el miedo pero no el respeto. Sí que es cierto que los conciertos multitudinarios y los grandes escenarios nos ponen nerviosos, sobre todo a mi, al batería.

La pasada semana el rock perdió dos referentes, ¿cómo os han marcado Jorge Ilegal y Robe?
A nivel personal esas dos figuras nos han influenciado muchísimo y acompañado en los momentos más importantes de nuestras vidas. Han sonado en la furgo, en viajes, en casa estando de pedo, en pinchadas, hemos estado en sus conciertos… En fin, el rock y la música en general está de luto, pero nos acompañarán siempre y, cuando tenga que ser, nosotros a ellos. A nivel musical sí que es cierto que la impronta de los tres primeros discos de Ilegales es más palpable.

Para terminar, otro clásico de estas fechas. ¿Cuál es vuestro top 5 de discos favoritos de este año. O los discos que más os han acompañado en ruta?
(Aquí Milky pide opinión a toda la banda y queda la siguiente lista)
‘High’ de Royal Headache
‘Guided Tour’ de High Vis
‘Ahí te pudras, maldita’ de Las Petunias
‘Agotados de Esperar el Fin’ de Ilegales
‘Debí tirar más fotos’ de Bud Bunny