Foto de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Foto de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

El documental ‘Jarque. L’home objectiu’ reivindica la mirada única y crítica de Francesc Jarque, que capturó una València ya desaparecida.

«Hacen falta tres vidas para acercarse y comprender la obra de Jarque». Así comienza esta entrevista Laia Rico i Icardo, directora de Jarque. L’home objectiu, una producción de Estrela Audiovisual que se suma a otros textos que se han adentrado en el universo de Francesc Jarque, uno de los más grandes y singulares fotógrafos de València.

«Su fotografía no es una fotografía dulce y tranquila, es una fotografía que remueve, salvaje, ácida, crítica… Los retratos de niños y ancianos, sus paisajes, las fiestas y las procesiones que retrata entre tantas y tantas imágenes —hablamos de más de 400.000 instantáneas— lo hacen desde una perspectiva jarquiana que significa no normativa, porque Jarque, ante todo, fue un personaje no normativo que jamás sucumbió a las normas sociales, una persona auténtica y cien por cien libre tal y como nos lo han descrito las personas entrevistadas en nuestro documental», explica la directora.

Foto de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Foto de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Si en el 2019 L’ETNO abordaba la figura del fotógrafo con Jarque, la cámara y la vida, este año es la edición 2025 de DocsValencia donde la sensibilidad de Jarque se proyecta. A la dirección de Rico y la producción de Laura Grande se suman Israel Sánchez-Beato (fotografía), Ignacio Estrela (dirección) y José Luis Carretero (diseño sonoro) para narrar la historia de Jarque, fotógrafo y profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Valencia.

Los primeros contactos de Francesc Jarque con la fotografía tuvieron lugar en el Laboratorio Máxim, un laboratorio de revelado comercial. En los años 60 el valenciano comenzó a trabajar en la agencia de publicidad Publipress, donde estuvo más de treinta años responsabilizándose de la creatividad visual. Mientras, acumulaba disparos, crecía el caudal de imágenes, trasladaba su visión de la realidad a instantáneas que, seguramente sin saberlo, han trascendido a nuestros días.

Fotos de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Fotos de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Para Laia Rico, ⁠en esta estampida de imágenes en la que vivimos, las instantáneas jarquianas tienen «un valor inmenso». Hablamos de un volumen de obra descomunal, más de 400.000 instantáneas, la mayoría de las cuales se encuentran en la biblioteca de San Miguel de los Reyes custodiadas. 400.000 instantáneas que se disparan en un momento en el cual no existe nada en digital, no como ahora. Todo es analógico y estas imágenes nos permiten acercarnos a una València que ya no existe. Jarque nos hace un retrato de esa València que va desde la dictadura hasta la transición democrática a través de sus fotografías.

Sábado 10 y domingo 11 de mayo, en el CCCC y en el marco del festival, se podrá asistir a los pases de este documental que nos llevan hasta una figura insólita. «Jarque siempre salía a la calle con la cámara al cuello y la pipa en la boca. En la actualidad, todos hacemos fotos, estamos bombardeados de imágenes, pero en aquel momento eran poquísimas las personas que se dedicaban a hacer fotografías, y menos de manera tan prolífica».

De su cámara han salido retratos de la idiosincrasia valenciana, de un patrimonio cultural que captó, en ocasiones, junto a Vicent Ventura o la también prolífica periodista María Ángeles Arazo, con quien en 1980 plasmó La vieja Valencia mercantil y artesana bajo el amparo editorial del Ajuntament de València.

Fotos de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Fotomontaje de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

La inmensidad jarquiana

La realización de Jarque. L’home objectiu se enfrentó a una cuestión no baladí: la selección entre una obra de vida inconmensurable. «La parte más difícil de nuestro documental ha sido, sin lugar a dudas, la selección de imágenes. Pero gracias a nuestros entrevistados hemos sabido hacer una selección y hemos llegado a lo más relevante de todo el material con el que contábamos.

El documental se divide en diferentes bloques y en ellos destacamos la primera de sus etapas con las imágenes en blanco y negro de la ciudad y de los pueblos de la España vaciada que nos recuerdan al neorrealismo italiano con claras influencias cinematográficas. También hemos destacado su pasión por fotografiar el cuerpo de la mujer y las fiestas populares, haciendo mención especial a la procesión del Corpus que estuvo retratando durante más de una década. Una procesión donde retrata tanto la esfera militar, como la religiosa como el público asistente. No se deja nada y todo desde su mirada ácida y crítica.

Foto de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Foto de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

El Corpus de València fue un laborioso trabajo realizado con el arqueólogo Enrique Llobregat que pone la fotografía al servicio de la investigación etnográfica. «La visión de Jarque sobre el folclore y sobre cualquier tema que retrata no es objetiva, es plenamente subjetiva, es su mirada propia, su mirada jarquiana o lo que es lo mismo, no normativa, desmarcada siempre de cualquier imposición social».

Todo producto cultural sobre Jarque es poco. Son muchos los que coinciden con que «la figura de Jarque no está suficientemente reivindicada. Fuera de Valencia es un auténtico desconocido y no debiera de ser así porque el legado que ha dejado es inmenso. Contrasta que en nuestra ciudad fuera un personaje muy popular, con su cámara al cuello y su pipa, y fuera de ella cayera en el anonimato. Pero Jarque es universal, como nos apuntan los entrevistados a lo largo del documental.

Tania Castro se aventura a decir que Jarque debería estar reconocido al nivel de Robert Capa o Henri Cartier-Bresson». ¿Tendría que haber llegado ese reconocimiento en forma de galardón? Rico no lo cree: «A Jarque no le interesaban los premios, ni los reconocimientos, no participaba en ninguno de ellos y eso también ha contribuido a que no se le conozca mucho más allá de su ciudad de origen».

Foto de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Foto de Francesc Jarque. Cortesía de Estrela Audiovisual

Parte de la producción jarquiana se detiene en la figura femenina, dato que podría ser irrelevante si el fotógrafo no hubiera experimentado artísticamente con el paso de una sociedad cerrada, dictatorial, a un país abierto y europeo.

«No me atrevería a decir que en aquella época Jarque fuera un feminista radical, pero sí me atrevería a decir que tenía una mirada feminista. Retrató el cuerpo de la mujer tal y como es, sin tapujos, mujeres delgadas y gordas, jóvenes y mayores… Y las fotografiaba desnudas en un momento de la historia en donde apenas se realizaba este tipo de fotografía, un momento en donde todavía no se hacía ni siquiera topless en las playas. Jarque ya reivindicaba el desnudo femenino con una mirada cero normativa».

La mirada de Jarque, hoy más que nunca, es una forma de estar en el mundo local.