En los dibujos del valenciano Víctor Visa se rastrea la exhuberancia narrativa de El Bosco, lo naif inquietante de Angela Dalinger o la reflexión social de Ana Penyas. Pero por encima de esas huellas, y otras, respira el propio Víctor Visa. Ya, incluso, desde los títulos de sus obras. 8 minutos después de un atentado terrorista; Un sábado por la noche, casi domingo por la mañana, de 1992; Fin de año en la Plaza de Benimaclet; o Busco en la basura algo nuevo, son algunos ejemplos.
Visa cuenta historias que se superponen, que se dan codazos, que juntas forman a su vez una gran obra (ahí está la inabarcable e inacabable Vicios y desquicios, suerte de juicio final majestuoso), en el que el todo tiene tanta importancia como la parte. Historias en las que hay lecturas y relecturas, tantas que parece que no se acaben nunca, y en las que como en las buenas canciones, se descubre algo nuevo con cada mirada. Y donde el humor, negro casi siempre, salta como un resorte cuando acercamos la nariz.
Lugares comunes es como ha bautizado la muestra que, además, ha inaugurado el espacio expositivo Lanevera Gallery (y que se puede visitar hasta el hasta el 31 de octubre). Lugares y estampas reconocibles, en los que el factor geográfico local sirve de trampolín hacia el espacio exterior. Cuando una de las obras se titula Salida sin compra, la primera pregunta parece tan evidente como su respuesta.
¿Qué hay de crítica en tu trabajo?
La crítica es el objetivo principal de la obra.
¿Cómo llegas al tipo de obra que realizas (en las que hay muchos personajes, muchas situaciones, en ocasiones casi invadiendo el espacio unos de otros, en las que se aprovecha casi cada espacio en blanco,…)?
Debo tener alguna obsesión con las masas de gente que me impide dibujar personajes y escenas aisladas. Si se me ocurre una idea que podría solucionar con un personaje haciendo alguna acción acabo llenando el papel de personas que repiten y reafirman esa idea de la que parto, supongo que es por que, como he dicho antes, son las multitudes y las coincidencias entre las personas lo que me resulta mas sugerente a la hora de crear, por lo menos en este momento.
¿Qué te atrae (creativamente hablando) de los comportamientos humanos para que sean el eje de tus obras?
Creo que hay un punto en común entre todos los humanos, independientemente de su estatus social o cultura, que me parece muy interesante para reivindicar la igualdad y ponernos los pies en el suelo. Ese punto en común lo encuentro en el cerebro reptiliano, esa parte del cerebro que controla nuestros comportamientos instintivos y que se encarga de las actividades más básicas para la supervivencia, como la dominación, la fuerza, la territorialidad o los rituales, todo esto son temas muy recurrentes en mi obra.
¿Cómo nace cada obra? ¿De una idea, de una imagen, de un primer dibujo, de un título,…? ¿Haces un boceto previo?
Para crear las obras que forman parte de la serie Lugares Comunes, primero pienso en un concepto amplio sobre el que quiero trabajar, temas como la juventud, la muerte, o la avaricia, por ejemplo. Una vez tengo el concepto general claro, me hago una lista de ideas con diferentes escenas, “mujer paseando en albornoz entre llamas”, “pareja jugando al ajedrez sin fichas”, y una vez tengo suficientes escenas me pongo a dibujar sin boceto previo. Cuando yo era pequeño en lugar de jugar con muñecos juntaba varios folios con celo para hacer un formato grande y ahí me montaba mis escenarios donde se juntaban piratas con gladiadores y jugadores del Valencia C.F. Ahora hago un poco lo mismo, me pongo frente al papel en blanco y empiezo a dibujar sin pensar mucho en la forma final.
En las obras de la exposición se reflejan lugares, comportanientos y situaciones reconocibles, a las que le das la vuelta. ¿Qué te interesa de ese reverso de la realidad cotidiana?
Utilizo la cotidianidad para reflejar esa monotonía a la que nos conducen nuestros comportamientos menos reflexivos, me da la impresión de que nos movemos sin pensar en lo que estamos haciendo. Al descontextualizar una escena reconocible estoy ampliando las lecturas que tiene la idea inicial y dirigiendo la narrativa de la imagen a donde a mí me interesa.
Son obras con varias capas argumentales. ¿Cuándo lo dibujas eres consciente de ello?
Sí, como he explicado anteriormente, cada obra empieza con una idea general y a partir de aquí esa primera idea se va bifurcando en otras que pueden ser causas o consecuencias del tema de origen. Todo lo que hago tiene un porqué, pero me gusta mucho generar imágenes con múltiples interpretaciones, es como si cada una de las ilustraciones fuese un juego donde el espectador puede crear su historia o buscar los porqués de las cosas que ve.
¿Qué significado tienen los animales en tus obras, tan presentes como están?
De los animales me interesan dos cosas. En primer lugar, hacer visible el instinto animal de supervivencia y mezclarlo con los comportamientos humanos. Creo que si vamos al origen del asunto, sea cual sea, no nos diferenciamos tanto los humanos de los animales. Y por otro lado, me interesa el simbolismo que culturalmente le hemos otorgado a cada animal y utilizo ese símbolo para reafirmar las ideas que quiero tratar.
¿Por qué esa querencia de dibujar a algunos personajes con rasgos asiáticos en algunos cuadros?
Yo de eso no me había dado cuenta hasta que la gente me lo empezó a decir. Creo que de eso tiene la culpa la música. Tuve uno de esos descubrimientos musicales que le dan la vuelta a tu cabeza y lo transforman todo, a partir de aquí empecé a interesarme por la música, la cultura y el arte Japonés. El descubrimiento musical fue la Yellow Magic Orchestra y cada uno de sus componentes.
¿Qué importancia tiene el humor en tu obra?
El humor es muy importante en mis obras, aunque la gente me suele decir que son imágenes duras o macabras, algo debo de estar haciendo mal. Siempre pienso en clave de humor, me sale solo, pero siempre me sale un humor incómodo de ver. Con el humor no trato de hacer reír, si no de quitar importancia y reírme yo de los temas que trato.
¿Había algo de responsabilidad extra en esta exposición al inaugurar con ella un nuevo espacio en la ciudad?
Claro, me gustaba mucho la idea de la que partía el espacio. El equipo que ha llevado a cabo el espacio expositivo de Lanevera trabaja con mucha independencia y absolutamente por amor al arte, eso cada vez es más difícil de ver. Hemos trabajado mucho para que la exposición quedara redonda, y yo personalmente quería estar a la altura del equipo que confió en mi. Yo estoy muy contento con el resultado y creo que ellos también.