Mi nombre es Enric Alepuz. Soy músico y diseñador. Toco la batería en Tórtel y Gener. Fundé -junto con dos amigos- Tattoonie, una marca de tattoos temporales que colabora con artistas y marcas de todo el mundo. Mi papel en el proyecto es ejercer la dirección artística.
Además como freelance realizo trabajos de diseño muy relacionados con mis gustos, ya sea la música, el arte o la gastronomía.
He vivido en más de seis casas, me gustan los dibujos Uyiko-e japoneses, el arroz al horno de mi vecina Carmen y prefiero bañarme en un río antes que en el mar.
Un disco:
El Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles me voló la cabeza. Nunca había oído nada parecido en mi vida, de hecho no entendía muy bien el lenguaje que usaban. De alguna manera me atrapaba fuertemente. Todas las canciones son muy buenas y distintas entre ellas. Tenía pop, música india, psicodelia, música hall, orquestaciones sinfónicas… Fue una propuesta arriesgada y loca sobre el papel, que se adapta perfectamente a mi manera de entender el universo de la música. Además, el tiempo me ha ayudado a ir descubriéndole más detalles.
Una película:
Les Douze Travaux d’Astérix lo tiene todo. Música, calidad en los dibujos, comedia, ritmo, un guión perfecto, y una pizca de psicodelia setentera. Es una película que entra a cualquier hora del día. Me atrapaba de mala manera cuando era pequeño y me seguirá atrapando dentro de 20 años.
Un montaje escénico:
El concierto de Portishead en el FIB 2011. En directo no he visto nada parecido, nada que me haya hecho vibrar así. Fue un show de una calidad interpretativa y sónica espectacular. Suelen decir que en los festivales se prima el espectáculo y las luces sobre los detalles y la sensibilidad. No fue el caso. Me sentía como en una burbuja, con todos los sentidos involucrados en la experiencia.
Un libro:
El cómic Enter the Kann, de Victor Puchalski. Ya sabes que uno siempre se siente orgulloso de sus amigos que consiguen convertirse en abogados, médicos, arquitectos… Pero con Victor me pasó algo realmente curioso. Tras unos años sin contacto me acerqué a la firma de cómics de su última obra. Al llegar, vi una cola inmensa de seguidores que tenían verdadera devoción por su trabajo. Sentí felicidad y un gran orgullo. Me picó tanto aquello, que devoré el mundo que había creado en Enter de Kann. Victor es simplemente droga.
Una serie de tv:
Tales from the Crypt es, sin duda, mi serie favorita. Terror bizarro y comedia. Te conviertes adicto a esa sensación tan característica del show: si algo puede salir mal, saldrá aun peor.
Una serie de dibujos de tv:
Salir corriendo del colegio a ver Son Goku es un recuerdo de infancia latente. Es prácticamente perfecta. Engancha, emociona y por qué no decirlo, estimula las fantasías sexuales más tempranas. En esa época me encantaba pegarme con todos, supongo que podría echarle la culpa a Son Goku.
Una revista:
No voy a pecar de cultureta, la revista que más veces he comprado en mi vida ha sido la Revista Oficial NBA. Tenía montañas de esas revistas apiladas. Fui un loco del baloncesto, y el mundo NBA me parecía de superhéroes y villanos. Tenía pósters gigantes de Jordan, Rodman o Kobe Bryant… Un mundo realmente macarra.
Un icono sexual:
¡Uf! Maribel Verdú. Desde pequeño, en la serie Canguros, que ya me fijaba… Pasan los años y sigo pensando lo mismo, jajaja.
Una comida:
Paella de caldo de puchero. Este manjar junta dos de las mejores cosas que te puedes comer en la vida: puchero y paella. La clave es tener un buen caldo, pero eso sí, tiene que quedar soltet y sequet. Es una comida poco popular en la actualidad, por suerte mi padre sigue preparándolo como lo hacía mi abuela. Obviamente me toca a mí tomar el relevo.
Un bar de Valencia:
Difícil pregunta… Me gustan muchos y no soy de ir siempre a los mismos sitios como rutina. Últimamente amo ir los jueves al Festinar del Cabanyal a escuchar jazz en directo y a comerme el mejor hummus de calabaza de la ciudad. Se crea una atmósfera muy bonita en ese sitio.
Una calle de Valencia:
El trocito pequeño que hay entre la Plaça de l’Almoina y la Catedral, cuando pasas por debajo del arco. Es un punto por el que paso habitualmente y siempre me entra una media sonrisilla, es precioso.
¿Con quién te tomarías un vermut?
Con Iván Martínez, youtuber e investigador. Estoy bastante enganchado a su canal Gran Misterio, pero es que además tiene pinta de ser muy buena persona.