La realidad inventada de Javier Aramburu
Son retratos sobrios, mesurados, extremadamente realistas, que miran de frente como si tuvieran algo que narrar, como si la última pincelada les hubiera pillado casi abriendo la boca para contar su historia.
Son retratos sobrios, mesurados, extremadamente realistas, que miran de frente como si tuvieran algo que narrar, como si la última pincelada les hubiera pillado casi abriendo la boca para contar su historia.