Los periódicos son tan aburridos que no sirven a los insomnes ni para dormir. Este lunes, lo mejor del diario Levante estaba en una esquela. Eso sí, con el permiso de la columna de Enrique Ballester. Las alegrías que nos ha quitado el fútbol esta temporada, nos las devuelve él para empezar la semana con brío. Si no habéis leído su libro «Infrafútbol» (Libros del k.o.) dejad lo que estéis haciendo y corred a por una copia. La esquela era de una mujer. No ponía su edad ni la fecha del deceso, pero sí desprendía mucho amor hacia la persona fallecida. Llamaba la atención por unas rosas blancas con la firma de alguien que respondía como muchi. Pero sobre todo, por dos versos de la canción «She’s The One», de Bruce Springsteen. ¿Quién no ha fantaseado, alguna vez, con la canción que querría que sonara en su funeral? Ese mismo lunes, en la sede valenciana de Ciudadanos, no sonó ninguna para despedir a Carolina Punset. Un tuit en el que tildaba la Senyera de trozo de tela fue su última gran aportación al debate nacionalista. Ahora sube fotos de sus hijas. «…and that smile on her lips / Because she knows that it kills me» decía el fragmento de la canción reproducida en la esquela. Albert Rivera la mira de soslayo, temeroso de que se cumpla. Punset escucha, una y otra vez, a María Jiménez en su mp3: «Tú no me vengas con pamplinas / Ni me pidas que te ayude / Cuando te necesitaba yo jamás a ti te tuve (…) Ahora mi mundo ya es otro (…) Se acabó».