A Gloria Fuertes hay que leerla todas las noches. Y mucho mejor en voz alta. «A veces lo peor es lo mejor, a veces». «¡Ojalá lo que Tú quieras sea lo que yo quiero!». «Si tengo algo mejor que hacer no asistiré a mi entierro». Tres versos aleatorios que podrían haber estado en la boca de algunos políticos españoles en los últimos meses. De haber sido así, puede, que el final de la película hubiera sido otro. Pero es en Noruega donde han puesto su nombre a un avión y no aquí. Ahora ya es tarde. El PSOE ha hecho un Alistar Brownlee y ayudará a Rajoy a cruzar la meta. Corcuera dio el lunes una patada a la puerta de Onda Cero y entró el programa de Julia Otero, insultó a la periodista Elisa Beni y mandó a Margarita Robles (que ha anunciado que no se abstendrá en la votación) a la peluquería. Si hubiera estado Gloria Fuertes, seguramente, le hubiera dicho: «Los humos del demonio / los decibelios del diablo / y las ratas de las alcantarillas / han tomado por asalto nuestra ciudad».