La Sala Dormitori del Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) realiza un viaje espiritual a su pasado como dormitorio de los frailes carmelitas en la Edad Media. La artista Pamen Pereira recrea una atmósfera única cargada de simbología, misterio y poesía en la nueva exposición del CCCC, cuyas obras principales se han realizado expresamente para este espacio. La exposición Pamen Pereira. El final del sueño se podrá visitar hasta el 24 de abril.
“Hace unos meses, Pereira volvió a exponer en València, pero desde hace 20 años no ofrecía al público una gran intervención ex profeso como esta en la capital. Es una de las grandes artistas que mezcla arte y vida como si fuesen la misma cosa y, por ello no deja indiferente a nadie. Es una artista con duende”, son palabras de Víctor Segrelles, comisario de la exposición.
En este sentido, Segrelles añade que “Pereira traslada sus viajes a su obra, y el público puede encontrar en ella una fuerte carga espiritual”. “Se enamoró del Dormitori del Centre del Carme y, a partir de ahí, creó las obras principales de la muestra, que conviven con otras creaciones recientes, para mostrar siglos de sueños de los carmelitas que habitaron en el convento con una gran capacidad de sugerencia poética”, explica.
Simbología, misterio y poesía
Antiguo dormitorio -durante siglos- de los frailes carmelitas que habitaron el convento, el propio espacio expositivo está en el origen de la creación de las obras centrales de la muestra. Realizadas expresamente para este proyecto, dichas obras están inspiradas en la mística española del Siglo de Oro, tomando como referencia principal el pensamiento y la poesía de san Juan de la Cruz.
Como elemento renovador, el fuego protagoniza la instalación ‘La sospecha del fuego’ y ‘El fuego y el reposo’, un par de zapatos y un camastro antiguo, respectivamente, de los que surgen llamas creadas con vapor seco y una iluminación especial. Ambas están inspiradas en algunos de los poemas de san Juan de la Cruz, como ocurre con ‘Por aquí no hay camino’, una escalera de caracol con la que se hace referencia a la ‘Subida del Monte Carmelo’ y a la necesidad de desprenderse.
Complementan la exposición esculturas, objetos y dibujos recientes que remiten al imaginario artístico sobre el que Pamen Pereira viene trabajando durante toda su trayectoria: las relaciones arte-vida-naturaleza, el binomio ciencia-magia, la búsqueda de fundamentos que armonicen conceptos duales en eterno conflicto (permanente/efímero, inmutable/mudable, pesado/ingrávido) y la fusión de la experiencia vital con el proceso creativo. El conjunto de obras expuestas, dada la interrelación y fusión de unas con otras y su disposición en el espacio de la sala, deviene en una “obra nueva”, una envolvente instalación plena de misterio y poesía.
Proceso creativo y experiencia vital
Dibujo, pintura, escultura, instalación, en ocasiones fotografía y vídeo, o cualquier otro medio, son válidos para que Pamen Pereira materialice una idea y concrete el acto creativo. Acto que en su proceso se funde con la experiencia vital de la artista y está fuertemente vinculado a la naturaleza, de donde extrae gran parte de sus imágenes. Un planteamiento artístico que es, en el fondo, la elección radical de un modo de vida. Una exigente fidelidad a esta como vía de conocimiento y lugar de transformación. La vida como principal gabinete de trabajo.
Estudia Bellas Artes en València y a mediados de los años ochenta inicia su trayectoria artística. Desde entonces no ha cesado de viajar realizando proyectos y exponiendo sus obras, tanto individualmente como a través de muestras colectivas y temáticas, en galerías de arte, museos y espacios culturales de todo el Estado español y de distintas ciudades europeas, asiáticas y americanas, residiendo largas temporadas en países lejanos como Japón, Tanzania, o en lugares extremos como la Antártida y el Sáhara.
En concreto, ha expuesto en espacios como el Centro Galego de Arte Contemporáne (CGAC), Museo de la Cultura de Galicia en Santiago de Compostela, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), el Museo de Lugo, el Museo Esteban Vicente de Segovia, el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), el Museum Zu Allerheiligen de Schaffhausen en Suiza, el Palacio de la Ópera de El Cairo, la Bibliotheca Alexandrina Arts Center en Alejandría (Egipto), el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo y el Museo de la Ciudad en Querétaro (México), Recent Gallery (Sapporo, Japón), Barg Gallery (Teheran, Irán), Galerie d’art du Conseil Général des Bouches-du-Rhône (Aix-en-Provence, Marsella), Palazzo Pinucci y Galleria Via Larga de Florencia, el Palacio del Senado (Madrid), el Museo de Bellas Artes de Caracas en Venezuela, la Fundación Juan March o el Palacio de Velázquez (Madrid).
Sin abandonar la soledad del taller como templo de reflexión y estudio del que surgen obras con carácter más íntimo, en los últimos años su trabajo se ha centrado en las instalaciones e intervenciones site specific para espacios tanto públicos como privados, algunas de las cuales son permanentes.