El argumento de Por delante y por detrás (Teatre Talia, del 12 de dkiciembre al 2 de febrero), es tan alocado como su puesta en escena. Teatro dentro del teatro. La obra nos presenta a un grupo de actores que interpretan un vodevil en forma de farsa. Al mismo tiempo muestra las dificultades y enredos de todo tipo que sufre la compañía para montar y girar el espectáculo en cuestión.

Se trata de un clásico de los escenarios firmado por Michael Frayn, dirigido por Alexander Herold (que lo hace por décima vez), adaptado por él y por el Tricicle Paco Mir al castellano y por Sergi Disla al valenciano. Una producción de Olympia Metropolitana S.A que cuenta sobre el escenario con las interpretaciones de Vanesa Cano, Sergio Escribano, Paula García Sabio, Nelo Gómez, Carme Juan, Paula Llorens, Miquel Mars, Sergio Villanueva y Ferran Gadea. Precisamente, a Gadea le hemos pedido que nos cuente cómo es la obra. Y que, haciendo honor al título de la misma, nos descubra cómo es por delante (en el escenario) y por detrás (al otro lado del telón). Le cedemos la palabra.

Por delante y por detrás por delante

➡️ Es una de las comedias clásicas de la historia del teatro. Cuando entras a estudiar Arte Dramático si no la conocías enseguida la descubres. Cualquier actor o actriz querría participar en su montaje. Además, está la película de Peter Bogdanovich (¡Qué ruina de función!, 1992), con Michael Caine, que todos los que hacemos o queremos hacer teatro hemos visto. Es una obra que mucha gente ha visto. Aquí en València se representó hace más de treinta años y hay gags que ya forman parte de la historia del teatro.

➡️ Es una obra muy divertida para un actor porque habla mucho del mundo del teatro, del proceso de la elaboración de una obra, de los ensayos, de la convivencia en una compañía de teatro, siempre desde un punto de vista de comedia con lo que eso conlleva.

➡️ Mi personaje es Manolo, un actor sordo venido a menos, y que en el vodevil malucho que ellos representan interpreta al ladrón. Para mí hacer de él es homenajear a los actores mayores o a los que nunca consiguieron ser actores profesionales, que empezaron haciendo obras en las fallas o teatro amateur y siguen intentándolo.

➡️ Hay una parte de nuestro texto que se repite mucho porque hacemos tres veces el vodevil que hay dentro de la función. Los sábados, como hay sesión doble, seis veces. Es muy mareante para personajes como los de Carme Juan, Sergio Escribano o Paula García Sabio, que tienen más presencia, pero lo resuelven perfectamente. Es una obra muy divertida de hacer, un gag detrás de otro, y notas que el público conecta totalmente y no para de reír.

Por delante y por detrás por detrás

⬅️ Es una obra muy complicada y por ello es necesario un gran compromiso de todos los que participamos y una gran precisión, tanto por la cuestión interpretativa como por la colocación de objetos, de las acciones de abrir y cerrar las puertas cuando toca, de no estar en el lugar equivocado,…

⬅️ Aprendernos la coreografía de esta función, tanto de la pantomima del Segundo Acto como en general toda ella, ha sido casi como aprender chino, muy difícil, nos ha llevado muchísimas horas. Es necesaria mucha concentración, aunque como ya la tenemos rodada nos hacemos algunas bromitas por detrás, sin que el público lo vea. Pero lo cierto es que como te despistes un momento, la obra es como un AVE y te atropella.

⬅️ Sergio Escribano y yo para calentar hacemos un ejercicio como de boxeo, nos ponemos frente a frente y nos golpeamos en las palmas de las manos como si fueran sacos. Otro ritual que tenemos es que siempre hacemos un grito de guerra conjunto antes de empezar, gritamos «¡sardinas!», que es el leit motiv de toda la obra. Lo hacemos todos, incluidos Olga Utiel, la regidora, y Maceta, el maquinista.

⬅️ Mi personaje tiene menos presencia en el escenario que otros, y eso implica que cuando estoy detrás, no puedo despistarme nada porque tengo que saber el momento exacto en el que salir. Y, además, tengo que entrar con la misma tensión con la que estaba cuando me fui.

⬅️ Los sábados, como he dicho antes, hacemos doble función y entre el final de la primera y el inicio de la segunda hay una hora. Como acabamos sudados, aprovechamos ese tiempo para duchamos, limpiarnos y cambiarnos. Y, también, para cenar en los camerinos.

⬅️ En el Tercer Acto, que es la gran fiesta de la función, y cuando ya el público se muere de risa, nosotros estamos detrás también riendo al escucharles. Nos sigue sorprendiendo lo mucho que se ríen, es matemática pura, muy bien escrita y muy bien dirigida por Alejandro.

⬅️ Hay un momento espectacular, es un poco secreto pero lo cuento, cuando Sergio Escribano cae por las escaleras. Desde dentro lo vivimos siempre con bastante preocupación por si pasa algo y se lesiona, pero cada día sale bien, aún así es un momento de tensión que tenemos por lo que pudiera pasar.