Me llamo Jose de Rueda del Río. Nací el 18 de Octubre de 1971 (el mismo día que Chuck Berry, pero 45 años después ). Mis abuelos, tíos y padres habían sido cantantes de zarzuela. Era gente de distinta procedencia, valencianos, madrileños, catalanes, vascos … que se habían conocido trabajando en las tournées de compañías como las de Marco Redondo o Antón Navarro. Cuando nací, mi familia ya se había asentado en el barrio valenciano de La Olivereta y ya solo algunos de mis tíos y primos seguían cantando por hobby en el Patronato (que luego pasó a llamarse Sala Escalante). Esos son mis primeros recuerdos del mundo del espectáculo, jugar con otros niños en los sótanos donde estaban los camerinos, almacenes de decorados y material técnico… En los ochenta, mi tío Toni se cambió el apellido «del Río» a «River», y como Tony River montó una compañía de music hall (término muy ochentero) y empezaron a aparecer por casa de mi abuela artistas del ambiente» cabaretero» local como Pepe Marqués, el Titi, Rosita Amores, Lilian de Celis … recuerdo que pasaban tardes jugando al julepe y compitiendo por quien decía la burrada mas gorda.
Cuando contaba con 16 años, mi cuñado Chimo, que tenía una empresa de producciones musicales, me propuso si quería sacarme un dinerillo haciendo de montador de discotecas móviles y pequeños conciertos. En unos años, mientras estudiaba electrónica industrial, empecé a trabajar en giras de grupos como Revolver o Presuntos Implicados que tocaban en grandes recintos o en salas, con gente a la que verdaderamente admiraba y que nunca hubiese creído que podría tenerlos cerca como Ray Charles, Willy DeVille, Elvis Costello,… Y como si con el trabajo no tuviese bastante, los días libres los aprovechaba para ir a ver conciertos en el Babia, El Asesino, El Glop, Bésame Mucho o Gasolinera, ya que mis recintos preferidos para escuchar música en directo siempre han sido los de pequeño y mediano aforo.
Estuve durante años viajando de aquí para allá, hubo momentos buenos y malos, aunque la mente es sabia y te pone siempre en primer plano los buenos, pero llegó un día en el que el cuerpo me pidió una vida mas asentada, sin tanto viaje. Como los campos del rock´n´roll y del bebercio era lo que mas dominaba por entonces, probé a juntar las dos cosas y abrí el Pub Kraken en la Plaza de Honduras. Allí pasé once años y cuando lo dejé, me llevé un montón de buenos amigos, mucha música que descubrí por nuestros clientes (había un nivelazo de cultura musical) y la experiencia que me ha sido de gran ayuda para afrontar nuestro actual proyecto, el 16 Toneladas.
En el 16 espero jubilarme, es uno de los mejores trabajos de los que he tenido nunca. Es muy gratificante el proponer a la gente una programación de conciertos y DJs que te gusten, que la gente quiera venir y que puedas ganarte la vida con ello. El próximo día 23 de Marzo hacemos cuatro años y ya han pasado mas de 400 bandas por aquí … y esperamos multiplicar esto en el futuro.
Un disco: Mas que de discos, soy de canciones, aunque hay discos mós o menos clásicos a los que no les sobra ni una canción como el primero de Stray Cats, el London Calling de los Clash, The Rise and fall of Ziggy Stardust de Bowie, el primero de los Ramones, el The Velvet Underground & Nico, el Here are the Sonics, el primero de los Undertones, el Seconds of pleasure de Rockpile, el Stupidity de Dr. Feelgood, el Girls Go Wild de los Fabulous Thunderbidrs, el primero de los Miracle Workers, el Enjoy the Creeps, Smell of female de los Cramps…. o más cercanos el Color Hits de los Bichos, La vida mata de los Enemigos, Tres Hombres enfermos de Los Del Tonos, o Camina conmigo de Cabezafuego …
Una película: La vida de Brian. Desde muy joven me encanta el humor surrealista, y en este campo los Monty Python son los mejores. Creo que hay pocas películas de humor que aguanten bien el paso de los años y creo que esta, no es que lo haga, es que podría haberse estrenado ayer y en todos los temas que trata (machismo, política, religión … ) estaría de plena actualidad. En el cine español me pasa algo parecido con Amanece que no es poco de Jose Luis Cuerda.
Un libro: La guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams. Seguimos con el surrealismo y la ciencia ficción. Me lo pasó mi amigo Pepe Txontas (creo que es el embajador de este libro en Valencia). Empezó como una novela radiofónica en la BBC en el año 1979, pero por el éxito que tuvo, acabó siendo la primera novela de la saga del mismo nombre que consta de cinco novelas cortas. Como dice su contraportada: «Tras el éxito vinieron las novelas, la serie de TV, la película, el cómic, el videojuego y la línea de toallas de baño dedicadas (¿! )».
Una serie de televisión: Doctor en Alaska. Recuerdo que aprendí aprogramar el VHS sólo para poder grabar esta serie porque la hacían los viernes por la noche y siempre me pillaba trabajando, de hecho hubo dos años que trabajé en el Roxy con el equipo de sonido y los viernes me largaba corriendo nada mas desmontar para llegar a ver la serie en mi sillón (bueno, el de mis padres, entonces ). De series actuales, he disfrutado con Treme, Vynil, Los Soprano o Sons of Anarchy.
Una serie de dibujos de tv: Tengo un hijo de doce años y una hija de seis y he visto visto con ellos bastantes series de dibujos. De todas las que he visto, me quedo con Bob Esponja (tanto la sintonía, como la música que suena de fondo durante el capítulo, es genial), con Hora de aventuras (guiones de tripi ) y he tenido la suerte de que les guste ver Los Simpson.
Una revista: Ruta 66. Es la revista que me ha educado musicalmente. La compré por primera vez en el 87, con 16 años y no he fallado ni un mes desde entonces. Compro todos los meses esta, Popular 1 y según los contenidos que hayan, el Rock de Lux, Uncut, Mojo…
Un icono sexual: Leonor Watling. La vi en persona hace poco y creo que incluso sale ganando respecto a la imagen que tengo suya en las películas o videos musicales.
Una comida: Paella con verduras de temporada.
Un bar: Bar San Pedro. No recuerdo desde cuando soy cliente. Entras y hay una barra larguísima llena de tapas para elegir. Los calamares que hacen, son los mejores que he probado nunca. Es de los pocos bares de mi barrio (La Olivereta) que conserva los mismos dueños desde hace mas de treinta años y siempre que voy, sé que voy a encontrar a alguien que conozca.
Una calle: La calle de la Paz. Sales del Parterre, de fondo la torre de Santa Catalina y a los lados los edificios mas elegantes de la ciudad. Puedes pasarte un buen rato examinando las fachadas de las fincas, no tienen desperdicio.