Lola Guillén Pascual rodando en un desierto de Teruel. Foto: Raul Salvadores.

Me llamo Lola, me dedico al vestuario de cine y llevo gafas. De pequeña dibujaba los vestidos de Sissi emperatriz y me gustaba bastante. Soy más de hablar que de escribir, ninguna de las dos cosas se me da muy bien. Colecciono objetitos de pequeño tamaño y me encanta comprar flores. Uno de mis dones es que siempre me huele bien el pelo.

 

Un disco: Muy difícil. Diría uno de Britney Spears que tengo en el coche y que no recuerdo el nombre.

Una película: Tiburón.

Un montaje escénico: La ópera Fidelio.

Una exposición: Una de Jim Campell que vi hace unos pocos años en la Fundación Telefónica de Madrid. La recuerdo mágica.

Un libro: La novia de Matisse, de Manuel Vicent.

Una serie: Me empecé a enganchar fuerte a ver series en el confinamiento. Creo que me quedo con Los Simpson, pero las primeras temporadas.

¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato? Mi padre. Y ya me ha hecho unos cuantos.

Una app: Pinturillo. También me enganché en el confinamiento.

Una comida: Las lentejas con gambones. Las hago que flipas.

Un bar de Valencia: El Monterey.

Una calle de Valencia: La calle Barraca. Hace un par de años que vivo allí. Me gusta ese momento en el que, después de jornadas laaaaargas de rodaje, escribo la dirección en el GPS. En ese momento ya casi me siento en casa descansando, últimamente lo hago poco.

Un lugar de València que ya no exista: El bar Zombie. De mi amigo Javi.

¿Con quién te tomarías un vermut? Con mis amigos Gonzalo y Viole, pero pediríamos cervezas.