Pablo Pagán. Foto: Eva M. Rosúa.

1- Pablo Pagán tenía 9 ó 10 años cuando vio en el cine Super 8 (J. J. Abrams, 2011). Reconoce que era el típico blockbuster, pero quedó fascinado por la parte del film en el que se rueda una película de zombies de bajo presupuesto. Unos años antes, él había hecho de extra en el corto de un amigo de sus padres. La suma de aquellas dos experiencias hizo que se despertara en él el interés por contar historias con una cámara. Juntó a unos amigos e hizo un corto, una comedia que ahora describe como horrible y que ni siquiera pudo subir a youtube porque los padres de sus compañeros no le dieron permiso. La mecha estaba encendida y el cine era la gasolina. «Me gusta mucho el cine, pero no me considero un cinéfilo. Y disfruto mucho de la experiencia orgánica de ir  a una sala. Mi generación tiene un lapso de atención muy corto y cuando ves una película en casa siempre hay alguien que se pone a mirar el móvil o se levanta a comer algo. En una sala te olvidas de todo eso, solo existe la película».

2- Pawns es título del primer cortometraje del valenciano (nació en Madrid, pero antes de cumplir un año ya vivía en La Cañada, Paterna) Pablo Pagán, aunque antes ha rodado otros. «Lo considero como mi carta de presentación. Es la primera vez que trabajo con actores profesionales, con un equipo, es mi primer trabajo colaborativo». Aún así firma la dirección, el guion, la fotografía, el sonido, los efectos especiales y el diseño gráfico, entre otras cosas. Y todo aprendido de manera autodidacta. «Internet ha sido básico en mi formación. Hay una cantidad infinita de conocimientos, las posibilidades son ilimitadas. Internet y ver mucho cine, de todo tipo, muchas veces viendo películas encuentras soluciones que no están en ningún manual». Christopher Nolan es uno de sus directores favoritos, «porque por un lado ofrece espectáculo, entretenimiento, pero por otro hay una calidad artística, de autor, en sus trabajos». ¿Qué es lo que más te gusta de todo el proceso de elaboración de una película? «Resolver problemas de manera creativa. Es una parte importante del trabajo del director». ¿Qué trabajo no te gustaría delegar nunca? «El de edición».

3- Pablo Pagán nos traslada a la guerra civil española en Pawns. Un grupo de soldados republicanos huye del enemigo por la montaña. Escondidos en una tinchera tendrán que hacer frente a un ataque aéreo. Rodado entre Viver y València (donde transcurre la parte actual de la historia), el corto destaca no solo por su realización, sino también por el sello audiovisual personal que le imprime tanto narrativamente como de manera formal. Y desde el punto de vista argumental destaca que se ponga el foco en el papel de las mujeres en el frente de guerra. Pablo tenía 17 años (ahora 18) cuando lo rodó. No es muy habitual que el conflicto bélico que vivió España el siglo pasado se encuentre entre las inquietudes de los más jóvenes. «Tratamos en clase la guerra civil y me interesó mucho, tanto lo que ocurrió como el hecho de que aún estuviera muy presente en nuestra sociedad. Hice un trabajo de investigación bastante amplio y conté con la ayuda de la Asociación de Recreación Histórica Línea XYZ. Me parecía que la guerra civil tenía un potencial narrativo muy fuerte». Y así ha sido. Pawns se proyectará el próximo 26 de junio, a las 16.30h, en el Col·legi Major Rector Peset, dentro de la programación del Encuentro Audiovisual de Jóvenes del festival Cinema Jove.