Iván Fernández de Córdoba tenía 18 años y muchas ideas imprudentes (como le gusta a él llamarlas) en la cabeza. Entre ellas, cruzar España en un skate para estampar su nombre en el Libro de los Récords Guinness. Pocos días después su objetivo se volatizó, pero en realidad nunca le abandonó del todo. Siete años más tarde, aquel sueño interrumpido fue el germen de su primer largometraje, «Cruzando el sentido», una película de bajo presupuesto, con actores y técnicos valencianos y en la que Iván firma la dirección, el montaje, la producción ejecutiva y un guión escrito a medias con Natxo Fuentes.
La cinta cuenta el viaje que hace un chaval (Alonso, al que da vida Román Méndez de Hevia), de Valencia a tierras gallegas, a bordo de su monopatín, por un motivo tan enigmático como personal. Para sacar adelante el proyecto, su director puso en marcha un micromecenazgo que superó, en casi cuatrocientos euros, los seis mil que solicitaba. «Antes de acudir al crowdfunding intenté financiar el proyecto mediante marcas relacionadas con el mundo del skate», explica el propio Iván, pero «me ignoraron y entonces acudí a Verkami. Después de 40 días de marketing y gracias a la amabilidad de algunas empresas y muchos particulares, lo conseguimos».
Con el audiovisual valenciano en estado comatoso desde que Canal 9 cerró sus puertas, impulsos oxigenantes como este abren la puerta a la esperanza, sobre todo por la juventud de su responsable, si bien no hay que olvidar que esta forma de trabajar es insostenible a largo plazo. «Cuando quiero contar algo me va la vida en ello y por eso lo consigo. Sin embargo, no me veo en este tipo de producciones dentro de 25 años, desgastan mucho. Aún así, si es la única forma de seguir haciendo cine, continuaré hasta que no pueda más».
Fernández de Córdoba no es ni mucho menos un recién llegado. Ha trabajado en publicidad, videoclips, documentales, cortos y para televisión. Un bagaje (como el que tiene en el mundo del skate, pues empezó a patinar a los quince años) que ha sido crucial para afrontar su ópera prima. «Desde mi punto de vista, un director que no sepa un poco de todo no está capacitado. Los presupuestos son cada vez menores y las nuevas tecnologías fomentan tipos de producción cada vez más precarias, que además suelen ser la única posibilidad para los que estamos empezando a dirigir y no tenemos “padrinos”». Antes de «Cruzando el sentido» ya se había fogueado con el mediometraje «55 pasos a la izquierda», que con un presupuesto de 2.000 euros le sirvió para «darle más importancia al guión y a los actores» en su debut largo.
El film tiene una calidad visual que no debe envidiar nada a otras producciones de mayor enjundia económica. La mayoría de planos hablan por sí solos. Un trabajo que hace pensar en una exhaustiva planificación y un detallado storyboard, pero no. «No suelo hacer storyboards, hay tantas cosas que varían en el set que lo veo un ejercicio frustrante. Respecto a la planificación, siempre tengo puntos claves que sé exactamente cómo los quiero, pero por lo general, en «Cruzando el sentido», jugaba con lo que me ofrecía la localización y los actores para componer la puesta escena».
Entre esos actores, destacan los papeles de un misterioso Albert Forner y un entrañable Emilio Mencheta, pero sin olvidar (además de al protagonista) a Àlex Viciano, Lola Moltó, Olga Alamán, Paco Sarro y Mariam Torres. La película fluye gracias a su ritmo narrativo y a un guión, que aunque decae hacia la parte final del film, sabe mantener el interés y el deseo de descubrir el porqué de ese viaje tan especial. A ello contribuyen las pinceladas de humor que van salpicando la historia y una música perfectamente entroncada con el hilo argumental de la cinta. «La música ha sido compuesta en su totalidad por Mario Pina y ha sido un proceso largo. Él comenzó con total libertad y a medida que iba teniendo el montaje nos juntábamos para darle más criterio y unidad. De hecho, en la última etapa, viví en su casa durante dos semanas para afinar todo juntos».
«Cruzando el sentido» pudo verse en pantalla grande en la última edición de Cinema Jove y acaba de ganar el premio al mejor proyecto en el Festival de Cine de Sax. El largometraje tendrá una peculiar vida futura una vez termine su peregrinaje por certámenes y salas de cine de todo el país. «Los 5 primeros episodios de la película serán publicados de forma online y gratuita. Para ver el total del metraje, el espectador tendrá que comprar el dvd/Blu-ray, acudir a filmin o a otra plataforma similar». Un innovador método de difusión y distribución que contrasta con el clasicismo de las referencias de Iván a la hora de poner en marcha y rodar su film: «Wim Wenders, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, los hermanos Coen, Jim Jarmush, David Lynch,…». Mientras se espera que los nuevos aires gubernamentales inyecten algo más que ilusión en el depauperado audiovisual local, bienvenidas sean aventuras como esta que sirven para recordar las excelentes aptitudes de muchos profesionales valencianos.