Foto: Carles Solís.

El primer disco grande de los valencianos ManuteBol, Metamorfosis (Astro Música), ama a las melodías por encima de todas las cosas. No importa que muestren su lado más pop, el más rock o el electrónico. La columna vertebral la configuran ellas. Con cierto halo melancólico, con la euforia entusiasta tan propia del power pop, con el quebrado emocional y atrayente de los medios tiempos, con un tono generacional que va más allá de algunas referencias en las letras y/o de algunos nombres (Blur, La Habitación Roja, The Cure…) que sobrevuelan por sus temas.

El álbum, con una presencia constante (y vigorizante) de València en sus composiciones, es sobre todo un disco de canciones. Ese formato que tanto ha hecho por nuestra salud a lo largo de los años. Para hablar de ellas, le hemos pedido a Manu Solís (compositor principal, voz y guitarrista de la banda) que nos las comente una a una. Después de la portada tenéis el resultado:

1- Verano 2004

Cuando ManuteBol, aún éramos solamente mi colega Albert Gimeno y yo en su piso de Xirivella, que incluía un pequeño home studio de grabación, jugábamos a producir y montar algunas de las canciones que yo componía. Un día él me dijo que tenía un boceto que igual me podía gustar para incluirlo en el proyecto. Escuché ese riff pegadizo de guitarra, muy rolling, y me gustó tanto que en cosa de un rato entre los dos sacamos una letra. A ambos nos gustaba evocar años de juventud y locura. Verano 2004 es el recuerdo borroso de algunas raves en los alrededores de València cuando teníamos poco más de 20 años. Un tiempo después, 1 ó 2 años, Albert ya no estaba en el grupo pero la canción fue cogiendo forma con las guitarras de Jorge Arias, bajo de Luis Bonafe y batería de Santi Bernal, además del buen hacer de David Garzinsky que nos ayudó con la producción y la idea de incorporar sintetizadores, además Mireia García hizo los coros. El resultado fue bastante más popero que la idea original de Albert. Es una de mis favoritas y en directo lo damos todo con esta canción.

2- Electrosideral

Esta es nuestra canción más bailonga, la vena bakala valenciana tenía que salir por algún lado… pero también nos gusta The Cure o New Order y quizá se note también en esta canción… o a lo mejor escuchamos algo de la movida valenciana en el vientre de nuestras madres y algo se nos quedó.

3- La Guerra de las Galaxias

Recuerdo en los inicios, en el local, que se la enseñé a Albert y entre risas me dijo que sería nuestro hit. De momento no se ha convertido en nada parecido a eso, pero es muy pegadiza y nos funciona muy bien en los conciertos. Tiene un ritmo muy popero a la par que contundente en la batería. También recuerdo que David nos ayudó con los sintetizadores que le dieron otra dimensión a la canción, en los puentes antes del estribillo… No sé en que momento se me ocurrió asociar esta música con la película , pero la trilogía original me la tragaba muchos findes con mis tíos y primos cuando era pequeño. En el estudio cambiamos un poco la letra y decidimos meter algo de València, que aterrizara la letra a algo más cercano y simpático, lo de la Bounty del Saler salió en plan chiste porque la verdad no sé si he estado allí nunca, pero podría haber acabado allí alguna noche fácilmente, como lo he hecho en muchos otros abrevaderos de Valencia y alrededores

4- Fue en otra vida

Me acuerdo de cuando empecé a componer esta canción. Bajaba del autobús camino del trabajo escuchando a Arcade Fire, no recuerdo exactamente qué canción era ahora mismo, pero dicha canción me sugirió una nueva melodía y así empecé con ella. Esta es una canción muy sincera que habla de una ruptura amorosa real. Recuerdo que grabé una maqueta en casa , bastante parecida a la versión final en cuanto a arreglos, aunque en el estudio ganó muchísimo en sonido. La segundas voces que metió Mireia García creo que completaron muy bien la canción, así como los sintetizadores que le metimos. Hay un videoclip que hicimos junto a un artista californiano, Stoopadown, que deberíais buscar ;).

