«Comfort Blanket» (Grayson Perry, 2014).

Ahora que no resulta tan fácil viajar, la exposición London Calling. Arte británico hoy. De David Hockney a Idris Khan (Fundación Bancaja, hasta el 17 de octubre) nos permite acercarnos a la capital inglesa sin salir de València. Una aproximación a su realidad artística a través de una veintena de nombres propios nacidos en las últimas cinco décadas, entre los años 1937 y 1978.

¿Quiénes son? David Hockney, Michael Craig-Martin, Phyllida Barlow, Sean Scully, Richard Deacon, Tony Cragg, Antony Gormley, Anish Kapoor, Cornelia Parker, Julian Opie, Grayson Perry, Yinka Shonibare, Jake y Dinos Chapman, Rachel Whiteread, Damien Hirst, Mat Collishaw, Rachel Howard, Jason Martin, Annie Morris e Idris Khan.

«Self Portrait IV, 25 March 2012» y «Plug» (David Hockney, 2012 y 2011).

La exposición recoge medio centenar de obras, con escalas en la eterna juventud de Hockney, la expresiva inquietud de Kapoor, el desconcierto cuasi onírico de Rachel Howard, la irreverencia abracadabrante de los Chapman, la contemporaneidad de Grayson Perry o las impactantes y atrayentes imágenes de Mat Collishaw, entre otras.

Muchas de las obras de la muestra son inéditas en nuestro país, incluso alguna realizada expresamente para la muestra. La variedad artística se extiende también a las técnicas (pintura, escultura, dibujo, cerámica, fotografía, vídeo, tapices, instalaciones, digital) y materiales presentes. Los comisarios de la misma, Javier Molins y Maya Binkin, son también los artífices de la idea.

Javier Molins- Maya lleva toda la vida trabajando en Londres y yo me trasladé hace tres años. Enseguida me sorprendió la cantidad de artistas contemporáneos de gran nivel que había. Pensamos que se podría hacer una exposición que explicara esto en España, concretamente en València, y se lo propusimos hace dos años a la Fundación Bancaja. Nuestra idea era que la muestra explicara por qué Londres tiene esta efervescencia cultural, que se podría equiparar a lo que sería la Florencia del Renacimiento, el París del Impresionismo o el Nueva York de después de la guerra.

Maya Binkin- Londres es el centro de nuestra idea expositiva porque Londres es el centro mundial del arte. Si estás arriba en Londres lo estás en todo el mundo. Yo he crecido con los artistas de esta exposición, son muy conocidos y valorados aquí. Y es una pena que, la mayoría de ellos, no tengan visibilidad en España. La exposición es una oportunidad, también, para los estudiantes de arte de València, que no deberían dejarla pasar.

¿Cómo llevastéis a cabo la selección de artistas? ¿Qué criterio seguistéis?

JM- Uno de los requisitos fue que estuvieran vivos. En la Fundación Bancaja, la exposición coincide con una muestra dedicada a Bacon y Freud (Francis Bacon-Lucian Freud. De profundis, hasta el 5 de septiembre), ambos ya fallecidos, y que serían la generación anterior a los que hemos seleccionado nosotros. Además, la obra que aportaran debía de ser reciente, no podía tener más de diez años, que se viera lo que están haciendo ahora. Es una exposición centrada en el presente, en la escena artística actual de Londres. Como se suele decir, no están todos los que son, pero sí son todos los que están. De la primera lista que hicimos, casi todos nos dijeron que sí a la propuesta.

MB- Otro requisito fue que, en algún momento de sus vidas, hubieran tenido un periodo formativo muy importante en Londres. Y, también, que la energía que tiene la ciudad tuviera una gran influencia sobre su arte.

JM- Todos cumplen lo de la formación menos Michael Craig-Martin que lo hizo en Yale. Pero años después volvió a Londres y fue profesor de todos los que formaron parte del movimiento Young British Artists (YBA). Todos vuelven a Londres aunque no vivan allí.

«Yantra» (Damien Hirst, 2019).

Talento hay en cualquier lugar del mundo, pero ¿qué tiene Londres para que trascienda lo que allí ocurre?

