La décimosexta edición del Catacumba Film Festival ya es historia. Momento perfecto para hacer balance de ella. Y nada mejor que ceder la voz a uno de sus directores, Sergi Inclán:
Balance de la edición de este año
Estamos vivos, así que todo ha ido bien. Podemos afirmar que existe un público al que todavía le gusta asistir a una proyección y hablar de cine. En todas las sesiones hubo espectadores participativos. Hemos diversificado nuestra programación en sesiones que van desde la animación al documental. Realizado talleres, encuentros,… Múltiples colaboradores nos han acompañado durante esta edición. Hemos creado nuevos lazos que nos ha llevado a realizar proyecciones en el extrarradio de la capital, pero también en el centro de Valencia, concretamente en el Teatro Rialto con material de archivo restaurado por la Filmoteca. Hemos proyectado obras que van del 1902 al 2018. Todo esto nos hace pensar que algo habremos hecho bien.
Lo mejor
La programación. Sinceramente creo que conseguimos desde la cercanía hacer una selección interesante de lo más destacado de la actualidad del cortometraje tanto de la producción valenciana como de lo que se realiza a nivel internacional. Por un lado están los conciertos (La Plata, Johnny B. Zero, Antonio J. Iglesias & Mono 33), pero por otro no queremos olvidarnos que durante todo el año recibimos más de mil cortometrajes que se resumen en 50 proyecciones de lo más variopintas.
Una selección que ahonda en los márgenes del cine con temas muy diversos: el aborto, el machismo, el exterminio judío, la soledad, el sexo, el desamor, la muerte, los recuerdos de la juventud, los anhelos de la vejez, el engaño político, la imposición de la belleza social, el abuso, la marginalidad. Temas que se sumergen en las fronteras humanas y sociales, que penetran en la subversión e invitan a una reflexión no siempre convencional pero que tratan de derribar ciertos muros o cuanto menos nos permiten observarlos. Obras tan inquietantes como conmovedoras. Realmente son estas reflexiones por las que seguimos haciendo el festival. Como nos remarcó en su agradecimiento el director brasileño João Paulo Miranda, ganador del Premio del Jurado en esta edición por Meninas Formicida, desde el cine necesitamos luchar cada vez más para poder contrarrestar la oscuridad que suponen las injusticias sociales.
A mejorar
Siempre está todo por mejorar. Supongo que conseguir llegar a más público y recordarnos a nosotros mismos qué es asistir a un festival. Conseguir que el extrarradio sea, o siga siendo, también un punto de encuentro cultural más allá de las grandes ciudades y que al público le siga interesando el cine, como elemento de observación, pero también como herramienta de acción. Si en algo cabe destacar estar a las afueras de una gran ciudad es que la comunicación personal es mucho más accesible y las redes se tejen con mayor intensidad y cercanía. En ese punto estamos.
Edición de 2019
Aunque se haya cerrado el telón, todavía no se han apagado las luces de esta edición, por lo que es difícil todavía vislumbrar el año que viene. Ahora mismo, simplemente, existe un ¡ojalá. El tiempo dirá.