Imagen de Baba Kamo 2022.

Un león que surca los cielos de la ciudad, una avalancha de niños que campa libre entre animales exóticos y un colorido casco urbano lleno de movimiento y respeto por la naturaleza. Parece un sueño, pero es una pincelada del cartel diseñado por Joan Negrescolor para la sexta edición de Baba Kamo. Festival y Feria del Libro Ilustrado. Una cita que se celebrará del 15 al 17 de diciembre en el Centre del Carme Cultura Contemporània y que organizan la Associació de Professionals de la I·lustració Valenciana (APIV) y la Fundació pel Llibre i la Lectura (FULL), con la colaboración de la Associació d’Editorials del País Valencià (AEPV).

Negrescolor (Joan Fernàndez Vicente), como ganador de Babalunga i Kamolongos, la exposición internacional que cada año acoge el festival, ha sido el encargado de la imagen gráfica de esta edición y de relevar en la tarea a la ilustradora Mariana Rio. El resultado ha sido una orquesta caótica, divertida y rebelde capitaneada por Kembo, el león vegetariano y pacifista de Baba Kamo. El ilustrador ha querido adentrarse en la obra que inspira el festival, Kembo. Incidente en la pista del circo Medrano (Carlos Pérez y Miguel Calatayud, Kalandraka, 2010), para encontrar paralelismos entre la esencia del libro y la actualidad.

«Kembo es un león que no cree en las fronteras, que se mueve de una forma antiautoritaria», explica Negrescolor, «he querido presentar de una forma sutil aquellos elementos que pueden configurar un eje de resistencia al autoritarismo, a la no aceptación de la libre circulación de las personas por el mundo». El rey de la selva, dominante, imagen del imperialismo, pero, de repente, en la piel de Kembo, el león representa la diversión, el espíritu compasivo y el pacifismo: «Creo que el cartel habla de la fuerza de la cultura, de cómo nos podemos apropiar de ella. De cómo podemos dar un carácter simbólico a los elementos, las luchas y las realidades que nos rodean de una manera creativa y comunitaria».

El artista, que también hizo un guiño a la lucha por la conservación de la huerta valenciana en el cartel, ha empleado esta herramienta de resimbolización en la elección del color del festival: el fucsia. Un color estigmatizado a nivel simbólico al que Negrescolor dota de protagonismo. Para plasmar ese carrusel de colores y formas juguetonas, el ilustrador ha optado por una confección a mano que «humaniza» el dibujo. «Tan inmersos como estamos en la era de la inteligencia artificial donde cada vez es más complicado distinguir qué ha hecho una máquina y qué una persona, es una forma de reivindicar una imagen donde se vea el trazo humano, los errores, las rectificaciones…» argumenta Negrescolor.

Un original que se podrá visitar en el Centre del Carme durante toda la celebración del festival.
Además, Negrescolor impartirá un taller de dibujo donde los participantes jugarán con el concepto de positivo y negativo. Un ejercicio, a través del blanco y negro, donde poder reflexionar sobre nuestro concepto del bien y el mal.

La sexta edición de Baba Kamo tendrá una temática sobrevolando sus jornadas: las lenguas minoritarias y minorizadas. Con la colaboración del proyecto de Europa Creativa, LIT-UP, liderado por la AEPV y focalizado en el apoyo a la internacionalización de pequeñas editoriales que editan en estas lenguas, los asistentes podrán disfrutar de un programa repleto de charlas, talleres y actividades impartidas por las invitadas de territorios como Frisia, Eslovenia o Euskal Herria. Además, las jornadas de Audicions!, las entrevistas profesionales entre ilustradoras, editoriales y agencias de representación, también se verán enriquecidas por la presencia de editoriales europeas.

Imagen de Baba Kamo 2022.

Una de las invitadas de esta edición es Maite Gurrutxaga, ilustradora editorial especializada en literatura infantil y juvenil e invitada del proyecto LIT-UP a Baba Kamo. Para la guipuzcoana, que impartirá este año la masterclass a los estudiantes de ilustración de la Escuela Barreira, palabra e imagen son hermanas. «Como ilustradora, cuando trabajo una idea, allí también está la palabra», reconoce Gurrutxaga. La presencia del euskera en su pueblo, Amezketa, y haber crecido en un entorno rural rodeada de un verde deslumbrante son aspectos que influencian su lenguaje visual, pero que también pueden limitar las posibilidades de profesionalización e internacionalización.

«Si trabajas en un idioma minoritario tienes más dificultades para profesionalizarte», de ahí la importancia de proyectos como LIT-UP o Baba Kamo, «porque sin un impulso somos cómo pequeñas islas, tenemos que poder hacer un camino hacia fuera también».
Maja Kastelic comparte esta perspectiva. Kastelic es una ilustradora eslovena conocida por trabajos como A Boy and a House y que ha sido galardonada internacionalmente por el BIB Plaque, el IBBY Honorary List o el Etisalat Children Literature Award. Su trabajo reflexiona sobre «lo milagroso en la cotidianidad» y, aunque para ella la ilustración «traspasa fronteras», provenir de una pequeña comunidad lingüística impacta sobre las expectativas de futuro. «Es importante que proyectos como estos amplíen las oportunidades de las personas que trabajen en lenguas y mercados minoritarios. Provenir de una pequeña comunidad puede ser una ventaja creativa, pero definitivamente es un problema en materia de accesibilidad y oportunidades». Su charla durante el festival explorará las vicisitudes de ser ilustradora y pertenecer a una pequeña comunidad identitaria.

Imagen de Baba Kamo 2022.

Por su parte, Yke Reeder proviene de una reducida región septentrional de los Países Bajos, Frisia. Un lugar profundamente arraigado al mar con una cultura e idioma propios (el frisón) que los distingue del resto del país. Ese influjo marítimo ha influenciado a la ilustradora, cuyo primer trabajo fue El Holandés Errante y cuyo espíritu aventurero la ha llevado a Nueva York, Ámsterdam o Sudáfrica para pintar murales, diseñar escenarios destinados a talleres creativos e idear proyectos de ilustración para escuelas. Su trabajo ha sido publicado por reconocidas editoriales como Afûk y ha sido seleccionado para la Bienal de Ilustraciones de Bratislava (BIB).  Actualmente, se dedica a la investigación artística dónde ha podido estudiar el potencial de las metáforas visuales en el diálogo. Una vez más, palabra e ilustración en una danza constante.

Luci Gutiérrez, Premio Nacional de Ilustración 2023, reconocida por sus trabajos de un humor agudo e irónico, conoce muy bien la sensación de formar parte de una comunidad pequeña (o empequeñecida) de hablantes. Sus padres son sordos y, aunque le cuesta entenderse con otras personas que también lo son (está acostumbrada a utilizar una mano en vez de dos), el lenguaje de signos ha influenciado su forma de comunicar. «El lenguaje de signos es muy expresivo. Hay una parte dramatizada que no es únicamente con los signos, sino con la expresión de la cara, con el cuerpo… Y creo que esto de alguna manera me ha influido. También el hecho de que ellos están obligados a ser muy observadores y yo lo he sido también; es una condición muy importante para dibujar», reflexiona Gutiérrez.
La autora de English is not Easy y Manual de autodefensa, ahondará en este tema durante la charla sobre su trabajo que tendrá lugar en el marco del festival. Una charla que será traducida en directo al lenguaje de signos gracias a la colaboración de la Federación de Personas Sordas de la Comunidad Valenciana (FESORD CV).