El ser humano es de naturaleza jocunda y por eso recuerda siempre los sitios en los que se divirtió. Una leve sonrisa aparece cuando se pasa por el lugar en cuestión. Y la mente lanza alguna fotografía del momento. Donde ahora está Mood Food antes estuvo Appetite y quien se sentó en sus mesas seguro que no lo olvidó. En Mood Food defienden la felicidad a través de la gastronomía. Bienvenido el propósito sobre todo porque lo llevan a cabo con mucho acierto.
En ocasiones olvidamos que comer es una necesidad y que lo hacemos todos los días, por eso cuando salimos fuera de casa lo mínimo que se le puede pedir a los platos es que nos acompañen más allá de la digestión. Para simplemente matar el hambre ya tenemos nuestras cocinas. En Mood Food, como en una buena película, los sabores perduran en la memoria. Y en buena parte es por su valentía a la hora de elaborarlos. Mezclando, pero con cabeza. Sorprendiendo al paladar. El huevo campero a baja temperatura con robellones, boletus y esa delicatessen que es el guanciale; el curry verde con gambas o un postre como el crumble de algarroba, trompeta amarilla y guanaja. Definitivamente, a la felicidad por la gastronomía y no por la electrónica, Fangoria estaban equivocados.
Mood Food está en la C/ Pintor Salvador Abril, 7, de València.