
Tras 20 años sin recalar en la cartelera valenciana, Sala Russafa programa el 27 de noviembre a la formación murciana Alquibla Teatro. Con una prestigiosa trayectoria donde alterna tradición y modernidad, ha recorrido teatros, ferias y festivales de toda España desde hace 40 años. Tras su paso en 2005 por El Teatre El Musical con una versión propia de ‘Bodas de Sangre’, ahora regresa a la capital dentro del XV Ciclo de Compañías Valencianas del teatro de Ruzafa para estrenar en la Comunitat Valenciana ‘Lo más hermoso todavía’, haciendo una parada dentro de la gira nacional de su último espectáculo.
El próximo jueves, con una sola función, es la única oportunidad para disfrutar de una creación donde reflexionan sobre el testimonio vital y artístico a través de una fotoperiodista que, ante la proximidad de la muerte, deja unos cuadernos a sus familiares más directos para que descubran la mujer que fue, la vida que vivió, la historia que documentó.
Combinando ficción con hechos reales, Alba Saura – Clares firma este espectáculo que mueve emociones y reflexiones, animando al espectador a pensar en qué deja tras de sí cada persona y en si el final, realmente, es el fin.
El tránsito hacia lo hermoso que está por venir
Integrada en la ‘Trilogía del Camino’, la nueva creación de Alquibla Teatro completa el sendero trazado por Mi cuerpo será camino (2022) y No me falte el aire (2023), trabajos que buceaban en la idea de tránsito.
“El proyecto lo concebimos para hablar de la sociedad en movimiento que somos. De cómo nos movemos entre geografías e identidades, desde la juventud a la madurez…”, explica la autora de los tres espectáculos, independientes entre sí. “En Lo más hermoso todavía nos situamos en la última etapa de la vida para pensar en cómo acompañamos a la vejez, en si sabemos mirar y afrontar la memoria, pero también el olvido. De alguna manera, estamos hablando de qué representa para nosotros el legado que dejamos y el que recibimos”, apunta la joven autora.
Desde hace una década, dirige la línea de dramaturgia de la compañía que fundaron la actriz Esperanza Clares y el director de escena Antonio Saura, sus padres. Ella ha sido la encargada de escoger, escribir o adaptar los textos más recientes que conforman la producción de esta veterana formación, imprimiendo un sello personal donde se fusionan humor, dolor y ternura.
La trama de su última creación recorre el siglo XX de España, Europa y Latinoamérica a través de hitos como el concierto de The Beatles en Madrid, la caída de la dictadura chilena, las calles de La Movida, la guerra de los Balcanes o el movimiento del 15M. Lo hace desde la mirada de una mujer con dificultades para conciliar su vida personal y familiar, para ser respetada en igualdad de condiciones que sus compañeros fotoperiodistas. Una persona excepcional y, al mismo tiempo, anónima; que deja tras de sí una vida en imágenes que también puede verse como el relato de la historia reciente. Pero lo que parece el final, no es más que el principio.
Las cajas y unas libretas que ha dejado para sus familiares más directos (sus dos hijos, su nieta, su esposo y su cuidador), “les invitarán a redescubrir a quien tuvieron tan cerca, a celebrar el valor del arte y la huella que cada individuo imprime en quienes le acompañan”, comenta el director del montaje, Antonio Saura.
Saltando atrás y adelante en diferentes épocas, demostrando lo poliédrica que puede ser una vida, uniendo silencios con revelaciones, el espectador transita junto a la protagonista por diferentes momentos históricos y vitales mientras se van filtrando temas como el miedo al olvido, el feminismo, los conflictos familiares o la dificultad para vivir en el presente.

100 minutos, 40 escenas y una veintena de personajes
Alquibla presenta un montaje trepidante, con 40 escenas distintas y 6 actores que encarnan a 20 personajes en 100 minutos de espectáculo vibrante.
El espacio escénico límpido permite la transformación, apoyándose en proyecciones audiovisuales y en la mutación que los propios intérpretes van haciendo de la escenografía, donde las cajas de cartón legadas por la protagonista lo mismo sirven para recrear un trastero que un despacho o una barricada.
Al fondo, se proyectan a gran escala las imágenes realizadas por el fotógrafo Joaquín Clares, con los actores caracterizados y recreando los momentos históricos en que los que se contextualiza cada escena. También se utilizan vídeos para realizar saltos en el tiempo o mostrar reacciones de otros personajes a lo que está ocurriendo en ese momento.
Esperanza Clares en el papel protagonista, acompañada por Cristina Aniorte, Nadia Clavel, José Ortuño, Julio Navarro y Pedro Santomera, son el elenco capaz de desdoblarse en los diferentes personajes secundarios que enriquecen cada acto, así como de encarnar a los personajes principales de la historia en distintas épocas. Para ello son imprescindibles la caracterización y el vestuario, que van cambiando constantemente. Mientras que el texto del espectáculo se mueve entre diferentes tonos, desde el costumbrismo al esperpento, la farsa, el sainete o el drama con tintes lorquianos.
Todo cabe en una puesta en escena plástica y que prima la emoción, confrontando las ideas, sentimientos y sensaciones que constituyen las diferentes formas de recordar a la protagonista. Una mujer que, tras 60 años retratando la vida a través de su cámara de fotos, pasa a ser la retratada en una emotiva obra que transmite el mensaje de que siempre, incluso en el último de los momentos, “falta lo más hermoso todavía”, como decía el poema de Emilio Carballido de su obra Orinoco que inspira el espectáculo.










