1- Ela Vin cuando es Esther Vinuesa trabaja como maestra de música en un centro público de educación especial. La música siempre presente en su vida. ¿Fácil de compatibilizar la vida laboral con la creativa? «Al final es como tener dos trabajos. No queda otra. A veces cuesta apreciarlo y es fácil meter la pata en alguna ocasión. Se suele hacer la generalización de “como no te ganas la vida con la música, para ti es como un hobby” y a esta generalización suele ir asociada el pensamiento de que total, pues oye, si “no llegas” pues tampoco pasa nada, no te va la vida en ello”. Ella trata de sacar todo el tiempo posible y «trabajar mucho, con esfuerzo y tenacidad. La constancia y la disciplina, intrínseca y extrínseca, te acaban sometiendo de una manera cruel y despiadada. Y con los años te reconoces en un montón de conductas estereotipadas, tics y sentimientos de culpabilidad por no estar tocando o estudiando cuando tienes tiempo para hacerlo. Todo a cuenta de una formación reglada muy estricta en la que se potencia poco la creatividad y mucho disciplina. Dicho así suena terrorífico, simplemente es que soy capaz de verlo después de muchos años».
2- Ela Vin (aquí puedes descubrir sus discos favoritos) está viviendo con inestabilidad y confusión estos tiempos duros, aunque aclara que es algo con la que ya convivía antes del virus. Tuvo «suerte» y pudo presentar su último disco (aquí os lo comenta canción a canción) en el Centro Excursionista antes del confinamiento y ya ha tocado con su banda, eso sí en formato reducido. Los meses pandémicos se han traducido, también, en nuevas canciones, «las suficientes como para poder sacar un EP. Divago mucho en el cómo y cuándo hacerlo, dónde lo tengo clarísimo. Así que de momento solo grabaciones caseras, nada desdeñables por otra parte, algo positivo del confinamiento, y que de alguna manera van a servir de guía para saber hacia donde irá encaminada la producción. Tengo muchas ganas de entrar en el estudio de grabación para poder experiementar y vivenciar el proceso tan bonito que es ver crecer y en qué se convierten las canciones. Presumo que en un futuro no lejano».
3- Siendo maestra, no puedo evitar preguntarle por la importancia que tiene para ella como música la parte formativa. Mucha, contesta, «pero de casta le viene al galgo. Y aunque he aprendido a tocar algunos instrumentos de manera autodidacta, las limitaciones se evidencian y me plantan cara. Es entonces el momento de recibir clases. Durante un tiempo me valió no estar constreñida en la técnica y la disciplina en el estudio de un instrumento precisamente por saber de sobra en qué consiste. Paradójicamente ahora lo que me constriñe es la falta de destreza y conocimiento, así que es el momento de volver al estudio». ¿Y el momento de volver a los escenarios? «El próximo 24 de octubre estaré con toda la banda tocando junto a Maga en los conciertos de La Pèrgola de cervezas Alhambra, en la Marina de Valencia». El 28 de noviembre lo hará en La Bohemia en Castellón, «en un concierto acústico lleno de sororidad junto a dos artistas valencianas, Gem y Carmela en Drama». El que tendrá que esperar es el que tenía programado en Amsterdam junto a Rick Treffers, suspendido ya dos veces. Como ella misma cantaba en Lunática, «respira lentamente, consciente del presente».