John Huston tenía 65 años cuando rodó Fat City, ciudad dorada (1972). Necesitaba una botella de oxígeno para respirar. Unos meses antes se había roto la relación sentimental que mantenía con Valeria Alberti, una condesa italiana que no hablaba ni una sola palabra en inglés. Hacía más de una década que no dirigía una película en Estados Unidos. Vidas rebeldes (1961) había sido la última. Sus tres protagonistas (Clark Gable, Marilyn Monroe, Montgomery Clift) ya habían fallecido.
Stacey Keach tenía 29 años y se encontraba en España trabajando en la película Duelo a muerte en OK Corral (Frank Perry, 1971) junto a Faye Dunaway, cuando John Huston le visitó en el plató. Marlon Brando le había dicho no a protagonizar Fat City. Keach era su segunda opción. No hubo que negociar mucho. Keach sabía que el cineasta no estaba atravesando su mejor momento, pero no todos los días una leyenda viaja a otro país para hacerte una oferta. Dijo sí sin pensárselo dos veces.
Jeff Bridges tenía 21 años y pocas películas a sus espaldas cuando Huston se cruzó en su camino. 1971 había sido un buen año para él. Dos films, El tercer ojo (Burgess Meredith) y The Last Picture Show (Peter Bogdanovich). Huston había visto ambos. Le citó en Madrid para una entrevista. Pensaba en él para el boxeador joven de Fat City. Quedaron en el Museo del Prado. Bridges llegó con resaca y con una intoxicación alimentaria. Huston le fue enseñando sus cuadros favoritos. No le hizo ni un comentario sobre la película. Bridges no entendía nada, pero tenía bastante controlando no vomitarle encima. Al día siguiente, su representante le llamó. Estaba dentro. Así lo cuenta Lawrence Grobel en la voluminosa biografía que escribió sobre Huston, aunque hay otra versión que apunta que el director le ofreció el papel a Beau Bridges, que lo rechazó porque se veía mayor para el mismo y propuso a su hermano.
Después de aquellos improvisados castings en España, Huston, Keach y Bridges volvieron a coincidir en California en el rodaje de la película. Fat City, ciudad dorada es una obra maestra. Huston filma el fracaso, la derrota, con una extraña belleza que atrapa desde el primer minuto. El arranque del film, apoyado en la impresionante fotografía de Conrad Hall y en la canción «Help Me Make It Through The Night» de Kris Kristofferson, es arrebatador. Lo que ocurre después aún más. Una realidad granulosa, unas vidas en un ring continuo. Basada en la novela de Leonard Gardner del mismo título (Underwood la reeditó hace 6 años con traducción de Rubén Martín Giráldez), quien además se encargó del guión, contaba, también en el reparto con una maravillosa Susan Tyrrell (fue nominada al Oscar por su papel de mujer alcohólica) o Nicholas Colasanto (que años después repetiría experiencia boxeística en Toro salvaje (Martin Scorsese, 1980) y al que muchos recordamos por su papel como Entrenador en la serie Cheers).
Fat City, ciudad dorada se puede ver este miércoles, 14 de diciembre, a las 20h, en la Filmoteca de València, dentro del ciclo La lletra en la imatge. El pase contará con presentación a cargo de José Antonio Hurtado, Jefe de Programación de la Filmoteca. El domingo, 18 de diciembre, a las 18h hay una segunda opción para ver este imprescindible clásico.