Soy Andrés Sanchis Giner, ilustrador, dibujante profesional y cofundador del estudio Squid&Pig, especializado en la creación de personajes, historias, animaciones e ilustraciones kawaii.
Kawaii es un término japonés que significa «bonito» o «tierno» y que representa todo un movimiento que intenta crear un mundo más amable, cercano, donde prime el amor como forma de comunicarse entre los individuos.
Como profesional del lápiz, utilizo este movimiento para generar obras y piezas suaves y amigables que ayuden a los clientes a conectar de una manera más profunda y auténtica con sus consumidores. Creamos universos de amor y diversión en los que las personas se sienten seguras cuando transitan a través de él. Hemos tenido la oportunidad de hacerlo para clientes internacionales como Google, Disney, YouTube, YouNow, StarWars, Mattel, Harper Collins o Egmont.
En mis ratos libres me gusta escribir mis pensamientos, que a veces cogen forma de artículos, o saco el micro y grabo sobre mis experiencias en el sector de la ilustración en el podcast de El Club del Dibujo. Aunque desde hace un tiempo prefiero salir al Jardín del Turia y disfrutar sencillamente de un paseo tranquilo.
Una canción:
No soy de tener una sola canción preferida vital. Según en cada momento personal en el que me encuentre, resuena una u otra canción.
Últimamente tengo una muy presente. Es una sesión en el canal japonés de YouTube de THE FIRST TAKE, donde invitan a artistas a cantar temas en una sola toma. La canción es concreto es «ないものねだり» (Algo así como «Pides demasiado») del grupo KANA-BOON y que, en esta ocasión, es una colaboración con Mossa, la vocalista de Necry-Talkie, que es otro grupo que me tiene muy enamorado últimamente por su potencia y vitalidad.
Una película:
Voy a decir una de las películas clásicas de mi infancia y que me sigue volviendo loco: Dentro del laberinto (1986), de Jim Henson. El universo creado en ella es sencillamente mágico. Los personajes, las aventuras y su historia es preciosa. Y de paso te saca unos cuantos bailes con las canciones cantadas por David Bowie. 🎵🎶 Magic Dance 🎵🎶
Un montaje escénico:
Recuerdo con cariño la vez que estando en la ciudad de Nueva York pude ver el musical de Anastasia. Es una adaptación de la película de animación homónima de 1997. Poder ver en real aquello que ya había visto en 2D fue mágico. Valorar cómo adaptan y convertían con las limitaciones del escenario toda una película animada, que en principio, no tiene límites, me hizo disfrutarla tanto en historia como en producción.
Una exposición:
Tengo una que visité hace relativamente poco muy marcada: Josep Renau i el temps de les imatges, que realizó la Diputació de València. Ver la obra del gran Renau siempre es un disfrute, y exponerlo con el cuidado y cariño que tuvieron en esta ocasión fue más que maravilloso. Además me pude hacer con el precioso catálogo de la exposición realizado por Ibán Ramón, el cual, ya forma parte de la biblioteca del estudio.
Un libro:
Me decanto por un cómic de Borja González: Grito nocturno. Una historia gótica en un mundo actual y donde el terror y el misterio se entrelazan con lo popular y la música, allá, en las tierras de Kendwick.
Una serie:
Esta es fácil: ONI: La leyenda del dios del trueno, de Daisuke «Dice» Tsutsumi y Tonko House. Un cuento muy tierno realizado en Stop Motion y 3D donde el disfrute no solo está en su calidad de diseño y animación, si no que su relato y mensaje me dejó enamorado de cada episodio de la serie.
Un podcast:
Siempre hay que tener cuidado con los podcast que se consumen. Estos afectan más de lo que podemos creer a nuestro pensamiento en el día a día. Por eso, voy a lo seguro, y recomiendo uno que llevan ahí más de 10 años creando cultura: Campamento Krypton. Pocos podcast españoles son tan auténticos como ellos.
¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?
Sería toda una fantasía que me hiciera un retrato la gran Maria Picassó i Piquer. Para mí, una de las mejores retratistas actuales que tenemos en nuestro país y todo un referente a nivel mundial. Cada nuevo retrato que Maria realiza, sobrepasa de nuevo su calidad, creando piezas sencillas, potentes y reconocibles.
Una comida:
Soy de buen comer, y me gusta casi todo. Pero hoy tengo un antojo en concreto: Tofu empanado. Cocinar el tofu es fácil, pero conseguir que esté sabroso y potente no tanto. Cuando se consigue esto, es todo un manjar. ¡Me comería kilos y kilos! ¡Mel de romer!
Un bar de València:
La verdad es que no soy muy de bares. Podría decir el Vaya Tela. Vinos y otros, pero hace décadas que ya no existe. También diría El Morrut, pero Pepe se jubiló hace unos años. Así que diré el Bar&Kitchen del Mercado de Tapinería. Un buen sitio para desconectar cuando estás en pleno centro y te sientes abrumado por los mares de gente y turistas.
Una calle de València:
Carrer de Sebastià Giner Soriano. Por todo lo que pasé allí. Por todo lo que representa.
Un lugar de València que ya no exista:
La librería especializada Krypton Comics que había en la calle Matías Perelló. Fue mi cueva de salvaguarda durante mi niñez y adolescencia. Un local pequeño, lleno de cómics, y sus dependientes aguantaban en silencio, pacientemente como monjes de clausura, a los grupos de niños sin dinero que nos pasábamos horas y horas allí metidos. Su paciencia formó parte del muro de nuestra cultura.
¿Con quién te tomarías un vermut?
Para acompañar un piscolabis, nadie mejor que Sonia, mi pareja. Me gusta hacer cosas y tener experiencias, pero si son compartidas, sobre todo con ella, mejor que mejor. Se multiplica exponencialmente el amor que se genera a través de ellas.