Soy Fela Almenar, diseñadora de interiores. Nací en València y llevo más de 30 años dedicada a este oficio, que es mi pasión. Soy una enamorada de los espacios, me encanta proyectarlos, cambiarles el uso, diseñarlos con el fin de que el entorno aporte algo especial en la vida de las personas que viven o trabajan en él. Algo que caracteriza mis proyectos es que siempre intento que sean cálidos antes de vestirlos. Los materiales, la iluminación, los volúmenes y el color. También me gusta mimetizarme con el cliente. Saber exactamente lo que quiere, no tratar de imponerle las soluciones, trabajar junto a él y convertirme en su cómplice. Creo que el mejor proyecto, el que funciona perfectamente, solo se consigue con un auténtico trabajo en equipo.
He tenido la suerte de poder trabajar en proyectos muy diferentes, apartamentos, áticos, casas, oficinas, estudios, coworks, museos, una biblioteca, un teatro, alquerías, una residencia para artistas, refugios de montaña, casas en el mar, incluso en una maravillosa embarcación de 27 m de los años 60. Mis próximos proyectos son un hotel en el barrio de Velluters de València y una preciosa casa isleña.
Estudié Bellas Artes en la Universidad Politécnica de València en los años 90. En aquella época me encerraba en mi estudio a pintar de una forma obsesiva pero mi visión estética de todo me hizo renunciar a esta disciplina, y decidí hacer un máster de rehabilitación de patrimonio. Participar en rehabilitaciones como el archivo de la Catedral de València o la Santa Faz de Alicante me hicieron dar el giro profesional hacia la rehabilitación de espacios.
Desde hace 11 años, soy consejera del centro cultural La Rambleta y miembro del tribunal de su beca anual de investigación y producción artística, un proyecto en el que me involucré profundamente junto con Lorena Palau, nuestra recordada directora, Reyes Martínez, doctora en BBAA y directora de Set Espai d’Art y Tomás Ruiz, coleccionista de arte, con el objetivo promover la creación y difusión artística y facilitar a los artistas plásticos vías de profesionalización en el arte contemporáneo. Hemos contado con excelentes profesionales del mundo del arte en el camino, lo que nos ha ayudado y a los que les estoy tremendamente agradecida.
Aunque me gusta mucho mi trabajo y me siento afortunada por ello, siempre me ha apasionado el arte y es algo que siempre está ahí… Incluso pintar es algo que me gustaría volver a hacer y que echo de menos, y no descarto volver a intentarlo.
Una canción:
Perfect day, de Lou Reed.
Una película:
La reina de África, con Humphrey Bogart y Katharine Hepburn.
Un montaje escénico:
Comedias bárbaras, de Bigas Luna en Sagunto en la Bienal de València.
Una exposición:
Savage Beauty, sobre Alexander McQueen en el V&A de Londres.
Un libro:
El elogio de la sombra, de Junichiro Tanizaki, una pequeña joya sobre el pensamiento de Oriente contrario al de Occidente sobre la luz.
Una serie:
Uff!! Peaky Blinders, Fauda, o El cuento de la criada… No sabría decirte una. Ha habido un cambio importante de costumbres con las plataformas, pasamos de la noche a la mañana del capítulo semanal en televisión (Heidi en los 70, Twin Peaks en los 90 o Downtown Abbey no hace tanto) a las series a la carta en los diferentes dispositivos.
Me duermo en tantos capítulos que ni las recuerdo.
Un podcast:
¡No escucho!
¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?
David Hockney y otro Annie Leibovitz.
Una comida:
En general las que usan muchas especias, el olor, el color, los sabores de la India… Me gustan muchísimo los curris, las verduras, los tandooris, los nams.
Un bar de València:
El Aquarium y su negroni.
Una calle de València:
Joaquín Costa, la primera casa en la que viví.
Un lugar de València que ya no existe:
El taller de moda de mi tía abuela Encarna Fayos en la trasera de una Portería en el ensanche, lleno de telas y espejos.
¿Con quién te tomarías un vermut?
Con Hemingway y Gabriel García Márquez, a ver dónde me llevan… Y también me gustaría hacerlo con Agatha Christie y darme un paseo por la arqueología, los venenos y el misterio.