Foto: Roger Bernat Blenda.

Hace tiempo que ir al teatro es, en ocasiones, algo más que sentarse en una butaca y mirar hacia el escenario. No se registran conversaciones de interés (La Mutant, 16 de febrero) es de esas obras. Basada en las grabaciones efectuadas a tres hombres reclutados por el IS, el público decide a qué interprete escucha hasta configurar su propio relato.

Hace siete años, tres hombres de Ceuta decidieron dejar atrás a sus familias para inmolarse en Siria. Durante las semanas posteriores, llamaron regularmente a sus esposas sin saber que la policía había intervenido sus teléfonos. Estas conversaciones fueron grabadas y recopiladas en un dossier de 12.000 páginas, elemento clave durante el proceso judicial que acabó con la condena de once personas, todas ellas acusadas de pertenencia a una red de reclutamiento para el Estado Islámico.

El dramaturgo Roger Bernat, considerado una de las figuras más importantes de la escena contemporánea, convirtió estas transcripciones en una pieza teatral en la que el público desempeña un papel determinante. Bajo el título de No se registran conversaciones de interés, la obra muestra a tres mujeres (Farah Hamed, Núria Martinez-Vernis y Alessandra García) representando diferentes papeles de manera simultánea: mientras una recrea las llamadas de los individuos reclutados a sus esposas, las otras dos se encargan de reproducir los diálogos de las Tres Hermanas de Chéjov y de recrear escenas de la película La batalla de Argel (Gillo Pontecorvo, 1966), sobre un grupo de mujeres decididas a activar unas bombas en la capital de Argelia durante la década de los 50.

Al acceder a la sala, cada espectador recibe unos auriculares de tres canales para poder decidir a cuál de las tres intérpretes escucha en cada momento. El resultado es una experiencia única para cada uno de los asistentes, y la certeza de que nunca habrá dos personas que salgan del montaje habiendo escuchando el mismo relato. “Es una obra en la que el espectador también es creador”, señala Bernat. “Los tres espectáculos no podrán seguirse a la vez y cada uno tendrá que encontrar su camino”.