En nuestra afán por devolverle a esta ciudad todo lo que nos da, nos ponemos la camiseta de servicio público y echamos un cable en algo que nos parece primordial: la renovación del callejero de Valencia. En esta ocasión, hemos pedido ayuda a la diseñadora Lina Vila, quien sin dejar su estupendo sentido del humor (una de las cualidades que más valoramos del ser humano en Verlanga), propone que se le dedique una vía al gran dibujante Francisco Ibañez.
Una calle para … Ibañez
De pequeña no me gustaban los caramelos, pero me relamía ante un buen montón de historietas del magnífico Ibáñez: Mortadelo y Filemón, Botones Sacarino, Rompetechos o La familia Trapisonda (un grupito que es la monda) y tantos otros. Es por ello, y porque desde entonces no he encontrado mundos más disparatados y divertidos que los suyos, que me veo en la obligación de informar a todos ustedes de que Valencia necesita de forma imperiosa una calle en honor a Ibáñez: una calle que se llamará “Rebollit Street”.
La ubicación idónea tendría que ser en un barrio con solera y carácter, un barrio donde la actividad absurda fuera constante. Por lo que después de darle mucho al melón creo que la calle perfecta para emplazarla es la calle Cuba.
Para el buen desarrollo del proyecto será imprescindible :
1.- Eliminar los porteros electrónicos, reactivando la contratación de conserjes y porteras (always con moño).
2.- Potenciar en la calle el olor a guiso.
3.- Comercios de todo tipo: “Peluquería La Sin Pelo¨, “Cerrajería Otilio”, “Bar Budo”, “ Transportes Eladio”, “Medicina familiar Dr. Bacterio”, “C.A.C.A Cofradía de Ayuda a Criaturas Abandonadas”, “ Taller mecánico Frenillo” o “Pescadería Sal Monete”.
4.- Noticiero propio con asuntos very importantes del barrio.
5.- Disponer de una ambulancia propia que nunca llegará a su destino porque en Rebollit Street nunca hará falta, ya que si en un futuro te atropellara un camión, te levantarías como un alma en pena; si accionaran explosivos a tu vera, continuarías carbonizado/a sin más agravio; y si cayeras desde un séptimo, como mucho, te saldría un chichón del tamaño de un albaricoque.
6.-Debido al punto 5, no hará falta tarjetas SIP.
F.- Mobiliario urbano: además del ya conocido, añadir caracoles con sombrero y colillas de cigarros despachurrados para suelos. Ocho unidades de cada uno por cada 5 edificios.
Yo creo que a esto Joan Ribó no puede negarse. Es absolutamente prioritario.
¡Viva la T.I.A!