María de Miguel es interiorista y siempre tuvo un sueño que, de alguna manera, estaba relacionado con su profesión. Hace un año que lo cumplió cuando abrió las puertas de Mar d’Amura, un restaurante que es algo más que eso. No era su primera experiencia hostelera porque ya estuvo detrás del Murnau, por la zona del Cedro. Ahora sopla las velas por el aniversario de su local cabanyalero con una fiesta con clientes y amigos, hoy martes y 13.  Le pedimos que resuma todo lo vivido en nueve tuits y, mientras, damos buena cuenta de una titaina marca de la casa.

1-  ¿Qué balance haces de este primer año?

Trepidante, pero positivo en muchos aspectos. No digo que haya sido fácil, pero me siento satisfecha. Mar d’Amura es un sueño cumplido.

2- ¿Con qué momento de todos estos meses te quedas?

Con muchos: el día que me concedieron la licencia, después de nueve meses de espera; la primera vez que vi la casa llena, o cualquier ratito de risas con el equipo, casi al cien por cien formado por mujeres.

3- ¿Cuál fue el más duro?

Todos aquellos que tienen que ver con la burocracia. Lo ponen muy difícil.

4- ¿Qué tienen en común Mar d’Amura y El Cabanyal?

Buena cocina, vida, luz, historia, identidad valenciana y cultura.

María de Miguel.

5-  ¿Cómo definirías gastronómicamente Mar d’Amura?

Cocina de mercado, mediterránea y de temporada, con un punto diferente.

6- ¿De qué estás más orgullosa, gastronómicamente hablando?

De poder ofrecer una carta de calidad a muy buen precio. Este fue mi lema desde el principio.

7-  ¿Qué importancia tiene la programación cultural en Mar d’Amura?

Toda. Sin la programación cultural, Mar d’Amura no tendría sentido. Es una suerte poder contar en mi equipo con Vanessa (Afán de Plan), organizando los conciertos, y con Empar (Empargrafia), al frente de las exposiciones.

8- Personalmente, ¿cómo has cambiado en este año?

¡Buf! Mi vida entera ha cambiado. Mi tiempo, al completo, está dedicado a Mar d’Amura. Ya llegará la hora de relajarse.

9- ¿Qué podemos esperar de este próximo año?

Nuevos platos, nuevos conciertos, nuevas exposiciones… Nuestros objetivos ahora son: consolidar el proyecto, que aún es muy joven; seguir integrándonos en el barrio, y poder mostraros todas las ideas que nos rondan, que son muchas.