José Capuz. Escultor del clasicismo moderno, es el título de la exposición que se podrá visitar hasta el 12 de septiembre en el Museu de Belles Arts de València, producida por el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana

El escultor José Capuz Mamano (Valencia, 1884 – Madrid, 1964) fue precursor de la renovación de la escultura realista de su época en València, y protagonista, junto al catalán José Clará y el palentino Victorio Macho, de la renovación escultórica en España. Para Helena de las Heras, comisaria de la muestra, “si a finales del siglo XIX la pintura española tuvo su momento de esplendor, durante las primeras décadas del siglo XX fue la escultura la que adquirió mayor importancia. En este sentido se hacía necesario revisitar al artista José Capuz para mantener vivo su legado. Su obra representa un nuevo y firme eslabón en la reconocida e histórica escuela escultórica valenciana y un hito en la escultura española de la época”.

La exposición reúne cerca de 40 esculturas, otras tantas fotografías y 16 dibujos que repasan las diversas técnicas y temáticas en la obra de Capuz quién trabajó en diferentes materiales como mármol o madera, donde practicó la talla directa, además de terracota, yeso o bronce.

La muestra incluye un gran número de obra de la colección del Museu de Belles Arts de València, y del Ayuntamiento de València, también depositadas en el Museu de Belles Arts, además del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, muchas de ellas restauradas por el Consorci de Museus, con motivo de la exposición.

José Capuz recibía encargos de instituciones de toda España. Así además de las obras de la colección particular de la familia hay piezas, dibujos y fotografías procedentes del Museo Sorolla, del Museo de Bellas Artes de Jaén, de las fundaciones Bancaja y Capa, del Círculo de Bellas Artes de Madrid, de la Cofradía Marraja de Cartagena entre otras entidades, además de numerosa documentación del Instituto del Patrimonio Cultural de España.

A comienzos del siglo XX dos tendencias coexisten en la Escultura europea. Por un lado, la renovación de la tradición figurativa en formas de expresión y contenido que se alejan del modelo académico y del realismo. Por otro, una tendencia rupturista con los cánones de representación que se traducirá en la serie de ismos conocidos como vanguardias históricas.

La comisaria ha explicado que Capuz “se adscribe a la corriente europea del clasicismo moderno, el nuevo ideal figurativo surgido como reacción ante el realismo naturalista imperante en la escena artística, en su obra confluye el noucentisme catalán y el nuevo realismo castellano”.

El recorrido expositivo sigue una línea cronológica y temática desde su etapa de formación en València, Madrid y Roma, donde realizó sus primeros trabajos; su regreso a España donde destacan aquí los retratos de Joaquín Sorolla y su hija, Helena Sorolla, además se incluyen dos pinturas, dos retratos de José Capuz uno realizado por su amigo Sorolla y otro del pintor José Nogué Massó.

Continúa la exposición con su etapa de exposiciones y asociaciones de artistas; el binomio escultura-arquitectura, Capuz participó junto a Adsuara en la fachada del Círculo de Bellas Artes de Madrid; escultura monumental; escultura religiosa de la que se exhibe un grupo imaginario procedente de la Cofradía Marraja de Cartagena según la comisaria de gran relevancia. Finaliza la muestra con algunas piezas de libre creación de sus últimos años.

Helena de las Heras ha destacado asimismo la importancia de la colección del Museu de Belles Arts de València para el reconocimiento de la obra de Capuz con dos importantes restauraciones como Diana cazadora (1910) o el Busto de Pepino Benlliure las cuales se encontraban almacenadas y van a poder disfrutarse desde este momento. De su relación con el pintor Joaquín Sorolla De las Heras ha destacado que Capuz diseña el sello del Museo Sorolla con el retrato de su mujer Clotilde García del Castillo y su hijo Joaquín. Para la comisaria esta exposición salda una deuda con el artista ya que “el reconocimiento del mérito artístico de José Capuz por parte de sus contemporáneos traspasó nuestras fronteras”.