Me llamo Alba Braza y me dedico al comisariado de exposiciones desde Culturama SL y de forma independiente. Leo y escribo sobre artistas actuales, veo sus obras e imagino historias con las que hablar de temas del presente a través de sus trabajos.

Para ser sincera, Verlanga, no suelo escuchar música mientras trabajo, aunque sin embargo no puedo evitar pensar en trabajar cuando oigo una canción.

La música me recuerda la cantidad de recursos expositivos con los que ha experimentado el campo de la museografía en las últimas décadas, me estimula a probar e innovar en el potencial del dispositivo expositivo como elemento mediador con el que conectar con un público que parece imposible sorprender hoy en día.

Pongo música cuando no estoy escribiendo, cuando quiero cambiar o reforzar un estado de ánimo. Ofrezco entonces toda mi inocencia de oyente mientras muevo inevitablemente mi pie derecho sin hacer el menor ruido y abro las notas del móvil para apuntar.

Me piden citar 12 canciones, y con tal cantidad no puedo evitar hacer categorías, ordenarlas por secciones no categóricas.

1.- To America (Joan As Police Woman)

Soy una grupie de las canciones que contienen otras canciones, de aquellas en las que en un momento determinado hay un cambio total y, como si de una metahistoria se tratase, el cambio se queda y se convierte en protagonista. Un buen ejemplo es To America de Joan As Police Woman, cuando a los dos minutos y medio sucede, hace casi que te olvides de lo que has oído hasta ahora.

To America tiene otro de los elementos que me apasionan, los sonidos de la ciudad que forman parte de la canción aportando información relevante. Los fuegos artificales del final te sacan a la calle, puedes notar la noche, el fresco; te recuerdan que tienes cinco sentidos y que las barreras entre las artes hace años que se rompieron.

2.- Where the Hell is My Baby (The Broken Family Band)

De otra manera este efecto está presente también en Where the Hell is My Baby de The Broken Family Band, que dividiendo la canción en tres partes va a más, a más, a más hasta que zas! Si la has oído, lo sabes.

Esta canción tiene además un inicio ciertamente indeciso, como si sólo supiera el cantante que va a empezar la canción. Hace una introducción que es como cuando pasas por delante de los créditos de una exposición pero tu estás deseando ver una obra en concreto y no puedes mantener la atención en qué entidad ha pagado la exposición o quien ha hecho el transporte. Buscas con la mirada dónde está, de qué te habla y cómo te habla en la muestra.

3.- Sweetheart (M. Ward)

Un principio muy diferente es el de Sweetheart de M. Ward. Lo da todo, te pone la obra que buscas al principio casi antes de entrar en la sala. Claro que M Ward consigue que llegues al final, un buen reto si se tratara de una exposición.

4.- Amelia Earhart’s Last Fight (Plainsong)
5.- My Baby Just Cares For Me (Nina Simone)
6.- Kings and Queens (Allo Darlin’)
7.- Fear & Force (Vagabon)

Forma parte de mi investigación y de mis preferencias visibilizar el trabajo realizado por mujeres de la actualidad y de antaño. Inevitablemente me atraen discos como In Search of Amelia Earhart, de Plainsong, que hace un homenaje a Amelia Earhart, la primera aviadora estadounidense que intentó dar la vuelta al mundo sobre la línea ecuatorial. O personajes como la mítica Nina Simone (My Baby Just Cares For Me) quien luchó contra la segregación racial, fuerza que transmite en su música o si miro al presente, a grupos como Allo Darlin’ (Kings and Queens) o Vagabon (Fear & Force). Maravillosas.

8.- I Want You (Bob Dylan)
9.- Mrs. Robinson (The Lemonheads)
10.- Let Me be Mine (Spoon)
11.- Kathleen (Josh Ritter)
12.- Santa Fe (Beirut)

Finalmente, están las canciones que se convierten en compañeras de viaje y te gustan (a veces las aborreces) pero parecen que saben de ti, que te conocen y tocan la tecla en el momento justo:  I want you de  Bon Dylan, Mrs. Robinson versión de The Lemonheads, Spoon, Josh Ritter, Beirut.