5- Valencia 2019

Esta era una idea de armonía que tenía Jorge Arias, nuestro guitarrista, a la que yo añadí una letra y melodía vocal. Me encantó su idea y en poco días le terminé de dar forma. Luego, en el estudio, David Garzinsky también nos ayudó a reconfigurar los arreglos de guitarra, y para mí quedó algo con una esencia muy americana, un poco Wilco también diría, sobre todo en las partes más tranquilitas de la canción.

La letra es bajonera también, y es que como ya he comentado, me suelo inspirar bastante cuando estoy de resaca. Recuerdo haberla escrito en casa de mi padre, que vive en Ruzafa, yo vivía en El Carmen, donde me he criado, solía ir mucho al Cabanyal en esa época, a la playa de El Saler en moto… así que todos esos elementos encajaron de alguna manera rápidamente en esta letra para mí.

6- San Diego no está lejos de aquí

También era una idea de Albert. Me dijo que tenía una canción que tenía un toque surf-rock, así que pensé en una letra basada en algunas experiencias personales de cuando vivía en Estados Unidos y México. Me gusta mucho el ritmo de la canción. Los timbales que mete Santi en la batería. Alguna gente, quizá los menos poperos, me han dicho que es su favorita.

7- Otra canción

Esta canción quería que tuviera un rollo indie muy noventero, muy guitarrero. Que sonara a grupos que siempre me han gustado mucho como Los Planetas, aunque tampoco suena a eso exactamente, pues no quisimos copiar ninguna referencia, sino hacerlo a nuestra manera a ver qué salía.

8- La memoria duele

Inciso: si alguien sigue leyendo en estos momentos, por favor que nos mande un mensaje privado al Instagram de la banda y le regalamos el disco.

Esta canción también era una armonía que había compuesto a Albert, que para mí tenía un aire a «Something», de los Beatles. Es una canción que aunque parece de desamor como muchas del disco, habla en realidad de malos tratos. Es un ejercicio que hice, buscando una especie de terapia psicomágica, para espantar de mi mente algunos demonios del pasado. Recuerdo que un batería que pasó fugazmente por algún ensayo de la banda me sugirió que escribiera sobre cosas que me dolieran de verdad, cosas oscuras de las que me costaba hablar…Le hice caso y ahí quedó esa letra. Tiene unos puentes muy guitarreros en la mitad y en el final que nos quieren, al menos a nosotros, recordar a Led Zeppelin. Cuando la tocamos en directo en esta parte siempre pasan cosas, a veces son buenas.

9- Todas las canciones

Aquí me inspiré a partir de una canción de Mac DeMarco para la base armónica. Aunque después la sonoridad va por otro lado. En el solo de la guitarra de la intro, aunque muy lejos de parecerse realmente, quise emular un poco a David Gilmour (lo sé, me estoy flipando ) y en los arreglos del estribillo que sacamos Jorge y yo, queríamos sonar un poco a los Pixies en «Where is my mind», igual que en los coros. Jorge metió unos arreglos bastante originales en los versos y David nuestro productor, añadió unas acústicas en la intro que a mí me daban rolllito americano tipo Wilco. La letra como muchas otras es triste, solía componer mucho cuando estaba de resaca.

10- Amor en cuarentena

Esto fue toda una experiencia. En pleno confinamiento me puse a componer para matar el tiempo porque estaba solo en casa. Cuando tenía la canción se la pasé a Carlos Hernández Nombela, que ha sido productor de grupos como Los Planetas, Carolina Durante o Los Enemigos, entre muchos otros, y me dijo que él me podía ayudar a producirla y mezclarla, así que nos pusimos a ello. También hice un selfie-videoclip que quedó curioso y terminó saliendo en el telediario… Todos tenemos nuestro minuto de gloria que decía Andy Warhol.

11- El fin del mundo

Recuerdo que hice una maqueta muy punk de este tema. Aunque en el estudio se suavizó un poco la cosa, y ha quedado un poco más glam, todavía conserva un poco su esencia guitarrera y una línea de bajo en el estribillo muy potente. Para mí esta canción es pura energía.