El valenciano Celso Giménez no ha tenido que buscar muy lejos la inspiración para su primera obra en solitario (al margen de su trabajo como miembro de La Tristura), Las Niñas Zombi. Su propia familia le ha dado los mimbres de la pieza escénica. Un hermano de su abuela, con el que él compartía nombre, vivió cuatro décadas bajo la identidad de un hombre que vio morir asesinado por los vencedores de la Guerra Civil.

Esta historia le permite al creador valenciano no solo profundizar en el conflicto bélico y lo que supuso como resquebrajamiento del país, sino establecer conexiones con el presente. Para ello cuanta sobre el escenario con Belén Martí, Natalia Fernandes y Teresa Garzón.

Las Niñas Zombi forman parte de la programación del TEM, pero debido a su cierre temporal por obras, las representaciones (que serán el 27 y el 28 de octubre) han sido trasladadas a La Mutant.

Para conocer más sobre la obra, le pedimos a Giménez que nos sintetice lo que es y lo que no es Las Niñas Zombi. Suya es la palabra:

 

Las Niñas Zombi es:

➡️ Una coproducción internacional española, francesa y holandesa, creada por un chico de Benimaclet.

➡️ La hija perdida de Beyoncé con Explosions in the sky.

➡️ Una obra que está programada por el TEM pero se hará en La Mutant.

➡️ Cine en directo.

➡️ Una pieza a la que vienen jóvenes y al día siguiente vuelven con sus padres por si hay suerte y encuentran algo que les gusta a los dos.

Las Niñas Zombi no es:

➡️ Una performance contemporánea, duracional, sin trama, de esas que me encantan como espectador.

➡️ Algo que se vaya a hacer en València nunca más.

➡️ Una obra del siglo XIX o del siglo XX, ni teatro de «toda la vida».

➡️ Una comedia desternillante (pero cuando te das cuenta de que te puedes reír, la obra mola más).

➡️ Un true crime de fugitivos, espías y zombis. Aunque un poco sí.