Annette Messager / Uterus doigt d’honneur, 2017 // Annette Messager / Papier peint Utérus, 2017.

Lo púdico y lo público. Ambos aspectos de la obra de Annette Messager confluyen en la exposición que se puede ver hasta el 4 de noviembre en el IVAM, titulada precisamente con esas dos palabras. «Lo público podría hacer referencia al sexismo, el racismo y la homofobia de gran parte de la sociedad, mientras que lo púdico aludiría a aspectos ocultos, mágicos y misteriosos de sus obras”, explicó José Miguel G. Cortés, director del museo y comisario de la muestra, el mismo día que se presentó.

Annette-Messager_Les-interdictions-Las-prohibiciones-2014-_3-Pantins-2015.

Una selección de los últimos 20 años de trayectoria de Messager que bien podrían resumirse en las declaraciones, que en 1999, le hizo a Fietta Jarque para el diario El País. «Son mis pequeñas cosas de casa. Objetos insignificantes que entran en un diálogo entre ellos y cuentan su historia. Juego mucho con tejidos y retales, con imágenes de trozos del cuerpo que a veces resultan violentas; los colores de los materiales también cuentan, porque a veces los tonos pasteles afilan un mensaje como si fueran cuchillos».

Annette Messager / Sleeping Deep Red, 2018 // Annette Messager / En équillibre, 2015// Annette Messager / Ensemble, 2013.

Eso es lo que se encontrará el visitante. Telas y tejidos que hablan; coloristas composiciones que denuncian sin demagogia; obras que cuelgan, son agitadas por ventiladores e interactúan con quien lo desee, como la vida misma; el cuerpo femenino como «un cuerpo propio con sus deseos y placeres, con una sexualidad específica» (palabras de Cortés); arte que ilumina lo que la bruma diaria de la sociedad oscurece.