Hay platos con los que no se sueña porque no se imagina que existen y una vez probados se piensa que son un sueño. Imaginad un gofre y encima dos huevos fritos y una deliciosa sobrasada. Pero no en plan vikingo, sino todo en su justa medida. Pues sí, existe. Es una de las opciones del nuevo brunch que han preparado en Àtic de Palau Alameda, para los domingos. El día ideal para que la mañana acabe confundida con el mediodía y con el inicio de la tarde.

Un desayuno-almuerzo que comienza con una bandeja XXL de manjares dulces. Tomad nota: tostadas, crema de cacahuetes, cinnamon rolls, yogur ecológico de cabra con mermelada de melocotón, un muffin integral de arándanos que se saborea mejor a pellizcos para que dure más y los dos hits, la mini magdalena de chocolate con un sabor que triplica su tamaño y una mermelada de frutos rojos sencillamente deliciosa.

El salado toma el relevo, con un hummus generoso y un guacamole fresquísimo y de textura perfecta, ambos para compartir. El mini banquete se cierra o con el gofre del primer párrafo, o unos huevos Benidictine, o un sándwich de pastrami o una tosta de salmón y aguacate. Con agua y café todo por 20€. Después, caminando a casa y tarareando el Everyday Is Like Sunday de Morrissey.