MB- Es una ciudad muy rica a varios niveles, con un centro económico y fiscal muy importante y muchos elementos que hacen que sea un lugar muy especial. Hay muchos museos, galerías, escuelas de arte…, mucha inversión destinada a las artes. Y todo junto es la tormenta perfecta.

JM- Sí, el talento está en todos los lados, pero hay que cultivarlo. Y en Londres se hace. Los artistas se forman en escuelas de arte de prestigio; hay salas pequeñas donde empiezan a tener visibilidad; después pasan a galerías como Whitechapel o Hayward, que no es necesario que su primera exposición sea ya en la Tate. Hay coleccionistas que compran obra, porque no olvidemos que los artistas tienen que pagar sus facturas y tener ingresos. La carrera del artista está más cuidada y reglada, mientras que en España, si nos fijamos en aquellos artistas con más presencia internacional como Manolo Valdés, Jaume Plensa, Cristina Iglesias, Miquel Barceló… todos trabajan con galerías extranjeras, en algún momento han tenido que irse fuera para seguir creciendo porque en su país no podían hacerlo.

MB- Los medios de comunicación también tienen un papel muy importante porque prestan mucha atención el arte, generan debate, llegan al público en general. Eso se traduce en que en Londres la gente está más interesada y tiene su propia opinión.

JM- Por ejemplo, con los premios Turner siempre hay debate sobre si quien lo gana lo merece o no. No es algo tan popular como el fútbol, pero sí tiene más presencia que en España. Es muy común ver en la televisión, y no solo en la BBC, programas sobre arte, pero para el público en general, no para minorías. Ahora, aquí en Londres, tenemos la enésima exposición sobre Hockney, en la Royal Academy, y ya no quedan entradas. Tiene un éxito brutal. Eso ilustra el interés que hay por el arte en la ciudad. La gente va los fines de semana a ver exposiciones como pueden ir al pub.

«The Disasters of Everyday Life» (Jake y Dinos Chapman, 2017).

Aunque en la exposición se recogen artistas de diferentes edades, disciplinas, estilos, técnicas y temáticas diferentes, hay un hilo invisible que parece conducirla.

JM- Nosotros ordenamos la exposición cronológicamente, de David Hockney, el de mayor edad, a los más jóvenes. Pero entre ellos sí hay algunas conexiones. Michael Craig-Martin fue profesor de Julian Opie y Opie, a su vez, lo fue de Jason Martin, y sin embargo cada uno tiene su propio estilo. Igual por eso, por esas conexiones que digo, se puede ver ese hilo del que hablas.

MB- Craig-Martin también lo fue de Damien Hirst. Todos los artistas jóvenes están influidos por los más mayores. Fueron a exposiciones, vieron y conocieron sus trabajos, incluso a ellos, no hay un artista que haya hecho su obra aislado, como en una isla. Hay influencia entre todos ellos, muchos se ayudan y son amigos. E incluso han trabajado algunas veces juntos.

De las obras expuestas, llama especialmente la atención, por lo que tiene de conexión con España, The Disasters of Everyday Life (Jake y Dinos Chapman, 2017), inspirada en la serie de grabados de Goya titulada Los desastres de la Guerra.

MB- Para nosotros era muy importante explicar estos artistas en España, esta exposición no hubiera tenido sentido en Londres porque ya son conocidos, sería demasiado obvio. Por eso, pensamos en la audiencia española a la hora de seleccionar el trabajo de los Chapman con los grabados de Goya. O con Yantra, la obra de Damien Hirst realizada con mariposas, que podría parecer la vidriera de una catedral.

Javier, antes has comparado el Londres actual con, por ejemplo, la Florencia del Renacimiento. Aunque haya quien se eche las manos a la cabeza al escucharlo, ¿crees que pasado un tiempo se reconocerá a estos artistas y comparaciones así no sorprenderán tanto?

JM- Sin duda, el paso del tiempo es un filtro. Pero cuando hago la comparación con la Florencia del Renacimiento, no hay que olvidar que Botticelli o Leonardo fueron incomprendidos o no reconocidos en su momento. Todo artista contemporáneo que permanece suele romper las normas de lo que estaba establecido, siempre hay un momento de polémica que a cierto sector le cuesta entenderlos. Muchos de los participantes en esta exposición ya están en museos, pero otros son artistas que quedarán en la Historia del Arte y trascenderán más allá de Londres.