Las matemáticas suponen para muchos un combate cuerpo o cuerpo, incluso en la edad adulta. Porque a los números se les odia o se les ama. Si hay un valenciano, de Museros, que entiende bien su música, es el algebrista (una de las ramas más abstractas de las matemáticas) Juan Medina Molina. Subdirector de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial, en la Universidad Politécnica de Cartagena, ha conseguido lo inimaginable con su portal lasmatematicas.es: convertir a esta materia en un record de visitas en su canal de youtube con más de 3.000 vídeos en los que se explica la magia de los números sin trampa, ni cartón. Todos hemos soñado con un profesor así. Algunos tienen la suerte de disfrutarlo.
¿Qué recuerdas de tu propio aprendizaje sobre las matemáticas y materias afines en la época escolar?
Siempre me han gustado las matemáticas, desde siempre he querido ser matemático y enseñar matemáticas. Recuerdo leer libros de matemáticas básicas, de mi padre, sobre aritmética y resolución de problemas. A menudo llevaba a algún amigo a mi casa de Museros para hacer problemas, a mí me encantaba, no estoy seguro que a ellos les gustara. Recuerdo también en el colegio como había “un pique” para realizar los ejercicios que planteaba el profesor, ¿Quién era el primero? Tengo muy buenos recuerdos de mi etapa en la Escuela, después en secundaria surgieron dificultades, siempre he sido muy exigente, además de saber realizar ejercicios, tenía que entender perfectamente que estaba haciendo. Así, tuve algún profesor que no incidía en la teoría, eso me llevaba a sentirme incómodo, tener que aprender por mi cuenta, recuerdo por ejemplo los vectores, dibujarlos, operar con ellos es sencillo, pero entender su significado es algo mucho más complicado. En general, estoy muy contento con los profesores que he tenido en todas las etapas educativas, de hecho creo que mi forma de enseñar actualmente está muy influenciada por cómo me han enseñado las matemáticas.
Y en tu etapa en la universidad obtienes el premio de Licenciatura, el nº1 de la promoción, y el cum laude en la tesis doctoral ¿si hubieras sido un mal alumno habrías llegado al mismo punto del camino: el canal, la web…?
Partimos de la idea de que yo no he creado mi web con la finalidad de que los alumnos simplemente aprueben, sino que lo he hecho para que aprendan y por supuesto, aprueben y con nota. Creo que si no hubiera sido un alumno exigente, no me hubiera pasado por la cabeza desarrollar mi proyecto, quiero que cada vez más alumnos tengan unas metas más importantes que un simple aprobado.
¿Por qué empiezas a grabar vídeos sobre matemáticas para tus alumnos y a distribuirlos en formato CD?
Con un temario extenso, en clase no da tiempo a que el alumno asimile bien la materia, requiere de un trabajo adicional. Por ello, la labor de un profesor puede ser complementada, para que el aprendizaje sea completo. Así, mi idea siempre ha sido por una parte proporcionar un material para repasar conocimientos previos y para que pueda trabajar parte de la materia por su cuenta, el vídeo es un formato excelente para tal fin. A finales de 2005 la mayoría de alumnos no tenía internet, así que les pasaba los vídeos en CD.
¿Y cuándo decides dar el paso a un canal de YouTube? ¿Cómo asimilas el incremento exponencial de las visitas desde su inicio?
De la misma forma que mi proyecto es pionero, desde finales de 2005, mi canal en YouTube es pionero. Sin embargo, lo que pensaba que iba a significar una gran herramienta para la mejora de la educación, se está transformando en atajos para aprobar con lo justo. Así, actualmente en YouTube triunfan canales cuya función no es dar la mejor formación, el alumno prefiere algo ligero a algo con más cuerpo, que verdaderamente te forma. Y YouTube apoya esto.
Los datos de suscriptores y visualizaciones de tu canal son impactantes (casi 116.000 suscriptores y más de 45 millones de visualizaciones). En caso de que fuera posible vivir de ello, ¿abandonarías la primera línea en las aulas?
