Conversamos con los dos integrantes de compañía La Gata Japonesa, que presentó dos espectáculos en la Mostra de Teatre d’Alcoi
La Gata Japonesa, una compañía madrileña que mezcla danza, equilibrismo y malabares, siempre con una estética impecable, presentó dos espectáculos en formato ‘work in progress’: Papai Rouge y ‘Voa!, en un evento al aire libre y gratuito. Hemos conversado con sus creadores e intérpretes, Elena Vives y Diego García, sobre cómo estos formatos experimentales influyen en su proceso creativo y ayudan a desarrollar sus piezas.
— Desde la creación de la compañía en 2017, han logrado fusionar disciplinas como el circo, la magia, la acrobacia y el humor. ¿Cómo ha evolucionado vuestro enfoque artístico en estos años y qué os inspira al crear espectáculos tan multidisciplinarios como los que presentáis en la Mostra de Teatre d’Alcoi?
— Venimos del mundo de la técnica. Nuestras primeras piezas tenían ese punto de partida. Poníamos sobre la mesa las técnicas de circo que nos apetecía compartir, y empezábamos a tratar de entender que podían contar esas técnicas, cómo se podían enlazar. Creábamos un esqueleto técnico y rellenábamos los espacios. Después nos interesaron las historias pequeñas, atemporales o de tiempos pasados, y eso nos llevó a aprender cosas nuevas, nuevas técnicas, entrar en contacto con la magia, interesarnos por otras disciplinas. Estamos en un punto de acercamiento al teatro, al clown, de poner las técnicas al servicio de la dramaturgia. Por supuesto contamos con nuestro vocabulario, que es circense, nuestro imaginario, pero el punto de partida esta vez ha sido la escritura.
Nos inspira lo que sucede en nuestras vidas en el momento de la creación: personas desconocidas con las que nos cruzamos en la calle, la infancia, los paisajes, las torpezas, las bellezas inesperadas. Todo puede ser un hilo del que tirar. Nos inspira el cine mudo, los objetos antiguos, los grandes payasos.
— Habéis trabajado con directores y artistas de prestigio ¿Qué impacto han tenido estas colaboraciones en su proceso creativo y cómo influyen en la puesta en escena de vuestros espectáculos?
— Con Krista Monson o Bence Vàgi (Cirque Èloize / Recirquel) hemos aprendido la importancia del trabajo previo. En ambos casos hemos formado parte de elencos muy numerosos y la excelente gestión de recursos ha permitido que nos sintiésemos individuos en proyectos en los que no éramos más que una pieza en un engranaje enorme. Hemos tenido la suerte de compartir conversaciones con maestros de la magia y acercarnos a su forma de pensar. Hemos aprendido de ritmo y de público en las Varietés en Alemania, con esa fortuna que es tener público a diario. En cuanto a las piezas propias de la compañía, arrancamos con la mirada externa de Isis Abellán que nos habló de estructura aristotélica. Tuvimos la inmensa fortuna de contar con Leandre Ribera en la dirección de Lumières Foraines. Es tanto lo que se aprende cada día al lado de un maestro, y un aprendizaje a tantos niveles, que es difícil de explicar. Con Lucas Escobedo aprendimos de dramaturgia circense, de tiempos, de ritmos. Sergio López, que nos acompaña en el proceso creativo de las tres piezas que tenemos ahora en el horno nos ha puesto a escribir, nos empuja muy fuera de nuestras áreas de confort, nos enseña a tener muy atado, pero a desfragmentar para contar. Posa nuestra nostalgia en lo contemporáneo. Y despúes viene Leandre de nuevo y nos hace volar.
— ¿Cómo han evolucionado su enfoque narrativo y visual desde sus primeras creaciones hasta los proyectos actuales en los que incluís ese ‘work in Progress’ que hace crecer las piezas?
— Al principio eran apuestas puramente estéticas, pasamos por momentos más narrativos, y tal vez nos encontremos ahora en un momento más conceptual. A nivel visual igual no ha habido tanta evolución porque nos apasiona la escenografía, de hecho diseñamos y construimos la mayor parte y desde el principio le hemos dado mucha importancia. Sigue apasionándonos, lo antiguo, lo marcado por el tiempo, lo que se construía antes, cuando la belleza importaba tanto como la practicidad. Normalmente la escenografía la pensábamos en un proceso muy inicial de la creación, ahora hemos hecho al contrario. De hecho no está todavía la escenografía de las piezas que presentamos en Alcoi, estamos trabajando primero en las escenografías de sala.