La cara que se nos pondría al cargar con una sola cesta que concitara todos estos tesoros casi 100% de la comunidad, sería la misma expresión de la felicidad. Ahí va una selección, muy nuestra, para seguir practicando la bonita costumbre de regalar cajas que no contienen simplemente productos. Que son valiosas porque representan el trabajo de manos artesanas que hay que celebrar, en Navidad y durante todo el año.
Panettone con trocitos de chocolate, Horno de San Bartolomé
De la Navidad aplaudimos, sobre todas las cosas, su panettone. Y si es artesano aún mejor. Este elaborado con un proceso que el mismo panadero de panaderos, Jesús Machí explica en su blog es un buen ejemplo de cómo hacer las cosas que importan. La felicidad tiene la pasta de la sencillez.
Turrón de Jijona, Pastelería Monplá
Producto artesanal, estacional, y sensacional, el turrón. Pocos ingredientes dependieron tanto del tino y el equilibrio como para no confiar su confección a unas manos expertas. En esta pastelería saben como tratar la masa. Dado que sólo lo comemos durante unas semanas al año, hagámoslo bien.
La herencia de la Finca Caraita y mucha pasión han sido suficientes para crear un AOVE ecológico con las coordenadas de altitud sobre el mar, en este pedazo de tierra singular con clima extremo en la provincia de Alicante. Un aceite que en cada gota contiene el rastro del coupage de sus variedades de origen: arberquina y blanqueta, y el frutado intenso que poseen los mejores oros líquidos.
Chorizo vela extra, Casa Toribio
Porque más vale chorizo casero que jamón desconocido, desde Xirivella un embutido curado con un diálogo tal entre el magro y la grasa que no da tiempo a que se seque más. Esta casa posee una amplia gama de productos de alta calidad (con premios incluidos), en los que la cuerda de colgar sirve para muy poco.
Cava Tantum Ergo, Bodegas Hispano Suizas
Más allá de haber obtenido el premio al mejor cava de España en el 2015, más allá de su color rosado chispeante, en una cata a ciegas, te lo llevarías a casa como compañero de alegría en la mesa. 100% de uva pinot noir a la que le va el frío, para un vino espumoso que hay que consumir muy frío.
Perlas de codium salvaje, Naturalviar
En Murcia hacer caviar con el mar es tan típico como el arroz de Calasparra. En los 80 fue la revolución con el falso caviar de mújol, pero estas esferificaciones de alga codium no son sucedáneo de nada. Su contenido en minerales y vitaminas, y la representación del yodo del mar en un solo bocado las hacen valiosas por sí mismas.
Queso Picarcho, La Sabina
Imagina un queso con leche de cabra recién ordeñada y tratada con el máximo mimo (la leche y la cabra). El resultado es este queso de pasta semi-blanda, sabor lácteo puro y una corteza totalmente natural, que en el 2013 se llevó el segundo premio en los World Cheese Awards. De Camporrobles (Utiel-Requena) al mundo. Y luego dicen que el forraje no importa. «Lo que come la cabra, el queso lo carga».