Es una simple ayuda, de hecho en mi caso todos los ingresos pasan por la Universidad y sirven para costear equipamientos y asistencia a eventos. De todas formas, veo estos proyectos como parte de mi labor como profesor universitario, no creo que abandonara nunca mi Universidad.
Ejerces la docencia en la Universidad Politécnica de Cartagena ¿qué te proporciona el aula analógica que no te da la virtual?
Creo que la misma sensación que a un músico, una cosa es grabar en un estudio y otra actuar en directo. En los vídeos todo está más o menos medido, en el aula existe espontaneidad, ves las reacciones de los alumnos, ese retorno es muy enriquecedor.
En tus vídeos explicativos has dejado todo el protagonismo a la pizarra (en este caso digital) ¿querías que los números y operaciones hablaran por sí solos guiados por tu mano en la sombra?
Aunque sí he grabado algún vídeo en el que aparecía, nunca me ha atraído la idea. Podría resultar interesante grabar una clase en directo con alumnos, aunque posiblemente podría resultar aburrido tener que verla en diferido.
Tu repositorio de vídeos llega a más de 4.000 y cubre el espectro de matemáticas desde Secundaria hasta primer curso de Ingeniería. Con tan imponente material, suponemos que eso de sacar los apuntes raídos para seguir explicando lo mismo es, ya de entrada, un fracaso escolar seguro…
Evidentemente, un profesor que durante toda su vida profesional trabaja con los mismos apuntes sin cambio alguno, no es lo ideal. Sin embargo, creo que todo tipo de formato aporta, son necesarios libros, apuntes, transparencias, pizarra y todos estos elementos se complementan en el proceso formativo de nuestros alumnos. Así, un gran profesor como los que yo he disfrutado tenía la capacidad de abrumar con la pizarra y la palabra. Existen antiguos apuntes de profesores que son verdaderas joyas, imagínate si este material se complementara con otros elementos…
La incorporación de las nuevas tecnologías a la metodología supone aún un reto para muchos profesores que están obsoletos. ¿Qué les recomendarías? Y los alumnos, ¿cómo pueden encarar las nuevas tecnologías para que les ayuden en sus estudios?
No cabe duda de que incorporar las nuevas tecnologías supone un esfuerzo inicial, pero sin embargo mejora mucho la labor de un profesor, y puedo asegurar por mi experiencia que en poco tiempo, ese esfuerzo te quita trabajo. Para empezar, el alumno puede repasar aquello que no recuerda por su cuenta, con algo más que unos simples apuntes. Por otra parte, el alumno puede preparar parte de los contenidos por su cuenta, y así en clase se puede incidir en las ideas claves y podemos ir más desahogados a la hora de cubrir toda la materia. Además, la atención al alumno en el despacho se reduce mucho, ya que el alumno puede solventar muchas de sus dudas visualizando los vídeos. Esto no significa que sea malo que el alumno venga a tutorías, lo que no es bueno es que venga sin antes haber trabajado bien la lección.
Se nos prepara para aprobar pero no para aprender. ¿Estás de acuerdo? ¿Percibes que las cosas están cambiando desde que empezaste en 1999 a dar clases, o al contrario seguimos estancados en un sistema educativo poco proactivo que no incita a que el alumno piense?
Estoy un poco en desacuerdo, creo que contamos con excelentes profesores con muy buenas intenciones. Sin embargo, temarios extensos, aulas masificadas, cursos antipedagógicos como 2º de Bachillerato cuyo único objetivo es preparar para aprobar la selectividad resultan muy contraproducentes. Así, parte de la culpa en que el alumno pase sin saber, la tienen todos estos factores y que además, que se pueda aprobar pensando lo justo, realizando simples ejercicios repetitivos. Yo he comprobado que la mayoría de los alumnos responden tanto como les exiges, si con realizar ejercicios tipo y entender lo justo va a ser suficiente para aprobar, eso es lo que una gran parte de los alumnos van a hacer.
¿Dónde reside la belleza de las matemáticas que te ha llevado a compartir esa pasión?
