1- El cerebro de Ximo Rochera lo imagino como el interior de una sala de máquinas. Siempre activo, a distintas velocidades, sin dejar de pertrechar objetivos. Mujeres Dadá es el que ahora le ocupa junto a Lucía Peiró. Un proyecto que lleva más de dos años «bajo la almohada», me explica. «Por unas razones o por otras nunca acababa de llegar su momento. Nació como un libro que pretendía dar visibilidad a la mujer y a Dadá, pero un libro». Ahora se ha convertido en «un juego de cartas españolas femeninas de formato aproximado 14×20, en el que por un lado mostrará las figuras de una baraja de cartas españolas con dibujos e interpretaciones realizados por cada artista y por otro la ficha técnica, biográfica y obra de cada una de las artistas (tres cartas por artista) e irá acompañado de una tarjeta de memoria que incluirá acciones y registros visuales o sonoros de las artistas. Se incluirán dos comodines diseñados por la empresa cerámica Equipe cerámicas.También, un fancine Dadá y una chapita con diseño de Pere Sousa. La primera edición será de 700 ejemplares que irán dentro de una pequeña caja». Información que se puede leer en el verkami que se ha abierto para que se haga realidad y en el que puedes colaborar aquí. ¿Quiénes serán las artistas que participen? «Mujeres contemporáneas residentes en territorio español que están desarrollando su carrera influenciadas por Dadá: Nieves Correa, Yolanda Pérez Herreras, Denys Blacker, Ana Matey, Montserrat Palacios, Marta Erre, Sonia Megías, María Tamarit, Koke Vega, Isabel León, Magda Guillén, Lina Vila, Pia Sommer, Manuela Martínez Romero, Abel Loureda y Lucía Peiró. Mujeres que actualmente representan diferentes disciplinas artísticas como la danza, performance, vídeo, cine, acción, diseño gráfico…».
2- A Ximo Rochera lo conocimos por la revista Canibaal. Acababa de recibir una herencia de su tío (lejano) Leopoldo y decidió invertirla en sacar adelante su proyecto en papel. Canibaal tomaba su nombre de «de la revista dadaísta Cannibale de Francis Picabia y por el libro de Fernando Arrabal Baal Babilonia». Nació como una publicación de arte y literatura en 2013 y un año después «se crea la parcela editorial. Durante 7 años se editan diez números de la revista en la que han colaborado cientos de autores y artistas (Vila-Matas, Fernández Mallo, Carmen Calvo, Raúl Zurita, Roser Amills, Antonio Beneyto, Ana Curra, Bartolomé Ferrando, Bruno Montané o Rocío Cerón entre otros) y más de diez libros de poesía, relatos, aforismos, fotografía o poesía visual». ¿Objetivos de Canibaal? «No pretende ser una editorial al uso. Nuestra más humilde pretensión es generar lazos entre artistas, explorar las corrientes literarias y artísticas vanguardistas e investigar su vigencia en el siglo XXI. Tender puentes entre los dos lados del Atlántico, como diría Aldo Alcota». La revista acabó cerrando, «fue algo triste que dio lugar a otra etapa».
3- Esa nueva etapa, en la que permanecían vivos los sellos editoriales Ediciones Canibaal y Libros del Baal , sumó una nueva critatura, otra revista, 491byCanibaal. ¿Recordáis lo que contaba del cerebro de Rochera? Con la nueva publicación recogían «el espíritu inicial de aquellas primeras revistas Canibaal, pero con toda la experiencia y aprendizaje de los años. Creo que es la mejor revista que he creado. El primer número (cuyo título fue The Blindwoman en referencia a una revista editada en Nueva York por Henri-Pierre Roché, Beatrice Wood y Marcel Duchamp The blind Man) fue un tributo a la mujer, así que colaboraron 26 mujeres». ¿El nombre de la revista? «491 también se inspira en Picabia y el dadaísmo: En 1915 el fotógrafo y galerista Alfred Stieglitz, junto a Agnus E. Meyer y Paul Haviland editan en Nueva York la revista 291 (en ella colaboró Picabia) y posteriormente, en 1917, el mismo Picabia edita en Barcelona una nueva revista, la 391. Así, cien años después y en València, se edita una revista que pretende, como dijo Picabia, que “cada página tiene que explotar, ya sea a través de la seriedad, de la profundidad, las turbulencias, las náuseas, lo nuevo, lo eterno, aniquilando el sinsentido, el entusiasmo por los principios o la manera en la que está impresa”. Amén.