Bendita locura
Recordamos el primer disco de Amor Sucio. Cantaban que tenían el corazón entre sus piernas, era difícil etiquetar su punzante blues-rock salpicado de funk y surgieron cuando la Movida agonizaba y al indie aún no le salía el acné.
Recordamos el primer disco de Amor Sucio. Cantaban que tenían el corazón entre sus piernas, era difícil etiquetar su punzante blues-rock salpicado de funk y surgieron cuando la Movida agonizaba y al indie aún no le salía el acné.
«Pequeño circo. Historia oral del indie en España» (Contra Ediciones), es un voluminoso, y muy entretenido, libro firmado por el periodista Nando Cruz, que documenta lo ocurrido en la llamada escena alternativa entre 1988 y 1998. Cruz intenta arrojar luz sobre una escena que como cualquier otra quiso romper lazos con la anterior, en su caso la Movida.
Guillermo Artés ya avisa de sus intenciones desde la portada, transmutado en una especie de Walter White. No ha cambiado de vida tan drásticamente como el protagonista de «Breaking Bad», pero su música sí. El pop o el folk de anteriores aventuras ha dado paso a un furioso rock and roll de enérgica base blues bautizado como Pentatronika. «Fuego» se llama el primer artefacto.
Que ya sean quince los volúmenes que ha editado Hall of Fame Records homenajeando la obra de Frank Zappa dice mucho, evidentemente, del grado de fijación del sello con la obra de ese poliédrico artista.