Soy así es el título de una canción de Los Salvajes y, también, de una exposición de la fotógrafa Laura Amado (No Land Tattoo Parlour, hasta el 29 de noviembre). Una colección de retratos en los que sus protagonistas reivindican su identidad. Pero, ¿y la de ella? ¿Cuál es? Para conocerla mejor, desde Verlanga le lanzamos cinco preguntas.
¿Quién es Laura Amado?
Soy una persona inquieta que ha cambiado su vida para hacer lo que le gusta. Soy fotógrafa, pinchadiscos, promotora de conciertos, de vez en cuando auxiliar de producción y antes era estilista, que siempre queda algo.
Laura Amado fotógrafa
Empecé de adolescente, cuando aún se estudiaba en analógico, pero por cosas de la vida me incliné por otro mundo laboral hasta que llegó un día que decidí quitarme esa gran espina, pasé por la EASD y aquí estoy. Soy bastante discreta, voy a mi ritmo pero siempre hacia delante. Decidí que no me quería desilusionar en esta ciudad en la que es difícil vivir de la fotografía y he combinado mi trabajo de fotógrafa con otros trabajos. Soy pluriempleada pero soy feliz, no me llego a aburrir de nada.
Posiblemente lo que más me gusta es retratar, y también hacer trabajos que combinan fotografía y dirección artística o estilismo. Me encanta trabajar con producto, retratos, recetas, etc, ambientándolos, creando un escenario, trabajando con detalle la luz. Creo que tengo una visión muy plástica. Uno de mis trabajos extras es en el mundo de los rodajes como auxiliar de producción, que me ha llevado a hacer de foto fija. Me siento muy a gusto en los rodajes y ¿qué mejor que fotografiar algo perfectamente iluminado ya por el director de fotografía?
Laura Amado y la música
La música ha sido primordial en mi vida y la ha influenciado de una manera constante. A mí me gustaba ir a bares por la música cuando mis amigos se quedaban en el parque, ha marcado mi estilo personal de vestir y pensar. Soy coleccionista de discos de vinilos, el mejor formato, sólo por el disfrute de tener esos temas que te ponen la piel de gallina. También llevo casi 20 años, con ciertas pausas, en el colectivo Bredda Jamaican Music Club promocionando conciertos y fiestas.
Como pinchadiscos, término que prefiero a dj, casi fui obligada por mis amigos a hacerlo la primera vez y después de muchos años de discreción hace ya unos cuantos que me quité la tontería (otra espinita) y es de las cosas que más disfruto. Y si es con amigos mejor, con mis Breddas, mi hermano Saül Ska-bà, con mi pareja Antonio Pata Negra y junto a él y Javato montamos el Foot Stompin’ Club Valencia que solemos pinchar en La Peligro y este año nos vamos al Funtastic Dracula Carnival.
Sobre el tipo de música que me gusta, primordialmente negra entre los 30’s y principios de los 70’s, y si es interpretada por mujeres mejor. Suelo decir que soy una antigua, (risas). Música jamaicana, jazz, soul, rhythm’n’blues, latin, rock’n’roll y un largo etcétera. Y todo ello abarca tanto que no me llega para más.
Laura Amado y València
València es una gran ciudad para vivir, pero hubo un tiempo que me limitaba laboralmente y me fui a Barcelona. Personal y lúdicamente también fue un cambio a mejor en ese momento. Pero la vida me hizo retornar y me enamoré, lo que me hizo no moverme más, aunque sarna con gusto no pica. Pero también volví a enamorarme de la ciudad, de su gente, de su actividad lúdica, de su clima y sus calles, y aunque quizás no sea el mejor sitio para crecer laboralmente, no me veo en otro lugar.
Soy así
Durante un tiempo reflexionaba mucho sobre la búsqueda de un trabajo fotográfico dentro de mi cotidianidad y varios sucesos me llevaron a encontrar esta idea. Trabajaba en el Swan mientras estudiaba y allí, parte del público que venía a disfrutar preguntaba sobre nuestro estilo de vestir, la música que nos gustaba, etc. Cuando algo para ti es normal y cotidiano, esto te puede asombrar ya que para ti eres de lo más normal y te olvidas que puede generar curiosidad por desconocimiento. Fuera hay un mundo de gente que no conoce y a veces no entiende tu manera de vivir.
Y un día en el Pata Negra Restorán, donde también trabajaba, vinieron unos amigos ¡y pam!, visualicé detalladamente la idea, era un retrato. A partir de ese momento, no paré de ver retratos a mi alrededor y una historia que contar, la de nuestra identidad. Un grupo de personas que no se guía por las convenciones sociales y modas del momento. Muchas de ellas son coleccionistas, sus casas están engalanadas con mobiliario y objetos que evocan su gusto por una época anterior, personas “con patillas largas, estrecho pantalón, un jersey a rayas, aunque llame la atención”, como recita la canción Soy así, de Los Salvajes, de 1966, que da título al proyecto.
Desde el principio tuve claro que era un proyecto expositivo y que el conjunto es importante, ya que unos retratos se alimentan de otros. Es un proyecto en proceso, tengo un largo listado de gente que me gustaría retratar. Ahora mismo tengo ganas de hacer una serie de retratos de personas que tienen locales, negocios que yo veo como sus casas, con su personalidad implícita en ellos, como hice en su momento con Víctor Dimoni y su tienda de discos. Y en un futuro, con más material podría ser un libro.
Para acompañar la exposición hice esta sesión, basándome en mis gustos musicales y en los de los retratados: