«What is love? Baby don’t hurt me». Foto: Jordi Pla.

What is love? Baby don’t hurt me (Teatro Principal, del 28 de noviembre al 1 de diciembre) es una adaptación libre del Ivanov de Chéjov, firmada por Víctor Sánchez Rodríguez. El dramaturgo valenciano también se hace cargo de la dirección de la obra. En el reparto: Antonio Escámez, Cristina Fernández, Julian Hackenberg, Román Méndez de Hevia, Laura Romero y Gretel Stuyck.

Una boda, el pasado que vuelve, secretos que se desenmascaran, amor, mucho amor, mucha falta de amor, melancolía, pereza y ganas de quitarse la vida. Un potente cóctel en escena con la reconocible, y al mismo tiempo personal, marca de Víctor Sánchez Rodríguez, quien ya hace tiempo que se deshizo de la etiqueta de gran promesa para convertirse en una realidad. Por eso, repasamos con él su trayectoria, obra a obra. La palabra es suya.

«What is love? Baby don’t hurt me». Foto: Jordi Pla.

2008. Uns amors, uns indrets

La inexperiencia y el amor. Las ganas. Hacerlo por casualidad. Mi amigo Gerard Oms me lo pidió: «escolta prima, fes-me un text». Y así salió esta historia escrita en Barcelona, pero con la cabeza en València. El título es un homenaje a Estellés, a su poema Uns amors, uns carrers. La obra, una reflexión sobre la dificultad de reconocernos en espacios físicos que cambian continuamente.

2009. Caballos salvajes no me arrancarían de aquí

Una obra sobre el tedio y la bajada a los infiernos. Baudelaire y Rimbaud, pero también Edie Segdwick, La Factory, Joe D’Allesandro y The Velvet Underground. Y los noventa. Mil referentes; obviamente, era mi segunda obra. La evocación de un espacio urbano hostil, trasunto de mi industrial Puerto de Sagunto, que es el escenario de la epopeya existencial de un chaval que quiere siempre MÁS, que lo atraviesa un apetito voraz, una pulsión de muerte… Porque el tedio le atenaza y él siente que ha nacido para vivir «amb la sang picant les parets de les venes». Primera obra de mi compañía Cavalls. Primera obra que vio mi padre y pensó: no he tirado el dinero pagando tantos meses de alquiler en Barna.

Víctor Sánchez Rodríguez. Foto: Carlos Pérez.

2010. Escritos desde el fuego

Soledad radical. Experimentación. Trabajo con unas actrices brutales. La concepción de un espacio escénico que marcaría mis siguientes direcciones. Y también darme cuenta de ciertos errores. De que tenía que ir hacia otros lugares.

«El estado de las piedras». Foto: Teresa Juan.

2013. El estado de la piedra

Un encuentro que te cambia la vida: Teresa Juan, Silvia Valero y yo. Obra sobre escritoras suicidas: Woolf, Pizarnik, Sarah Kane y Plath. La fundación de una compañía. Suicidio y compañía. Sí, así somos.

2014. Nosotros no nos mataremos con pistolas

Muchas cosas. Demasiadas. Dolor y felicidad. El suicidio de una amiga. Una obra que nace para hacerle justicia pero que acaba intentando formular a un «nosotros» como generación. La primera vez que sientes que conectas con el público a un nivel que da escalofríos. La primera vez que te invitan a una copa porque te reconocen como el autor de las Pistolas. Un Premio MAX. Una gira larguísima. Gente que te dice que la ha visto cinco veces. Conocer al amor de tu vida gracias a que vino a ver la obra. Volver a hacerla después de cuatro años y volver a agotar localidades. Sentir que a todos los que participamos nos unió «algo» que nunca podremos olvidar; que todos envejecemos con ella, que medimos el tiempo con: «hace x años que empezamos con las Pistolas». Por cierto, el jueves 28 cumple 5 años…

2015. A España no la va a conocer ni la madre que la parió

Una obra que en su momento me fue muy necesaria para entender el momento que estábamos viviendo en nuestro país. Segundo montaje grande de Wichita Co. Ver que como colectivo funcionábamos. Un proceso de ensayos que fue inolvidable. Además de la exigencia actoral, nos juntamos un grupo de personas que nos lo pasábamos muy bien juntas. Trabajamos mucho pero creo que nos reímos más… También fue el nacimiento de un grupo llamado «Fistras» con el que hemos pergeñado una compañía de teatro y una serie (Fistras, la serie) que nunca se ha llegado a concretar.

2016. Cuzco

Una obra que necesitaba escribir si quería recuperar la alegría. Un viaje que me cambió la vida. La primera vez que trabajaba para el Teatro Público Valenciano (lo llamo así por si vuelve a cambiar de nombre). Ser radical en la puesta en escena. Llegar más lejos con Bruno y con Silvia. Llegar más lejos gracias a Cristina Fernández. Uno de los montajes del que estoy más satisfecho.

2017. La Florida

Un homenaje a mi pareja, Antonio. Un homenaje al género negro. Porque el género negro siempre ha sido la excusa para hablar de la corrupción, de la soledad, de las personas anónimas que intentan hacer lo correcto y de las personas anónimas que se esconden como animales heridos porque la vida fue tremendamente putas con ellos. Un edificio de apartamentos de la costa vacío en invierno en el que aparece flotando el cuerpo mutilado de un chapero. El último caso al que debe de enfrentarse el Inspector, ya que se está muriendo. El proyecto fue escrito gracias al Programa de Desarrollo de las Dramaturgias Actuales del INAEM, así que comenzó con mucha ilusión. Pero también se ha convertido en una decepción, ya que es el texto que más me está costando estrenar. Pero lo que mal empieza…

What is love? Baby don’t hurt me – Teaser 1 from Wichita Co on Vimeo.

2019. What is love? Baby don’t hurt me

Tenía ganas de experimentar. De utilizar la danza. De volver a trabajar con antiguos colaboradores y descubrir a nuevos. Volver a Chéjov, también. Y volver a volverme loco. Un cabaret sobre la melancolía, un Ivánov con música electrónica, una boda. Un riesgo que emprendimos con Wichita Co y con a+ soluciones culturales.

2019. Una vez, una casa

Lo último que he escrito. Ocurre en un futuro próximo en nuestro país. Se trata de un reencuentro. Dos amigas se reencuentran en la casa de una de ellas. Una casa solariega perdida en mitad del país, rodeada inusualmente de árboles. Y también de vacío y silencio. Hablan del paso del tiempo. Hablan de la pérdida de la juventud. Y también hablan de la literatura. Y del terror. Y de como ambas, literatura y terror, se dan la mano. Se oyen gritos, pero quizás sean los animales del bosque. Del sótano llega olor a gas, pero es que al marido le gusta mucho pasar sus horas haciendo bricolaje. ¿Qué pasaría si la deriva del mundo actual nos llevase a enfrentarnos a nuevas formas de dictadura, de privación de libertad y de derechos humanos? ¿De qué lado se situaría la literatura? ¿En qué lugar nos posicionaríamos los autores? ¿Qué seríamos capaces de hacer por seguir escribiendo?