Johnny B. Zero. Foto: Alexandra Tesh.

Cada disco nuevo de Johnny B. Zero se recibe con la misma expectación e ilusión que una caja sorpresa. Sabes que algo nuevo te sorprenderá, pero al mismo tiempo que serán fieles a su manera de entender la música. Llámalo coherencia, llámalo estilo, llámalo como quieras.

Con No me gusta el Rock and Roll, publicado el pasado mes de octubre, vuelve a ocurrir. Y no solo porque sea el primer álbum que graban en castellano, sino porque la ausencia de prejuicios musicales, ya presente en otras grabaciones anteriores o en sus directos, aquí se extiende por todas las composiciones, a mayor gloria de unas fantásticas melodías de las que resulta imposible escapar.

El disco fue grabado por Juanma Pastor, Ben Wirjo, Pablo Pérez Soriano y Natxo Tamarit (Los Zigarros), con las colaboraciones de Quique Font, Elisabet Hernández Valerio y Ferran Gisbert (Alizzz). La producción corrió a cargo del propio Pastor y de Carlos Ortigosa. Y es Juanma quien se pasa por Verlanga para comentar las canciones de No me gusta el Rock and Roll, una a una.

1- Fotógrafo

Es una canción que tiene como tema la desesperación en la vida cotidiana. Es decir, habla de cómo el cariño se convierte en dolor como consecuencia de la falta de solvencia económica. El punto de partida es una melodía melancólica que se apoya en un ritmo con groove bailable, y que puede significar el mantra del día a día de una persona corriente. La voz se apoya fuertemente en el ritmo y eso hace que la desesperación esté ahí, para que tenga el nervio adecuado. El beat de la batería es una mezcla de samba y hip hop, sin exagerar los géneros musicales para que no parezca un corta/pega obvio y caprichoso. Las guitarras tienen melodías icónicas pero con cierto aire atmosférico. Las referencias de producción que surgieron en mezclas fueron desde Massive Attack a Rubén Blades.

2- Abstracto

Es una canción que trata del miedo a no ser querido o valorado en momentos en los que la autoestima falla (algo muy común en las redes sociales), contemplado con cierta ironía. Esta ironía se encuentra en la frase, con tinte de transacción económica, «pero me gusta saber lo que valgo». La producción se caracteriza por la contraposición de la melodía y el efecto pesado de los riffs de guitarra. La melodía tiene un aire romántico que se contradice con el efecto de esos riffs belicosos que ayudan a la ironía del tema. Los ecos y los coros en los estribillos le dan un tono brillante a la canción. En las guitarras, y especialmente en el solo, se pensó en el sonido roto pero melódico de Robbie Robertson, sin acritud.

3- Ordenador

Narra una conversación con uno mismo por imposibilidad de que suceda de otra manera. Eso que pasa cuando la timidez no te deja hablar con la persona que te interesa y acabas teniendo esa charla contigo mismo (con todo lujo de detalles como si fuera con tu interés romántico) y para ti es 100% real. Habla del resentimiento hacia lo complicado de las jerarquías en las relaciones sociales y de la fantasía de huir lejos. La canción camina a ritmo de funk y los falsetes de los versos tienen cierto aire de hip hop que se convierte en pop en los estribillos. Las guitarras marcan el carácter del tema teniendo como referencia a Prince en el funk y John Frusciante en el pop. La base rítmica de bajo y batería, grabada en directo en estudio Elefante (sin correcciones en mezclas), hace que todo camine con groove y elegancia.

4- Flaqueza

Es una canción pop luminosa que en un principio trataba de una relación de amistad pero que evolucionó en la composición para hablar en general del amor en una relación sentimental. El tema dice que el principio de estas relaciones suele ser excesivo, cuando el amor se basa en la embriaguez y la ceguera, hasta que algunas veces sobrevive y se convierte en algo más exclusivo y sereno, algo más auténtico. Nos han comentado una vez publicado el tema que tiene un aire a la música de Cupido, pero a nivel de producción se partió como referencia sonora de los primeros discos de John Lennon en solitario y The White Stripes. Tiene contrastes de espacios con mucho aire en estrofas y fuzz ruidoso en los estribillos para apoyar las melodías de la canción construidas con intervalos musicales peculiares.

5- No me gusta el Rock And Roll

Es la canción que da nombre al disco y se podría clasificar como electro pop. El tema habla de la manipulación y de cómo se idolatra a las personas que ejercen poder sobre ti cuando eres inexperto. Nos pareció que haciendo la música que hacemos, «No me gusta el Rock and Roll» es una buena metáfora para una decepción, o un corazón roto.

6- Narices

Es un tema punk rock que empieza con una introducción épico-absurda a lo «Así habló Zaratustra», con unas guitarras rotísimas apoyadas en unos gritos a lo Nina Hagen, y que habla de lo difícil que puede llegar a ser hablar con tus colegas. Los grupos de amistades tienen unos códigos tan cerrados y tan frikis que acaba siendo imposible hablar con sinceridad de cualquier cosa. La idea del «mundo entrecomillado» procede de una entrevista a Paul Schrader (guionista de Taxi Driver) que leí hace tiempo y que decía que antes de Tarantino se hacían pelis que hablaban de la oscuridad del ser humano, pero que a partir de la irrupción del director de Reservoir Dogs, los mensajes de las pelis serían citas y contenidos “entrecomillados». Me hizo gracia la entrevista (sin ningún tipo de acritud en contra de Quentin). Al final cualquier conversación acaba siendo un intercambio de citas sin sentido en los grupos cerrados.

7- Entierro

Es un tema con cierta ironía sonora porque recurrimos a la producción más «finolis» del disco para hablar de lugares decadentes en los que hay mucha gente porque destilan elitismo, pero que a la vez son como asistir a un entierro. El refinamiento de los arreglos sabe a ironía porque recuerda al sitio que se describe en la canción. La producción tiene algo de balada 70s con un aire sonoro a lo Steely Dan o Jeff Beck.

8- Afecto

Es un tema que se encuentra entre el power pop y el grunge. La canción habla acerca de la atracción por el afecto y el hecho de que admitir que eso suceda parezca una debilidad. Da la sensación de que cuando te gusta el afecto eres inferior, pero eso no es cierto. Ser una roca no te hace ser una persona más guay o más profunda ni en lo intelectual ni en lo humano. La producción que se tomó como referencia fue la de bandas sonoras de James Bond, algo de surf y Nirvana.

9- Pañuelo

Es una canción sensual, en la que el fetiche y el sexo son el eje central. El riff de guitarra sucio y las baterías libres y sin ataduras, son las perfectas acompañantes de una voz suave pero directa que habla con libertad de la diversión sexual. Nos apetecía hacer un blues en castellano sin ningún tipo de remilgos, y así surgió esta canción.