Existen diferentes lugares donde reside tal belleza. Por ejemplo, que partiendo de unos axiomas básicos, se deduzca todo. Por otra parte, que las matemáticas den una respuesta objetiva a casi toda duda matemática que se pueda plantear. No existe casi hueco para la subjetividad, para palabras vacías, no hay lugar para la charlatanería….
“La labor de un profesor no es demostrar lo que sabes, es transmitirlo” reza la frase de acogida en tu portal lasmatematicas.es Y no podemos estar más de acuerdo. ¿Qué características se han de tener o desarrollar para transmitir eso con eficacia?
Existen varias justificaciones a esa frase que presenta mi portal. En primer lugar, ese miedo a que dirán otros colegas de cómo explicamos, no tener miedo a poner tus clases al alcance de todos. Por otra parte, esa obsesión de algunos profesores por demostrar que ellos son los que saben y el alumno es ese ser pasivo que aprende y calla. En mis clases, el alumno puede intervenir cuando desea, trato en la medida de lo posible que el alumno descubra la materia. Por supuesto, aprendo de mis colegas profesores, me encanta hablar hasta de los conceptos más básicos, y no me importaría nunca aprender de mis alumnos, de hecho, las matemáticas están ahí, no soy yo el poseedor de la verdad absoluta.
También quieres derribar esa frase mito de “no me entran las matemáticas”. Desde el punto de vista del alumno, ¿qué tendría que hacer para no fracasar en el aprendizaje?
Parte de la culpa la tienen la propia concepción que tienen los alumnos sobre lo que verdaderamente son las matemáticas. Así, muchos alumnos piensan que estas son un conjunto de contenidos inconexos, cuando acaba un tema, se olvida este y se empieza el tema siguiente. Sin embargo, esto no es así, parte de la culpa del fracaso en el aprendizaje de las matemáticas son las carencias en conceptos previos: no puedes seguir una serie de televisión si no recuerdas los capítulos previos, lo mismo ocurre con las matemáticas. Por otra parte, muchos alumnos piensan que las matemáticas son solo ejercicios de distintos tipo, y la teoría es un invento de los profesores para hacerlos padecer. El alumno debe acostumbrarse a saber qué es cada cosa, esto que al principio cuesta, después puede transformarse una autoexigencia que se transforma en éxito. Además de lo anterior, las aulas masificadas, el desinterés por parte del alumnado y un profesor malo, por supuesto, pueden llevar al fracaso.
Tu mujer, María José, es también profesora de Matemáticas en Educación Secundaria. ¿El universo matemático invade vuestro hogar y vuestras conversaciones? Supongo que los alumnos se os rifarán…
Nos conocimos en la facultad y realizamos la carrera juntos, aunque yo hice la especialidad de Álgebra y ella la de Estadística. Hablamos sobre todos sobre la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas, parte los alumnos de mi portal pertenecen a la educación secundaria, ella está al pie del cañón y me asesora en cómo presentar algunos contenidos. La verdad es que nuestros alumnos no suelen tener queja.
¿Y cómo desconecta de los números un profesor tan implicado como tú?
La verdad es que si estoy en casa, sigo trabajando. Así que la mejor forma de desconectar es viajar. Por ejemplo, ahora acabamos de llegar de Las Palmas de Gran Canaria, donde hemos pasado las últimas 8 nocheviejas. También aprovechamos las vacaciones de Semana Santa y el mes de agosto, es la mejor forma de desconectar, aunque siempre estoy atento para atender las dudas tanto de alumnos presenciales como virtuales.
¿Qué recuerdos tienes de Valencia y de Museros en particular?
Recuerdo una infancia donde no paraba un minuto, entre la escuela, salir a correr por la huerta de mi pueblo con los compañeros de la escuela y amigos, ir a la música, ensayos con la banda, y épocas donde salía corriendo del colegio para coger el trenet e ir al conservatorio de la Plaza de San Esteban, posteriormente al conservatorio del Politécnico. Tengo también buenos recuerdos de tocar con la banda de mi pueblo en Valencia, quedarnos a dormir en la falla de la Conserva y pasarlo de maravilla con el resto de músicos.